Por otra parte vemos que, a la petición a los bancos del Sr. Rojas sobre ofertas para cubrir esos doce millones de euros, sólo responde en plazo el BBVA que está dispuesto a renegociar los mismos siete millones que prestó en el dos mil diez. Es por ello que, con todo tipo de urgencias, se aprueba en pleno un pliego de condiciones que resulten muy atractivas a los bancos, para que se decidan a prestar los otros cinco millones, aunque sea por partes (un banco algún millón, otros lo que puedan, etc…)
Ante esto último, sólo queda la reflexión de que muy mal ven los mercados (perdón, los bancos) la situación municipal, cuando, aparte del uno por ciento de comisión de apertura, el ocho por ciento de interés fijo o el dieciocho por ciento de intereses de demora, junto a la garantía de la participación municipal en los tributos del Estado, éstos no se fían. (Esto nos «suena» de algo)
Y es que el Ayuntamiento de Motril, pese a lo que diga el responsable? de la hacienda municipal discurre por una continua caída hacia los abismos del endeudamiento mas desaforado. Ya lo hemos explicitado en otras ocasiones y estas cifras tienen procedencia oficial:
La deuda viva del año dos mil ocho era de treinta y un millones y pico (31,815.000 euros). Pasó a treinta y siete millones y pico (37,604.000 euros) en el dos mil nueve (casi mil millones más de las antiguas pesetas). Y en el dos mil diez (a falta de contabilizar alguna empresa municipal) ascendía a casi cuarenta millones de euros (39,691.704’03 euros).
La situación actual y si los préstamos se concretan, la situación de la deuda del Ayuntamiento de Motril sobrepasará los cincuenta millones de euros.
Este es el panorama y estas son las circunstancias por las cuales no resulta muy atractivo financiar la deuda de la hacienda municipal de Motril.
Y el equipo de gobierno, que comanda el señor Rojas, sigue instalado en su propia palabrería de que son gestores magníficos y no sé cuántas cosas más.