Domingo A. López Fernández
Fotos: EL FARO
LA COFRADIA CONMEMORA EL LXXV ANIVERSARIO DE SU FUNDACIÓN CON UNA PROCESIÓN EXTRAORDINARIA
Estos últimos dos años están siendo bastante pródigos en lo que respecta a señalados actos cofrades, pues las distintas corporaciones que los refrendan, ya sean penitenciales o de gloria, se están mostrando muy proclives a recordar efemérides y fechas rememorativas de su propia historia, tal y como lo han hecho las hermandades de la Divina Pastora, la Santa Vera Cruz, que ya se encuentra inmersa en los actos preparatorios del XXV aniversario de la bendición de su titular, la del Santísimo Cristo de la Expiración, o la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad. Es, desde luego, una forma de rendir tributo de admiración a las generaciones que les han precedido en su actividad, y mostrar públicamente la fe que les mueve sobre sus titulares. Este año, por ejemplo, la Real e Ilustre Hermandad de la Divina Pastora celebraba una salida extraordinaria de su titular el día 3 de junio en conmemoración del 275 aniversario de la llegada de la imagen a la ciudad. El año anterior lo hacía la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, concretamente el día 1 de octubre, en acción de gracias por el LXXV aniversario de su reorganización corporativa. La Cofradía del Santo Sepulcro igualmente se encuentra inmersa en los actos que recuerdan su refundación en el panorama cofrade motrileño. En otras localidades de la costa granadina también se están prodigando salidas extraordinarias como ha podido ser Almuñécar, que el 17 de septiembre de 2022 hizo procesionar a su Nazareno con motivo del LXXV aniversario fundacional de la cofradía que le da culto. En Salobreña, este pasado mes de agosto, concretamente el día 12, la Virgen del Rosario, patrona de la villa, salía en procesión extraordinaria en acción de gracias por el feliz regreso de la imagen tras su reciente restauración. Albuñol, también cerraba su aniversario nazareno el pasado 10 de septiembre con otra procesión extraordinaria rememorativa del LXXV aniversario de la llegada de la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno a la localidad. Sin duda, son actos reivindicativos del fervor devocional que anida en el alma de los hermanos cofrades, pero también en el alma del pueblo que durante todo el año ofrece sus rezos y plegarias a las imágenes sagradas que residen en los templos de la ciudad.
En conmemoración del LXXV aniversario fundacional de la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, este pasado sábado, 23 de septiembre, su junta de gobierno convocaba a los hermanos cofrades y a los vecinos del barrio de Capuchinos a acompañarles en la salida extraordinaria de su titular mariana. Se trata de un acto más en este significativo aniversario que principiaba el día 22 de abril de 2023 con una solemne función eucarística que tenía lugar en la iglesia de Capuchinos, en cuyo transcurso se procedía a la bendición de la nueva capilla que la cofradía ofrece a sus titulares. Este acto, en los próximos meses, tendrá su continuación con una segunda fase restauradora en la que se acometerá el arreglo de la parte baja de la misma, en la que recibe culto la imagen del Santísimo Cristo Yacente. Los actos proseguían en el mes de mayo, concretamente el día 6, con la presentación de su cartel conmemorativo y el logotipo que representa este aniversario, ambos obra del artista motrileño Jesús Ortega Fernández. Y, aun así, van a seguir con muchos más, entre ellos un ciclo de conferencias de matiz histórico que ya se encuentran programadas dentro de sus actividades.
Recapitulando en su historia, la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad quedaba instituida en Motril el día 24 de abril de 1948 en la parroquia de Capuchinos y ante su titular, D. Antonio Romero Arias, constituyendo, por aquel entonces, la tercera corporación penitencial de su semana santa. La cofradía efectuará su primera salida procesional el día 15 de abril de 1949, confiriendo a la noche del viernes santo una solemnidad plena, ya que se van a poder ver en las calles dos actos de fe, uno en la tarde, que es organizado por la cofradía del Santo Sepulcro desde la iglesia Mayor, y la otra, la de Nuestra Señora de la Soledad, que efectúa su salida en la noche desde la iglesia de Capuchinos. Ésta última lo hace con un único paso, el de su titular mariana, hasta el año de 1952, momento en el que la Virgen de la Soledad se verá acompañada con una imagen de Cristo Yacente que es adquirida al granadino Enrique del Moral. Finalmente, en 1956, la cofradía acordará trasladar su ejercicio penitencial al sábado santo para evitar las complejidades que derivan de su ejecución con escasas horas de diferencia.
En su esencia, la salida extraordinaria de la imagen de Nuestra Señora de la Soledad ha logrado cautivar el fervor y el corazón devoto de los vecinos del barrio, pues nunca antes la titular había procesionado en exclusividad por las calles que conforman explícitamente su demarcación. La salida procesional estaba prevista para las 20:00 hrs de la tarde desde su casa hermandad, sita en la calle Santa Ana, y hasta allí acudió un expectante público que se arremolinó en las aceras para rendir tributo de fe a la que es Reina Madre del Sábado Santo.
Dentro de la casa hermandad, y en un ambiente pleno de júbilo, se hacían presentes los hermanos cofrades, camareras de la Virgen, hermanos de luz y corporaciones y autoridades invitadas al acto. En los minutos previos, el hermano mayor de la cofradía, Reinaldo Tarragona, tomaba la palabra para saludar a todos los presentes y agradecerles su presencia en este señalado acto que recordaba una fecha histórica, la de su fundación corporativa, y la subsiguiente salida penitencial en la semana santa motrileña.
Puntualmente, en el exterior, y en presencia de su hermano mayor, la hermana María Victoria García-Luján Sánchez procedía a dar los tres toques consabidos en la puerta de la casa hermandad para llamar a la procesión a salir a la calle. Su designación no ha sido casual, pues venía conferida por la junta de gobierno en acto de gratitud por el trabajo desarrollado durante años por toda la familia Luján-Sánchez, en la que no hay que olvidar la figura de uno de sus fundadores, Rafael García Luján padre, que durante mucho tiempo ejerció el cargo de hermano mayor. Paralelamente, José Molina Pérez, en su calidad de miembro del cuerpo de capataces, hacía la primera “levantá”, dado que por cuestiones laborales no iba a poder desarrollar su labor en el cortejo. Asimismo, se hace preciso destacar que el consiliario de la cofradía, D. Antonio Rodríguez Hervás, provisto de capa pluvial, se pudo incorporar al séquito en la calle Depósito, ya que tuvo que presidir la santa misa de la tarde en la iglesia de Capuchinos.
De seguida, el cortejo procesional se ponía en marcha a lo largo de toda la calle Santa Ana, figurando a su cabeza la cruz parroquial que iba flanqueada por dos faroles sevillanos. Tras la cruz, se disponían las cofradías y hermandades de la ciudad en orden de su tipología y antigüedad. Así, en primer lugar, lo hacían las hermandades de Gloria, figurando a su frente la hermandad de Nuestra Señora del Carmen del Varadero, seguida de la Real e Ilustre Hermandad de la Divina Pastora, la Real Hermandad de la Virgen de las Angustias y la Muy Antigua Real e Ilustre Hermandad Sacramental de Nuestra Señora de la Cabeza, Patrona de Motril. A continuación, las cofradías y hermandades de penitencia, ostentando su lugar la Hermandad Sacramental de la Santa Cena y María Santísima del Amor (2007), seguida de Archicofradía del Dulce Nombre de Jesús y Santa Vera Cruz (1991), la Oración de Nuestro Señor de la Humildad en el Huerto de los Olivos y María Santísima de la Victoria (1987), la Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor (1987), la de Nuestro Padre Jesús de Pasión y María Santísima de la Amargura (1985), Jesús del Perdón y María Santísima de la Misericordia (1984), Nuestro Padre Jesús en su Entrada en Jerusalén y Ntra. Sra. del Rosario (1967), la del Santísimo Cristo de la Salud y Nuestra Señora del Mayor Dolor (1966), Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Esperanza (1947) y la cofradía del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores (1931). Y, tras ellas, la representación de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la ciudad. A destacar que todas han lucido en su frente sus correspondientes guiones y “bacalas”, que han conferido a la procesión un serio, riguroso y vistoso colorido en su representación.
Finalizado el tramo de las corporaciones penitenciales, ha continuado la sección de hermanas y hermanos de luz, a cuyo término se ha situado el nuevo guion de la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, que es un auténtico estreno en la noche. Preside éste el escudo corporativo, que ha sido actualizado y rediseñado por el artista Jesús Ortega Fernández. Además, entre motivos vegetales barrocos, aparecen algunos de los atributos de la pasión tales como la columna donde figuró atado Jesús, los sagrados clavos, los flagelos y las tenazas para el desenclavar el cuerpo de Cristo. También figura en la parte inferior una cruz con las escaleras como símbolo del descendimiento, una lanza y la caña con la esponja empapada en vinagre que se le ofreció a Jesús para saciar su sed. El guion ha sido pintado sobre tejido de damasco de color negro, y es obra del taller de “Arte y Restauración Jesús Ortega Fernández”, habiendo sido enriquecido con hilo de oro, lentejuelas y canutillos que han sido confeccionados por la bordadora motrileña Elena Burgos.
Tras el guion figura una ante-presidencia institucional que encabeza la concejala de Participación Ciudadana, Dª Inmaculada Torres Alaminos, y el concejal de Juventud, D. Gerardo Romano Ortega, además de un representante del cuerpo de bomberos de la ciudad. Le sigue una comisión del cuerpo de la Guardia Civil, que lo hace en calidad de hermanos honorarios, y la presidencia oficial que ostenta la alcaldesa de la ciudad, Dª Luisa Mª García Chamorro, D. Luis Sánchez Chozas, capitán jefe de la VI compañía de la Guardia Civil de Motril, y D. Ramón Mesa en representación de la Agrupación de Voluntario de Protección Civil. Tras ellos, una comisión de la junta directiva actual que componen D. Saturio González, D. Manuel Moreno Valle y D. José Tirado Molina, seguidos de la propia de antiguos directivos en la que se hacen presentes D. Jesús Cobos Morales, D. Rafael García-Luján Sánchez, D. Marcelo Roldán, D. Manuel de la O Rodríguez y Dª Gloria Utrabo Prados, que lo hace en memoria de su padre, D. Francisco Utrabo.
Sigue, a continuación, el estandarte de Nuestra Señora de la Soledad junto al que se dispone su cuerpo de camareras en traje de mantilla. Tras ellas, la comisión directiva que conforman Dª María Carmen Prieto Álvarez, Dª Ángeles Hernández Fernández y Dª Aurora Almendros. Con ellas, una nueva presidencia que componen D. Jesús Ortega Fernández y D. Abraham Ortega Moreno, en calidad de vestidores de la titular mariana, Dª María Luisa Prieto Álvarez como vice-hermana mayor y Dª Dolores Almendros Rubiño como directiva. Una representación del Grupo Joven de la cofradía ataviado con los colores propios corporativos, el negro y el amarillo, se ubica en el cortejo para repartir entre el público fotografías de la titular mariana. Y, tras ellos, el cuerpo de acólitos con su pertiguero en el centro y los correspondientes incensarios. Ambos preceden al paso de Nuestra Señora de la Soledad, que se alza majestuosamente sobre la canastilla perfectamente iluminada en la noche con una candelería que ha permanecido encendida durante todo el trayecto gracias a la bonanza del tiempo.
Para esta solemne ocasión la Virgen de la Soledad ha sido ataviada por su vestidor, D. Jesús Ortega, luciendo una saya brocada de color blanco que la distingue del tradicional color negro y de luto que porta cada sábado santo. Con ello se ha pretendido recuperar la impronta antigua de la Virgen que se deja ver en numerosas fotografías y que constituye un guiño a esos LXXV años de historia continuada tras su fundación corporativa. Asimismo, exhibe toca de “sobremanto” y corona en baño de oro que recientemente ha sido restaurada, así como el tradicional manto de estrellas que le es tradicional. Tras ella, la cruz antigua de forma plana y con destellos de oro, en recuerdo de su peculiar salida penitencial en sus primeros años de vida cofrade.
Por lo que respecta al exorno floral, ha sido confeccionado por el taller de “Arte y Restauración Jesús Ortega Fernández”, quedando compuesto por seis ánforas y un friso alrededor de la canastilla del paso y dos centros en los lados de la cola del manto. En esta ocasión se ha optado por una tonalidad clara, suave y de color pastel, en la que se han dejado ver rosas de color blanco, lila, rosa “mini salmón”, “alstromerias” y distintos tipos de helechos, entre los que ha destacado el “coral” tintado en oro.
El paso de la Virgen ha marchado dirigido por su tradicional capataz, Javier Salgado Díaz, asistido por Miguel Caparros, Juan Miguel Benavides y Javier Salgado “junior”. Tras ellos ha marchado la Banda de Música Sinfónica de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad de Málaga, que preside Alejando González, siendo su director, el maestro Narciso Pérez, que ha desplazado para la ocasión a noventa y cinco músicos. El conjunto, armónico y de una gran calidad, ha sonado en todo su recorrido con brillantez, dado que la banda compensa a la perfección la abundante madera de sus componentes con la profusión de metal a los efectos que las diferentes sonoridades marquen el paso de manera óptima a la titular mariana. Así, se han dejado sentir conocidas marchas de tono alegre como compete a una procesión extraordinaria, en la que se hace preciso destacar dos bellas composiciones propias de la banda como son “A la Madre de la Trinidad” y “Coronación de la Trinidad”, a las que se han sumado “Esperanza Macarena”, “Pasan los Campanilleros”, “Pasa la Virgen de la Candelaria”, “La Estrella Sublime” “Encarnación Coronada” o “Nuestra Señora del Patrocinio”, entre otras.
El itinerario prefijado por la junta de gobierno de la cofradía ha dispuesto el tránsito en toda su extensión por el propio barrio de Capuchinos. Así, partiendo desde la casa hermandad, ha continuado por calle Santa Ana, Manuel de Falla, Ernesto Mira, Depósito, Capricornio, Santísimo, Naranjos, Garcés Herrera, Naranjos, Gonzalo Hernández, Venezuela, Barranco de la Higuera, Carretas, Rambla de Capuchinos, Pío XII, Manuel de Falla, Santa Ana y, desde aquí, proceder al encierro cuando pasaban unos minutos de las 0:00 hrs de la madrugada. Precisamente lo hacía con dos señaladas marchas, la siempre sentida y admirada “Encarnación Coronada” y, de seguida, “La Madrugá” con la que se pudo verificar el encierro en su casa hermandad. Con el paso ya en su interior, la banda sinfónica interpretó con solemnidad la “Marcha Real”.
Con motivo de esta salida extraordinaria, la actual junta de gobierno ha querido incorporar unos estrenos que, además de los ya señalados, se hace preciso mencionar. Concretamente el del faldón del trono, donde figura bordado a mano el escudo de la hermandad. Asimismo, los adornos laterales de los respiraderos, con representaciones de la pasión como pueden ser los clavos de Cristo, el corazón con los siete puñales, el flagelo, la columna, la cruz con la escalera, la lanza con la mecha, la corona de espinas y las tradicionales jarras de agua para el lavatorio de los pies. También, destacar el guion, que como hemos indicado es diseño de Jesús Ortega, y cuyo armazón es obra de “Aragón y Pineda, orfebres y joyeros”, de Motril, que igualmente ha dorado la corona de la Virgen que luce para este día tan especial.
Jornada sublime, pues, la de este sábado “extraordinario”, que ha permitido ver en las calles del barrio de Capuchinos la imagen de Nuestra Señora de la Soledad en un mes nada habitual para ella y, además, por un itinerario marcado en su propio barrio, lo que ha permitido que los vecinos se vean gratificados en su fe y en su devoción al paso de la imagen sagrada.