En estos tiempos en que vivimos, en los que la agricultura es uno de los pocos sectores económicos y pilar básico de la sociedad de la Costa Granadita, la sombra del caciquismo planea sobre la Agricultura
El próximo día 15 de mayo uno de los sistemas de conducción de agua de riego, del que durante los últimos 30 años se han servido los agricultores, se va a proceder a ponerle fin con el sellado de sus compuertas. Con esta decisión se puede producir la ruina de muchos agricultores de la Costa.
La Junta de Gobierno de la Comunidad de Regantes de Motril- Carchuna y Cota 200, de una manera arbitraria y caprichosa, cambia una decisión mayoritaria tomada por la Asamblea General, que se compone de todos los agricultores comuneros.
La Asamblea General de la Comunidad de Regantes, que es el Órgano soberano en la toma de decisiones en dicha Comunidad, en la que se aprobó el 12 de febrero de 2012 el mantener y respetar los dos sistemas de conducción de agua de riego, como se recoge en los Estatutos de la Comunidad, en 17 de sus propios artículos; 4,5,7,8,28,29,30,31,34,43,51.7,58.A,58.I,58.L,58.M,76 y 77. Y en el Reglamento de la Junta de Gobierno en 6 de sus artículos: 11.2, 13.5, 15.1, 15.2, 15.3, 16; estando esta normativa en la actualidad en plena vigencia, siendo el medio que sirve para la protección de todos los comuneros.
La Junta de Gobierno de La Comunidad de Regantes de Motril- Carchuna y Cota 200 se pasa por el arco del triunfo, o por el forro de los pantalones, las decisiones que se adoptan en la Asamblea General, en la que:
1. Se están vulnerando los derechos soberanos de los Comuneros.
2. No se está respetando la propia normativa de la Comunidad de Regantes, comunidad que está sirviendo a agricultores de Motril, Torrenueva, Carchuna, Calahonda y Castell de Ferro ( y de la situación de riegos de Castell de Ferro hablaremos en la próxima rueda de prensa, ya que se cierran las compuertas de ese sistema de riego para el término municipal de Motril, pero no para Castell).
3. No se les ha notificado en carta por escrito a los agricultores afectados, del corte de agua de riego, que debe ser obligatorio, ya que afecta a intereses legítimos, pareciéndose este comportamiento más a una República Bananera que a una Comunidad de Regantes, donde se deben respetar todos los derechos de un estado en el que existen garantías para sus ciudadanos.
4. En la que se grava, «regrava», y se vuelve a gravar la ya maltrecha economía de los agricultores Motrileños.
Siendo malpensados, aquí lo que se quiere es gravar aún más a los agricultores para que desistan poco a poco de cultivar y malvendan sus tierras, que son su forma de vida y único sustento en esta época, apareciendo los caciques que aumentan sus patrimonios.
Si finalmente el próximo 15 de mayo de 2013 se lleva a cabo la decisión unilateral del cierre de las compuertas del sistema de riego antiguo, se habrá tomado una decisión en contra de los intereses de los agricultores, que son a los que la Comunidad de Regantes sirve y debiera defender sus intereses. Y el fin de esta actuación no es más ni menos que encarecer los costes de agua para los agricultores, que es un «sobrecoste» innecesario para estos, y que progresivamente les conducirá a la ruina. La normativa que rige los riegos, y les da la razón la Subdirección de Dominio Público Hidráulico, permite el riego en tanto no esté terminada la 2ª fase de las obras de modernización de riegos en la Costa de Granada.
Asimismo, lo que resulta increíble es comenzar la casa por el tejado. Primero, modernizamos los sistemas de riego, y luego traemos el agua. Primero, se hace una obra millonaria, que deben pagar los agricultores, o mejor dicho, que estarán pagando todos los agricultores durante décadas. Pero la llegada del agua de la presa de Rules por su peso es motivo de controversia entre dos administraciones, la Junta de Andalucía y el Gobierno de la Nación. Hasta que ambas no se pongan de acuerdo, y se finalice la 2ª fase de conducción de agua a la Cota 200, las conducciones no se harán realidad, lo que irá en beneficio de los agricultores de la Costa. El consumo energético es tan grande para los agricultores, y por tanto sus facturas no paran de subir, lo que puede producir que en un futuro próximo no puedan costearlas. Volvemos a decir que todo estos costes sobrevenidos pueden llevar a los pequeños agricultores a que dejen sus explotaciones.
En fin, lo que hemos dicho, se empieza la casa por el tejado.