DOMINGO LÓPEZ FERNÁNDEZ
En otro punto de la ciudad, en el barrio de Capuchinos, la parroquia allí enclavada tiene montado desde hace unos días su ya tradicional Belén de Navidad. Como todos los años se ubica en la capilla de su titular, la Divina Pastora y ha sido diseñado por los miembros de su hermandad. Ocupa éste un amplio espacio que se extiende por todo el lateral de la estancia y acoge distintos pasajes históricos de Judea. De esta forma, nada más entrar, llama la atención la escena de la huida a Egipto de la Virgen María, San José y el Niño Jesús para evitar la matanza de los inocentes que había ordenado el rey Herodes. Precisamente junto a ellos se erige el castillo del rey y en el otro extremo una pirámide y un obelisco que identifica el destino de la Virgen. A partir de aquí se suceden escenas bucólicas de pastores, de campesinos, de la vida cotidiana de una aldea en la que se recrean con precisión, por ejemplo, pequeños huertos de hortalizas o rediles para el ganado. Finalmente el Nacimiento en una gruta con el Ángel anunciador sobre su arcada y los Reyes de Oriente portando los presentes para el Niño Dios. Todo este pasaje histórico que viene a ocupar aproximadamente siete metros cuadrados aparece orlado por rocas, colinas y numerosas estructuras urbanas que le hacen bastante llamativo.
El belén de la parroquia de Capuchinos es bastante visitado por los feligreses que acuden a los cultos del día y son muy comentados los parabienes de los mismos hacia esta obra de arte. La hermandad de la Virgen, asimismo, no ha olvidado a su titular, a la que han aderezado para el momento con una nueva vestimenta y la novedad de presentar entre sus brazos al Niño Jesús. Según informan desde la parroquia, las personas interesadas en contemplar el Belén pueden hacerlo en horario de mañana, ya que la iglesia permanece abierta durante dos horas, de 10 a 12. En la tarde, igualmente, se puede visitar desde las 18,30 hrs hasta la finalización de la santa misa, aunque se ruega respeten las funciones litúrgicas.
Independientemente de este Belén, la parroquia ha dispuesto un bello Nacimiento en el altar. Estas figuras son de mayores dimensiones y recogen a la perfección la escena en la que el Niño Jesús se encuentra en el pesebre con la Virgen y San José junto a dos animales postrados y el Ángel Anunciador que da la buena nueva. Esa gruta artificial aparece enmarcada por dos enormes angelotes que contemplan la escena. Fiel a la tradición la iglesia de Capuchinos ofreció a los feligreses la misa del Gallo en la noche del día 24, ceremonia que fue impartida por el párroco, D. Diego Molina Quesada. Al finalizar la misma el Niño Jesús fue expuesto para recibir el beso de todos los presentes. Igual gesto se reiteró en la misa de tarde del día de Navidad, si bien ésta quedó a cargo del anterior párroco, D. Ignacio Peláez.
Solo queda decir que la parroquia invita a todas las personas interesadas en contemplar el belén que acudan a la misma pues con ello se recuerda un momento significativo de la Cristiandad, el que trajo al mundo al Niño Dios, fecha que en estos días conmemora el mundo católico.