EL FARO
La consejera Carmen Crespo destaca que las mujeres han acaparado el 60% de las ayudas al relevo generacional y casi el 39% del adelanto de la PAC. Incide en que el 50% de las medidas y planes de la Consejería cuentan con perspectiva de género y “contribuyen a ese desafío de reducir el techo de cristal”
La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha subrayado, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Rural “el crecimiento que está experimentando la presidencia de la mujer en nuestros sectores agrícola, ganadero y pesquero, gracias a las medidas y ayudas que se han impulsado en los últimos años por el ejecutivo regional”, siendo éste, a su juicio, “crucial para seguir con el emprendimiento rural femenino desde diferentes ámbitos y, con ello, dinamizar a la Andalucía más rural y así fijar más aún la población al territorio”.
Carmen Crespo ha destacado que “las políticas del Gobierno andaluz han contribuido, por ejemplo, a subir en tres puntos el relevo generacional y que hayan sido las mujeres las que han realizado una apuesta fuerte al acaparar el 60% de esta línea de ayudas para emprender un negocio vinculado al campo”. Y eso, además, ha permitido “elevar a Andalucía a ser la primera comunidad autónoma de España con más jóvenes incorporados al sector agro al estar por encima de la medida nacional”. Y es que, de los más de 4.000 jóvenes que han iniciado su actividad en el sector agrícola, un total de 1.100, o lo que es lo mismo, “uno de cada tres es mujer”.
No obstante, no es el único dato que avala el esfuerzo inversor de la Junta para relanzar papel de la mujer en el mundo rural y mantener esa línea ascendente en la actividad agrícola y ganadera. De hecho, “las medidas implantadas están dando su fruto y hoy podemos decir que casi el 39% de las perceptoras de la Política Agraria Común (PAC) son mujeres al alcanzar la cifra de 78.222 agricultoras o ganaderas”. De hecho, “éstas percibirán este mes el adelanto del pago de las ayudas y lograr con ello una liquidez necesaria en estos momentos complejos de altos costes de producción. Cuestión que redundará también en el mundo rural”, explica Crespo.
De otra parte, cabe destacar que se ha experimentado un incremento en cinco puntos porcentuales de las mujeres titulares de explotaciones agrarias, a la par que ha señalado que “ya hemos implantado desde la Consejería la perspectiva de género en el 50% de nuestras convocatorias de ayudas y planes, lo que se traduce en muchos recursos que van directamente a la mujer rural”. Del mismo modo, la consejera ha subrayado que, “por primera vez en la historia, hemos incorporado unas líneas específicas para estas asociaciones, con las que contribuimos a financiar sus gastos de funcionamiento y gestión y fomentamos la realización de actividades de difusión y divulgación, transferencia de tecnología e información en el sector agrario y pesquero andaluz”.
Carmen Crespo ha dejado claro que “estamos contribuyendo a visibilizar a la mujer rural porque si bien están incorporadas al sector, ahora lo están haciendo de pleno derecho, como propietarias, aportando ilusión, frescura, ilusión, muchas ganas y empuje lo que, sin duda, está contribuyendo a fijar la población al territorio”. Por tanto, están ejerciendo “un liderazgo en el sector que las convierte en esenciales para el presente y el devenir económico de nuestra comunidad autónoma”.
En el caso concreto de la pesca, Carmen Crespo ha valorado el “papel fundamental que desarrollan las mujeres, especialmente en la industria transformadora”. A este respecto, ha destacado el “importante proyecto puesto en marcha recientemente de segundas ventas en las lonjas, que está mejorando la comercialización de la pesca de manos, especialmente, de las mujeres”. Hecho éste que, como bien ha recordado, llevó a la Consejería de Agricultura y Pesca a “multiplicar por cuatro las ayudas a las asociaciones de mujeres de la pesca”.
Por último, la consejera ha recordado que la Junta de Andalucía sigue trabajando en la futura Ley de la Mujer Rural y del Mar que persigue fomentar aún más la línea ya iniciada de realizar una mayor incorporación de la mujer y, sobre todo, conseguir una mayor presencia de los órganos de decisión de las empresas de la agroindustria, así como incrementar la representatividad real de la mujer en el sector pesquero donde desarrollan una gran labor que, a veces, no es tan visible como debería”.