Trabajar con los jóvenes y no para los jóvenes. Es el espíritu del Consejo Metropolitano de la Juventud, que casi 400 jóvenes de 34 municipios del área metropolitana de Granada han constituido hoy tras un intenso proceso de trabajo y difusión que se inició hace un año dentro del proyecto Metrópoli. Se trata del primer órgano oficial que actuará como interlocutor válido con los poderes públicos en materia de política local, lo que significa que “serán los propios jóvenes quienes podrán gestionar de forma autónoma sus propias actuaciones, esto es, decidir qué quieren hacer y cómo hacerlo para diseñar el futuro de su entorno”, ha explicado la diputada de Cultura y Juventud de la Diputación de Granada, María Asunción Pérez Cotarelo, para quien este consejo, adscrito a la institución provincial, “evidencia que la actitud de la juventud no es la de pasividad e indiferencia que intentan transmitir desde algunos sectores de la sociedad”.
El consejo, cuyo primer objetivo es diseñar un Plan de Juventud para el espacio metropolitano, implica así a los cargos políticos y al personal técnico de los ayuntamientos, a quienes no les supone coste económico alguno pero que les permitirá “optimizar al máximo los recursos” para crear sinergias y aunar esfuerzos, según la diputada y también presidenta del consejo, que ha destacado que “el éxito de este modelo de participación y democracia” avala que pueda ser extrapolado a otras ámbitos de la gestión política.
Los propios jóvenes responsables de tejer la red de asambleas locales en cada uno de los municipios como paso previo al Consejo Metropolitano, han sido quienes han elegido a sus representantes en la comisión ejecutiva (Mireia Escudero, Francisco Javier Rodríguez, Miriam Rodríguez y Jorge Gardón) y al vicepresidente de la misma, Juan Antonio López Roelas, quien ha subrayado que “hoy es un día histórico puesto que la constitución de este órgano certifica que tenemos que ser los jóvenes quienes decidamos lo que queremos hacer con nuestro futuro, a pesar de que el Partido Popular determine lo contrario votando en contra de la creación de este consejo y tildando a quienes hemos creído y trabajado en este proyecto como una banda de hippies drogadictos”.
El consejo se convierte en el instrumento de gestión necesario para que los jóvenes de Granada sigan tejiendo y fortaleciendo una red de trabajo participativo, implicando a todos los agentes sociales, difundiendo los valores de integración social y comunitaria, solidaridad y defensa de los derechos humanos, al tiempo que se conciencia a la sociedad civil sobre el papel de las personas jóvenes como sujetos activos y capaces de representar a una ciudadanía joven responsable.