Antonio Gómez Romera
Domingo, 20 de octubre de 2024
En el XLVIII aniversario del debut de Diego Armando Maradona en la primera división del fútbol argentino
Tal día como hoy, domingo, 20 de octubre, festividad de Santa Irene de Tancor (ca 635 – 653), mártir por ser fiel a su voto de virginidad, en la cuadragésimo segunda semana de 2024, se cumplen 48 años (miércoles, 1976) del debut en la Primera División del Fútbol Argentino de Diego Armando Maradona, el “Pelusa de Villa Fiorito”, 10 días antes de cumplir los 16 años. A pesar de su juventud, el Pelusa ya es famoso en la Asociación Atlética Argentinos Juniors por entretener y sorprender a los hinchas con sus malabares con el balón en el descanso de los partidos en el Estadio de Juan Agustín García y Boyacá, hoy, Estadio Diego Armando Maradona. Además, su equipo de fútbol infantil, los Cebollitas, gana a todos los rivales de turno.
Juan Carlos Montes “Canción” (1942 – 2020), entrenador y director técnico de Argentinos Juniors, recordaba aquellos principios con las siguientes frases: “Me dicen Canción porque en Chacarita, había un morocho que entraba al vestuario y a todo el mundo lo llamaba así. Se me quedó pegado y yo lo apliqué en Newell’s… Pero después me lo endosaron a mí definitivamente”. “Canción” le ha avisado a Diego después del entrenamiento: «Mire, mañana va a ir al banco de primera». Diego, que siempre tiene algo que decir, esta vez no dice nada y se queda estupefacto. «Sí, como oye. Y prepárese bien porque usted va a entrenar», le advirtió Montes. El Pelusa hace todo el camino de regreso a casa con el corazón “acelerado”. Nada más llegar, se lo cuenta a su madre, Doña Tota (Dalma Salvadora Franco Cariolichi, 1930 – 2011), quien emocionada se lo cuenta a su marido (Diego Maradona “Chitoro”, 1927 – 2015), a sus demás hijas (Ana María, Elsa “Lili”, Rita “Kitty”, María Rosa y Claudia “Cali”) e hijos (Raúl “Lalo” y Hugo) y a todo el barrio. Ha llegado el momento de cumplir su sueño: debutar en Primera División. “Argentinos Juniors” recibe el apelativo de “Bichos Colorados”, por ser un humilde equipo de la Primera División de camiseta roja que se hacía muy fuerte como local y que presentaba un verdadero escollo principalmente para los equipos grandes.
El partido, que se va a celebrar el próximo miércoles, enfrenta en la Paternal al Argentinos Juniors y al Club Atlético Talleres (Córdoba), en la jornada 8 del extinto Campeonato Nacional – Grupo D, uno de los dos torneos anuales que se jugaba por aquel entonces en la Liga Argentina. El Argentinos Juniors pena por los últimos lugares de la tabla sin otra esperanza que la de salir en los diarios bajo el título “El Bicho se salvó”. Diego tiene tan sólo 15 años y es un jugador respetado por su talento en los Cebollitas. El rumor de que es el chico que hace maravillas con el balón en los pies en los descansos de los partidos es un “secreto a voces” en el mundillo del fútbol y hay hinchas de otros equipos que acuden a la Paternal sólo para verlo jugar a él. “Pero el dinero faltaba en casa. Y faltaba de todo. Cuando se enteró su primo Beto, que siempre se las rebuscaba para conseguir unos billetes para acompañarlo y verlo jugar, lloraba de emoción desconsolado. Don Diego, el padre de Maradona, lo abrazó, y lamentó no poder acompañarlo ese día como tanto habían soñado. El trabajo era prioridad, y no podía ausentarse. Ni siquiera podían darse el lujo de separar dinero para viajar a la Paternal al debut de su hijo. Y Doña Tota lo despidió esa mañana en la puerta de su casa, y le dijo: «Voy a rezar por vos» (Verónica Brunati, “Se cumplen 40 años del debut profesional de Maradona”, 20 octubre 2016).
El día del partido hace mucho calor. Y Diego Armando, para ir al Estadio, se ha puesto un pantalón de pana, porque es el único que tiene. En el tren, la gente lo mira como si fuera un “loco”, por llevar esa ropa en un día de calor como aquel y él va pensando en que a lo mejor, con el dinero de los premios, va a poder comprarse otro pantalón.
Según la crónica del diario “Clarín”: “El partido prometía. El segundo puesto en su zona que ostentaba Argentinos y la recuperación que venía insinuando Talleres de Córdoba -luego de un oscuro comienzo de campeonato- daban pie para acercarse hasta La Paternal. Por eso, a la hora que el balón se puso en movimiento la cancha presentaba un lleno total. Los 127 millones de pesos viejos que se recaudaron dan una idea aproximada de lo apretado que hubo que estar en las tribunas y plateas para seguir el juego”.
El equipo local, Argentinos Juniors entrenado por Juan Carlos Montes, presenta la siguiente alineación: Carlos Munutti; Alfonso Roma, Ricardo Pellerano, Miguel Gette y Humberto Minutti; Carlos Fren, Rubén Giacobetti y Mateo Di Donato; Jorge López, Carlos Álvarez y Sebastián Ovelar. Y en el banquillo tiene como suplentes: Oscar Quintabani, Diego Maradona, Ricardo Fusani, Ibrahim Hallar y Carlos Carrizo. Mientras que el equipo visitante, Talleres Córdoba, entrenado por Rubén Bravo, sale al campo de juego con: Oscar Quiroga; Victorio Ocaño, Luis Galván, Miguel Oviedo y José Avellaneda; Juan D. Cabrera, Luis Ludueña y José D. Valencia; Angel Bocanelli, Humberto Bravo y Ricardo Cherini. Suplentes: Osvaldo Salas, Víctor Binello, Eduardo Astudillo, Daniel Willington y Carlos Ramallo.
A las 4 de la tarde, con el pitido del árbitro Roberto Maino, da comienzo el encuentro. El entrenador, Juan Carlos Montes “Canción”,lo manda a calentar para entrar en la segunda parte. El Pelusa espera sentado en el banco de suplentes. Montes lo llama: «¿Se anima a entrar?» Y el Pelusa solo lo mira fijamente. «Vaya Diego, juegue como usted sabe…Y si puede, tire un caño».
Con el número ’16’ en la espalda, en el descanso, sustituye a Rubén Aníbal Giacobetti para intentar dar vuelta el marcador contra Talleres de Córdoba, en La Paternal, que gana 1 a 0 gracias al tanto del “Hacha” Ludueña. Diego Armando obedece y en una de las primeras pelotas que toca se la pasa entre las piernas al mediocampista Juan Domingo Patricio “Chacho” Cabrera (1952 – 2007). Las tribunas comienzan a aclamarlo y a celebrar el regate con un ¡¡¡oleé!!! No pudo marcar un gol, ni ayudar a su equipo a empatar siquiera el partido. Pero su zurda mágica hizo alguna de las suyas, y se llevó de recuerdo unas cuantas patadas. Los rivales no podían frenar al escurridizo Maradona.
Luis Adolfo Galván (1948), defensa de Talleres en aquel partido, recuerda que su equipo venía dominando cómodamente el partido, pero desde que Diego pisó la cancha, el Bicho comenzó la remontada: “A partir de allí cambió todo. Diego se puso el equipo al hombro y nos fueron arrinconando en nuestra portería. Terminamos defendiéndonos. No podíamos creer lo que hacía ese chico con una inmensa melena llena de rizos”.
Miguel Ángel Bertolotto, del diario Clarín recuerda que “La entrada del chico Maradona (el 30 del corriente cumple 16 años) le dio mayor movilidad al ataque, pero no fue la solución para vencer la valla cordobesa esa mayor tenencia del balón. Porque Maradona -un gran habilidoso- no tuvo con quien tocar”. Y para la citada Verónica Brunati, en “aquel partido nació el Maradona futbolista en el fútbol grande de su país. Fue el primer partido de los 166 que jugaría con el Bicho de la Paternal, equipo en el que marcaría 116 goles. Para él fue tocar el cielo con las manos. Luego, la historia es conocida. Había nacido el futbolista más espectacular que se había visto nunca en Argentina. Luego, la Copa del Mundo de México y los dos goles a los ingleses lo encumbraron a la categoría de santo popular. Y como ocurre con las apariciones milagrosas, muchos compatriotas todavía presumen de haber visto aquel partido en la Paternal”.
Colofón
Ese día comenzó la historia del “Pibe de Oro”, catalogado por muchos como el «mejor futbolista de todos los tiempos» y que jugó en clubes como Boca Juniors, Barcelona, Napoli, Sevilla y Newell’s Old Boys, y una vez más el conjunto Xeneize, donde se retiró un 30 de octubre de 1997.
Sábado, 10 de noviembre de 2001. Partido Homenaje a Diego Armando Maradona en “La Bombonera” de Buenos Aires. Juegan la Selección Argentina contra Resto del Mundo y 50 mil personas están presentes. Al finalizar el encuentro, Diego Armando Maradona, dirigió al público asistente éstas palabras: “Yo traté de ser feliz jugando al fútbol y hacerlos felices a todos ustedes. Creo que lo logré y la verdad no me lo esperaba porque esto es demasiado para una persona, demasiado para un jugador de fútbol. Esperé tanto este partido y ya se terminó, ojalá que nunca se termine este amor que siento por el fútbol y que no termine nunca esta fiesta y que no termine nunca el amor que me tienen. Les agradezco en nombre de mis hijas, de mi vieja, de mi viejo, de Guillermo y de todos los jugadores de fútbol del mundo. El fútbol es el deporte más lindo y más sano del mundo, eso no le queda la menor duda a nadie, porque se equivoque uno, no tiene que pagar el fútbol. Yo me equivoqué y pagué… pero, la pelota no se mancha”.
Un Mundial de fútbol, dos ligas italianas, una copa de Europa, dos copas italianas, una supercopa italiana, una copa del Rey de España, una liga argentina y un Mundial juvenil. Eso explica en pocas palabras, quién fue Diego Armando Maradona.
Jueves, 20 de octubre de 2016. Por iniciativa de legisladores del Pro se descubre una placa en la casa de La Paternal donde vivió Maradona en la época que jugaba en Argentinos, en conmemoración del 40º aniversario de su estreno en el profesionalismo. La casa se encuentra en Lascana 2257 y actualmente funciona como Museo, después de haber sido adquirida y rehabilitada por la Junta de Estudios Históricos de los barrios de La Paternal y Villa General Mitre. El lugar, que conserva los mismos muebles y estética de la época, abre sus puertas los sábados para que pueda acercarse el público.
Tigre (Buenos Aires). Miércoles, 25 de noviembre de 2020, a los 60 años de edad, Diego Armando Maradona fallece mientras duerme por causa de una insuficiencia cardíaca crónica que deriva en un edema pulmonar. El Gobierno Argentino decreta tres días de Luto Nacional. Es enterrado en el cementerio “Jardín de Bella Vista” de la localidad de San Miguel, ubicado a 35 kilómetros al oeste de la ciudad de Buenos Aires, junto a sus padres. El pasado mes de mayo, los hijos de Diego Armando Maradona han solicitado a las autoridades el traslado de los restos de su padre al recién construido “Memorial del Diez”, en Puerto Madero (Buenos Aires) “para que todo el Pueblo Argentino y los ciudadanos del mundo puedan rendir homenaje a nuestro padre y quien fuera el máximo ídolo argentino”.