EL FARO
Este segundo cargamento, al igual que el primero que llevaron, lo han sufragado con recursos propios apoyados por la unanimidad de todos los asociados y ayudados por Carlos Gómez, de Distribuciones Gomezcor
“Si entregar el primer cargamento que llevamos a Valencia nos hizo mucha ilusión por la gratificante sensación de poder ayudar cuando tanta falta les hacía, este segundo ha sido muy especial porque hemos cumplido nuestro objetivo de llevar alegría a algunos niños en estas fechas de navidad”. Con estas palabras, el presidente de la Asociación de Chiringuitos y Empresarios de Playas de la Costa Tropical, Francisco Trujillo, relataba sus sensaciones después de llevar a cabo la segunda expedición, en esta ocasión destinada a los niños cuyas familias lo están pasando mal desde que la Dana les arrebatara todo. “No es justo que tengan que vivir la experiencia de no tener bajo el árbol o junto al belén, algún regalo soñado esta navidad”.
Francisco Trujillo, acompañado por Carlos Gómez, partió en la madrugada de este domingo con la furgoneta de Distribuciones Gomezcor cargada hasta arriba, y a mediodía ya estaban en Paiporta repartiendo la carga compuesta por comida para bebés y otros artículos de alimentación y cerca de 350 juguetes para niños y niñas de todas las edades. Esta expedición se completó con varios carros para bebés y niños pequeños “que entregamos en mano las madres que acudieron al centro de entrega para buscar ropa y comida para sus hijos. “Una vivencia muy emocionante”, asegura.
Pero no todo han sido sensaciones positivas, Francisco Trujillo ha visto zonas de Paiporta y de otros pueblos afectados que siguen muy mal. “Aún hay demasiado por hacer, calles destrozadas, zonas abandonadas y mucha carencia en cuanto a ayudas oficiales, algo muy difícil de entender a estas alturas y después de casi 2 meses desde que la Dana lo arrasara todo”, afirma.
En enero, los empresarios de playas de la Costa Tropical no celebrarán su tradicional Exposición de firmas comerciales, “pero nos satisface saber que la unanimidad de nuestros socios dijo que dedicar esa partida económica a los más pequeños afectados por la Dana era el mejor destino que se le podía dar. Y así ha sido”, concluye.
