Domingo A. López Fernández
La talla de San Simón fue bendecida el sábado en su sede canónica
Fin de semana intenso el que se ha vivido en la zona norte de la ciudad de la mano de la hermandad de la Santa Cena, que ha celebrado dos señalados actos cofrades en su transcurso, la I edición de la velada de la “Fiesta de las lágrimas de San Pedro” y la bendición de la nueva imagen de San Simón en su sede canónica, la parroquia de San Antonio. Como viene siendo habitual en esta corporación cofrade, los hermanos en hermandad han refrendado ambos actos con su presencia, tanto en el atrio del templo, donde se ha celebrado una jornada de convivencia en la noche del viernes, como en el propio acto de la bendición del sábado.
Los actos programados por la junta de gobierno que preside su hermano mayor, David Vázquez, comenzaban en la noche del viernes, 28 de junio, víspera de la señalada onomástica, con la celebración de la “Fiesta de las Lágrimas de San Pedro”, pasaje que recuerda el arrepentimiento del apóstol en el atrio de la casa de Caifás cuando negó por tres veces a Jesús. Dicha rememoración ha estado olvidada durante años, pero la hermandad la ha podido recuperar como forma de acercamiento a los hermanos para trasladarles las debilidades del ser humano ya que hasta San Pedro cometió errores y fue perdonado por Jesús. El acto programado se desarrolló en una jornada de convivencia de hermanos y vecinos que tuvo lugar en el atrio de la iglesia, espació que fue acondicionado por la hermandad con mesas y sillas, y donde se pudo disfrutar de un pequeño refrigerio. Próxima a finalizar la velada, José Santiago, director del programa “A Golpe de Llamador”, de Onda Cero, procedió a la lectura de un texto que recordaba la vida de San Pedro y el acto de la negación de Jesús. Finalmente, a toque de trompeta, se pudo interpretar la pieza musical que reconoce “Las Lágrimas de San Pedro”.
Con gran expectación, en la tarde del sábado, 29 de junio, la ermita de San Antonio acogía la celebración de la sagrada eucaristía que ha presidido el consiliario de la hermandad, D. Daniel Barranco Rodríguez. Precisamente, durante la homilía, el párroco puso en valor el papel que tienen las imágenes sagradas como trasmisores de la fe en Cristo. Asimismo, relató la vida del Apóstol Simón, del que realmente se desconoce gran parte de su vida.
Próxima a finalizar la santa misa, tuvo lugar el acto de la bendición de la imagen, momento en el que el consiliario leyó a los fieles la oración de rigor para, a continuación, proceder al encendido de las velas del rito, que quedaron a cargo del hermano mayor, David Vázquez, el hermano Antonio Hernández y el propio imaginero, D. Ángel Asenjo Fenoy. Seguidamente, el consiliario procedió a incensar la imagen de San Simón y dar por finalizado el rito.
Concluido el ceremonial, miembros de la junta de gobierno de la hermandad, hermanos y fieles en general departieron largos minutos con el escultor, a la vez que se reiteraban las felicitaciones por su obra. Ángel Asenjo Fenoy pudo dedicar, igualmente, unos breves minutos a EL FARO para referir las características técnicas y escultóricas de su obra. Según pudo expresar, se trata de “una escultura de 1,30 ms realizada en madera de cedro en lo que son las partes escultóricas y en pino lo que es la parte de carpintería. Representa a San Simón, que es uno de los doce apóstoles quizás el más desconocido, de hecho algunos piensan que era suya la famosa boda de Caná en Galilea, donde asistió Jesús y la Virgen María y donde se produjo el famoso milagro de la conversión del vino. Como escultura San Simón está representado como una persona de edad avanzada; es un poco diferente a los demás, pues aparece con cierta calvicie, con la expresión implorante, como queriendo detener el momento y rogando que el destino no se desarrolle como tal. Las manos se encuentran fuertemente entrelazadas, los ojos muy abiertos, el gesto doloroso, muy compungido, revelando una vida interior. Desde el punto de vista técnico San Simón está policromado al óleo bruñido en lo que son las encarnaciones y según las técnicas de la imaginería de la escuela granadina. Luego presenta una torsión, una contraposición de movimiento entre el cuerpo, las piernas, la cabeza y las manos. Solo resta decir que esta es la novena figura que compone el conjunto de trece figuras, el octavo apóstol, y que en próximos meses podremos ver el resto totalmente concluido”.
Durante largos minutos los fieles presentes pudieron contemplar en detalle la imagen del nuevo apóstol y las especiales características que se dejan ver en la talla. Así, por ejemplo fue muy comentado el estudios de venas y tendones en ambas manos, la expresión de los ojos, de cristal y pintados artesanalmente, que denotan tristeza y que según refirió el propio escultor dirigen su mirada hacia Jesús, que va a figurar en el centro del grupo escultórico.
Desde el día 1 de julio, la imagen de San Simón figura expuesta en el altar de la ermita, concretamente en el lado derecho junto a la figura de San Juan. Un apostolado, desde luego, que impresiona ya en la imagen de conjunto y que da forma fehaciente de la realidad de un hecho histórico como fue la última cena de Jesús.