VIERNES SANTO: SE HIZO LA LUZ PARA EL ENTIERRO DE CRISTO

Por DOMINGO LÓPEZ FERNÁNDEZ

Fotografías: JUDIT ORTEGA MARTÍN

En la tarde del viernes santo había cierta incertidumbre en la junta de gobierno de la cofradía del Santo Sepulcro por ver si el tiempo se estabilizaba y les dejaba cumplir con su estación de penitencia. Minutos antes de las 20,30 hrs y en el propio templo de la Encarnación la cofradía del Cristo de la Expiración suspendía su procesión y no era para menos pues unos negros nubarrones habían hecho su aparición para anticipar la oscuridad de la noche y una más que probable precipitación. El futuro era incierto y varios miembros de la cofradía decidieron efectuar consultas a los servicios meteorológicos para precisar las medidas a tomar. Según los informes obtenidos, si no llovía antes de las 21 hrs, no lo haría ya y por ello la junta de gobierno y los capataces de tronos resolvieron salir a la calle. Decisión valiente y acertada, sin duda, que permitió que los motrileños disfrutaran de los solemnes pasos del Entierro de Cristo y su Madre Dolorosa en su tránsito por las calles de la ciudad.

            La comitiva procesional del Santo Sepulcro comenzaba a organizarse en torno a las 21,15 hrs, momento en el que comenzaban a desfilar los primeros penitentes de la sección del Cristo Yacente. Aparecen ataviados éstos con hábito y antifaz blanco, capa negra y cíngulo rojo y llevan, asimismo, guantes blancos. A esa hora los aledaños de la escalinata de la iglesia mayor y la propia plaza de España mostraban un panorama fuera de lo normal, pues aparecía atestada de gente por todos sus rincones. El frente de la procesión aparecía abierto por dos timbales que con un sonido típico y acompasado marcan el paso a la cruz guía y los dos faroles que le flanquean. A continuación se disponen las filas de nazarenos que sostienen las famosas picas de cera liquida y que constituyen uno de los estrenos más significativos para este año. Entre medias del cortejo se ubica el hermano portador del libro de venias asistido por dos hermanos de corta edad que ostentan báculos presidenciales. Le sigue la bandera de la cofradía con el escudo representativo en su centro, el estandarte de la sacramental con dos faroles a su lado, banderín y la popular “bacalá”, flanqueada igualmente por dos hermanos con báculos. A continuación presidencia oficial de la agrupación de cofradías y hermandades de Motril, capilla musical y la representación de la parroquia, a cuyo frente marcha el párroco y conciliarlo de la cofradía, D. Daniel García Miranda. Finalmente se dispone el trono de Cristo Yacente que muestra la sagrada urna en la que reposa la efigie que tallara el escultor Domingo Sánchez Mesa en 1947. El paso que la soporta, de inmensas dimensiones, ha sido labrado en plata repujada por los talleres Moreno Romera y procesiona con porte y estilo malagueño. Este año debuta en la dirección del mismo su capataz, Fernando Troyano, actuando como contraguías del mismo Daniel Medina y José Toquero. Tras el paso de Cristo figura la corporación municipal, que marcha junto al resto de autoridades invitadas al acto.

            A relativa distancia del paso de Cristo se ubica la sección de la Virgen de los Dolores, que va revestida de hábito y antifaz de color negro, capa blanca y cíngulo rojo. A su frente se coloca la cruz parroquial, dos faroles pequeños de frente de procesión y el antiguo estandarte de la cofradía. Le sigue la banderola y numerosos niños vestidos de penitente sin capillo, que dan paso al cuerpo de mantillas de la Virgen con su camarera mayor a la cabeza, el vicehermano mayor de la hermandad y la representación de la Guardia Civil del mar, que lo hace en calidad de mayordomo de honor. Finalmente las dalmáticas y el trono de la titular mariana sobre palio de cajón que muestra, insuperable, la efigie que tallara el insigne imaginero Antonio Illanes en 1952. Dicho paso ha sido labrado en plata y fue ultimado en los talleres de Hijos de Juan Fernández. Como en años anteriores figura como capataz el conocido cofrade José Joaquín Jerónimo Miranda, que actúa asistido por el contraguía Francisco Gutiérrez. Finalmente cierra el cortejo la banda de música municipal, que tiene reservada su oficialidad para la procesión del viernes santo. A destacar, sin duda, el fervor desplegado por la titular Virgen de los Dolores que al hilo del mismo consiguió llevar en todo el trayecto una considerable representación de fieles con sus tradicionales mandas devocionales.

            La junta de gobierno de la cofradía del Santo Sepulcro había dispuesto para este año un itinerario novedoso con respecto al de otros anteriores con objeto de conmemorar el año jubilar mariano concedido a la ermita de la Virgen de la Cabeza. En consecuencia, el trayecto a seguir partía de la iglesia de la Encarnación y continuaba por plaza de España, Victoria, San Agustín, García Pizarro, Díaz Moreu, Emilio Moré, Plaza de las Palmeras, Bustamante, Teatro,  Nueva, Andalucía, rotonda del Cerro de la Virgen,  González Cervera, Carrera, Jardinillos, Zapateros, García Pizarro, Romero Civantos, Plaza de España, y de aquí a su encierro.

            Es importante reseñar que todos los años el cortejo procesional del Santo Sepulcro consigue atraer hasta la ciudad numerosos visitantes que conocen de antemano la majestuosidad y relevancia de esta jornada penitencial. Evidentemente, en su ejecución, ha habido momentos emotivos como el producido justamente a la salida del templo, estación en la que la cofradía había dispuesto un pequeño homenaje al desaparecido hermano Jacinto Serón Quiles. Como bien expuso el capataz del trono del Cristo Yacente, fue éste un hombre ligado desde siempre a la cofradía y por ello se le quería ofrendar su primera “levantá” en la calle, acto que llevó a cabo su hija María Luisa. Asimismo, a su paso por el paseo de San Agustín, las juntas de gobierno de las cofradías radicadas en la iglesia de la Victoria tuvieron una dedicación especial con los titulares, a los que hicieron una entrega de flores. Finalmente hay que hacer señalar la estación de fe dispuesta a los pies del cerro de la Virgen, donde varios miembros representativos de la hermandad de la Virgen de la Cabeza se situaron para ofrecer a los respectivos pasos la medalla conmemorativa del año jubilar. Finalmente, con el rezo de dos oraciones, la comitiva procesional continuó su marcha de regreso al templo.

            Como es habitual, a su entrada a la plaza de España, los dos pasos procesionales fueron igualados para transitar en paralelo hasta la escalinata de la iglesia. Finalmente, con su acceso al interior del templo, la procesión quedó concluida a las 1,30 hrs. de la madrugada. A Dios gracias, el tiempo respetó el solemne cortejo del entierro de Cristo en la noche del viernes santo.

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