Ya estamos a las puertas de las novenas elecciones municipales de nuestra última Constitución.
Bien, llega el momento de la verdad, los motrileños deciden el 22 de mayo su gobierno local para los próximos cuatro años y tienen ante sí varias opciones para elegir mediante su voto. Participe en la elección.
A pesar de que he vivido las ocho elecciones anteriores muy de cerca, en la que cada una ha tenido su interés, podría decir que ésta ofrece un atractivo especial. Formo parte de la generación de la Transición, la media de edad de los aspirantes motrileños-as a ser ediles debe rondar los cuarenta; por lo tanto la mayoría estaban en edad escolar cuando Enrique Cobo inauguró su «mesa de camilla» para atender a sus ciudadanos como primer alcalde democrático de nuestra última Constitución. Desde entonces hasta ahora han pasado 32 años en los que todos hemos ido aprendiendo y acumulando experiencia democrática. Por eso y otras razones califico esta cita electoral como las de la madurez.
Han pasado cinco alcaldes y con nuestro voto podemos hacer que puedan repetir dos de ellos, Carlos Rojas o Luis M. Rubiales, en cuyos casos sería segundo y tercer mandato, respectivamente; o que demos la alcaldía a otro diferente. La oferta que sigue tiene un atractivo novedoso: tener una mujer de alcaldesa por primera vez en la historia de Motril, Flor Almón Fernández, porque los otros cabeza de lista son varones.
Aunque, a día de hoy, no tenemos conocimiento de prospecciones profesionales -puede que los distintos partidos políticos tengan sus sondeos- está en el ambiente y la idea general es que va a seguir siendo alcalde de Motril el popular Carlos Rojas; al menos, es el incuestionable favorito para ganar.
Pero como el partido hay que jugarlo y las urnas tendrán que decidir su resultado el próximo día 22, nos encontramos con la gran incógnita Rubiales, quien con su escisión del PSOE -no sabemos si cisma real- incorpora una variable a tener en cuenta para el resultado final.
Esa es la cuestión, Rubiales tiene algo que decir también ahora y si las urnas no dan la mayoría absoluta al PP, entre las ofertas posibles, sólo los votos del PA podrían facilitar el mismo gobierno municipal actual, salvo sorpresas que se pudieran dar en las otras formaciones políticas.
Vaya por delante que la política puede propiciar extraños compañeros de «cama»; pero, considerando que Carlos Rojas ya ha dicho que «no pactaría con Rubiales» y, por otro lado, estaría muy mal visto un gobierno municipal en el que estuvieran Flor y Rubiales, algo improbable, dado que será difícil que sumen 13 concejales; quien realmente puede tener la llave de la gobernabilidad municipal en función de los guarismos que surjan de las urnas es el «tapado ambidiestro» Antonio Escámez; porque podría dar la mayoría a la opción política que más cercana esté de conseguirla; ya sea en coalición con PP o en un tripartito en el que podría estar con PSOE y una IU-CA al alza (según sondeos nacionales). Sabemos de la firmeza de IU y estamos casi seguros de que formarían parte de un gobierno de izquierdas con el PSOE y el «tapado» (si sumaran los 13 concejales entre los tres grupos); pero con unas condiciones que serían muy duras para quien optara al sillón presidencial de la nueva Corporación motrileña.
Sin duda hay otras variantes muy posibles, pero por la información que tenemos, en el caso de que Rubiales estuviera en el gobierno, éste tendría que sentar tres o más concejales para formar parte de él, otra cosa es que lo facilite en una negociación también muy dura a cambio de «otros poderes».
Así las cosas, volvemos al favorito. Carlos Rojas tiene en su haber que ha gobernado Motril sus cuatro años con pocos posibles y ese mensaje ha calado, tiene un equipo trabajador que repite casi en su totalidad y para un segundo mandato ya lo tiene muy entrenado y además va a contar con la gran baza que va a influir, sin duda, en el voto cual es la «ola nacional» por la que el PP va a hacer de estas elecciones un plebiscito contra el Gobierno socialista de Zapatero.
Por contra, el PSOE tendrá una estrategia nacional de campaña en clave local y en Motril la oferta socialista es novedosa: Han hecho borrón y cuenta nueva tras el vía crucis sufrido y la propuesta está repleta de caras nuevas, incorporando como nueva savia en el cartel a una mujer que atesora, no sólo estudios académicos como ser licenciada en Ciencias Políticas, sino que está dotada de buenas cualidades para la política como es su inteligencia y entusiasmo, positivismo, ganas de trabajar por su pueblo, la impronta motrileña, y, si me apuran, con una chispa de alegría que es muy necesaria en los tiempos que vivimos.
Los que se avecinan, antes del 22 de mayo, serán días de nerviosismo y tensión, de ilusiones, de satisfacciones, de mucho desasosiego para los candidatos …y de unas ganas de que esto acabe…
Suerte a todos.