EL FARO
Los profesionales evalúan y tratan las posibles secuelas físicas, cognitivas y emocionales que se detectan en los casos más complejos
La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Motril, adscrito al Área de Gestión Sanitaria Sur de Granada, ha implantado la consulta ‘síndrome post-UCI’. El objetivo es realizar un seguimiento de los casos más complejos que han sido tratados en esta unidad para detectar y abordar posibles secuelas físicas, cognitivas o emocionales derivadas en determinados pacientes, especialmente, entre aquellos que han precisado ventilación mecánica o sedación durante un periodo de tiempo prolongado.
La consulta ‘síndrome post-UCI’ está concebida para ofrecer una continuidad a los pacientes que han sido ingresados en la unidad y a sus familiares. La nueva consulta se inicia cuando el paciente abandona la UCI para ser trasladado a las camas de hospitalización. Un equipo multidisciplinar participa en el seguimiento posterior para prevenir, detectar y tratar posibles secuelas. Recibida el alta hospitalaria, el paciente es citado mensual o anualmente con la intención de ayudarle a recuperar su rutina y mejorar su calidad de vida.
El denominado ‘síndrome post-UCI’ (Post-Intensive Care Syndrome) incluye síntomas físicos como dolor persistente, debilidad general, malnutrición, morbilidad pulmonar, úlceras por presión, alteraciones del sueño y de deglución y pérdida de masa ósea. También puede llevar consigo alteraciones cognitivas que afectan a la memoria y al rendimiento académico así como problemas de salud mental -como depresión, estrés postraumático y delirio- y otras consecuencias vinculadas al ámbito socioeconómico.
Los familiares, por su parte, pueden experimentar otros problemas derivados de una enfermedad crítica como alteraciones del sueño, fatiga, alimentación desequilibrada o falta de adherencia al tratamiento médico. “Se calcula que el síndrome post-cuidados intensivos afecta a un porcentaje de pacientes importante. Entre el 30 y el 50 por ciento de los pacientes que han pasado por UCI, especialmente aquellos cuya estancia se ha prolongado durante más de dos semanas o han estado conectados por ventilación mecánica, padecen secuelas físicas, cognitivas o emocionales”, ha afirmado el jefe de servicio de UCI, Antonio Carranza.
Los resultados de la implantación de esta nueva herramienta han sido “excelentes” en sus primeros meses de rodaje. “Somos testigos de la mejoría de los pacientes al sentirse acompañados y arropados por los profesionales de la UCI del Hospital de Motril una vez que han abandonado la unidad. Algunos han pasado una etapa difícil y oscura y, lejos de sentir que se les arroja a su normalidad anterior sin que nada hubiera pasado, el profesional lo toma de su mano para ayudarle en este tránsito”, ha explicado la médico intensivista Matilde Arias. “Este hecho contribuye a que su estado de ánimo mejore, que aumente su adherencia a los tratamientos y que adquieren el compromiso de cuidar de sí mismos, ya sean pacientes o familiares”, ha añadido la supervisora de enfermería de la UCI del Hospital de Motril, Carmen Mingorance.
La consulta ‘síndrome post-UCI’, por tanto, ayuda también a reducir de forma considerable los reingresos en la unidad y el riesgo de mortalidad. A lo largo de 2023, cerca de 630 personas fueron ingresadas en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Santa Ana de Motril.