LA CELEBRACION TUVO COLOR BLANCO EN LAS CALLES DE MOTRIL
Por DOMINGO LÓPEZ FERNÁNDEZ
El partido de futbol correspondiente a la copa del rey tuvo color blanco. Tras un partido vibrante, jugado de poder a poder, el triunfo de decantó por la mínima del lado madrileño, dejando a los aficionados culés bastante cariacontecidos. Se pudo ver en la grada del estadio de Mestalla y también en algunos aficionados, los pocos que salieron a ver los pasos procesionales que marchaban por las calles de la ciudad. No estaba el momento para celebraciones. En verdad, dado el juego desplegado en la liga, los blaugranas se sentían ganadores natos, pero la táctica de Mouriño se impuso a la practicada por Guardiola en este campeonato. Hubo un tiempo para cada contendiente y al final ganó el mejor o, al menos, el que tuvo la suerte de acertar en la portería con un gol que se bastó por si solo para alzarse con la copa.
Tras la finalización del encuentro los aficionados motrileños se echaron a la calle para festejar el triunfo y llegaron a formar caravanas interminables en la calle Cuevas y Avenida de Sáez. En previsión de acontecimientos, la policía local procedió al corte de la avenida de Salobreña, desviando el tráfico para evitar concentraciones en la tradicional fuente «blanca», la situada frente al Santuario de la Virgen de la Cabeza. Por regla general la noche se mantuvo en calma y no hubo altercados de ningún tipo relacionados con la celebración.
