De chicharras y grillos

Fulgencio Spa Cortés

Se llama Concha Casas. Es Licenciada en Historia. Es novelista. Columnista de IDEAL donde denuncia los males del capitalismo. Le sirve para dormir, bien. Y somos campaneros de pagina en EL FARO, motrileño, decano de la Prensa granadina. Una vez dijo que yo escribía mejor que ella. Lo diría por señorío. Es liberal, de urbe, luces de león, movida de Antonio Vega, kiko Veneno, rock y blues. Y yo cortijero carca, de pasodobles, mazurcas y «pajaritos por aquí y por allá».Un dia escribió de chicharras y grillos. Y a pesar de su Universidad, yo debo saber más de chicharras y grillos:

La chicharra alicorta es un insecto de color verdoso transparente de coraza fuerte. Admite, el coyuyo despectivo de cigarra al compararla con la laboriosa hormiga. «Hace un dia de chicharra», decimos los cortijeros cuando el astro rey aprieta. Pegada al almendro chirría, pero no la vemos. Se hace almendro. Su chirriar, es fresadora, que maltrata las tardes del campo. Y los grillos señores elegantes vestidos de negro, son agresivos con sus congéneres. A este omnívoro lo padecí muchas noches. Tienen algo de chicharra. Te desconciertan. Los oyes está aqui, dices. Mentira, no está. Sigues su canto pero no dar con el cantor y digo cantor porque el que canta es el macho buscando enamorar. Y a veces su canto, me sirvió de nana. En la noche en el campo hay un bullir de amores de los que visten frac. Pelean a muerte. Hubo noches, que en el silencio del campo, montada en lánguida brisa, la voz de bronce del campanario del templo me trajo su mensaje. Y en soledad, oyendo cantar a los grillos, vi ventanas perder su luz. Y primero oí palabras, después susurros y más después, gemidos. Tras las ventanas había pasión. El amor es, placer y dolor. Y no importa la edad para amar. A la edad le queda el recuerdo, la memoria

En el trigal que de dia se adorna de amapolas, de noche, los grillos luchan por una ley eterna. Y alguna vez ante tantos ojillos de luz que desde tan lejos te miran, empequeñeces. A veces sentí miedo. La noche tiene paz, embrujo, encanto, misterio. ¡¡ Hay tantas estrellas…!!Hay madrugadas, que el viento en la copa de los árboles hace música agradable. Y otras que el viento al pasar por oquedades de barranco, es voz ronca de lobo hambriento. Miedos, de los cuentos de la niñez, que nos queda dentro. Saber por los libros de chicharras y grillos es saber. Pero no es vivir ni sentir el campo. Y yo tantos y días y tantas noches en cortijo de candil, oyendo cantes de trilla, fandanguillos en besana, tintineo de pastor, gemir de perros miedosos o perros recelosos que alertan y oyendo a chicharras y grillos es para saber de grillos y de chicharras. Y cuando el sol traspone por las lomas anunciando la noche negra los grillos vestidos de frac se disponen a enamorar. Y el sol, de nuevo, nos hará ver las amapolas del trigal. Los grillos guardaran sus instrumentos las primeras estrellas, empezaran de nuevo a afinarlos otra vez, para otra vez, volver a la pela del amor.

Concha Casas, «abogada de pobres» de andar parejo, airoso y fino, es guapa, de ojos negros y misteriosos. Una moreria sobre la mar. Se pinta la ocasión de darle las gracias por su reportaje sobre mi empresa en Ideal el dia l2 de Diciembre. Le devuelvo el cumplido. Creo que escribe mejor que yo, pero yo, y que no se moleste, por cortijero se mas, o debo saber mas que ella de grillos y de chicharras.

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