EL FARO, CON MOTRIL Y SU SEMANA SANTA: SALUD Y CONSUELO DESPLIEGAN DEVOCION A SU PASO POR LAS CALLES DE MOTRIL

      Domingo A. López Fernández

Fotos: EL FARO

La cofradía de los Estudiantes ejercita su santo vía crucis en la tradicional procesión del miércoles santo

A las puertas de un puente festivo que es tradicional en toda España y que hace regresar a todos los naturales hasta sus lugares de origen y, como no, a todos aquellos que se toman unas pequeñas vacaciones buscando el sol y la playa en los destinos de la costa tropical, llega ahora un miércoles ansiado, con dos corporaciones penitenciales en las calles de Motril. A temprana hora de la tarde hace su salida procesional la cofradía de penitencia del Santísimo Cristo de la Salud y Nuestra Señora del Mayor Consuelo, conocida popularmente como de “los Estudiantes”, por haberse fundado en el colegio de San Agustín. La otra corporación lo hace algo más tarde, en el tránsito de la noche a la madrugada del jueves y lleva por nombre el de la Fervorosa Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor. Ambas, confieren color, olor y sonidos a una fina estampa de un miércoles santo que da esplendor y realce a la penitencia pública por las calles de la ciudad.

Fiel a su cita, la cofradía del Santísimo Cristo de la Salud tiene fijada su salida corporativa para las 20:00 hrs de la tarde en la gran explanada que se extiende frente a la iglesia de la Victoria, lugar que se queda pequeño ante la gran afluencia de gente que se concentra para contemplar el primer desfile procesional del día. Minutos antes de la hora prefijada, el cortejo penitencial de los “Estudiantes” se despliega a lo largo de la avenida de San Agustín, a la espera de su partida. Con puntualidad, a las 20:00 hrs, el vice-hermano mayor de la hermandad se hace acompañar del joven cofrade Adrián Sabio para que éste realice los consabidos tres golpes que llaman a la salida de la procesión a la calle. Este gesto lo ha tenido la cofradía en agradecimiento al cante que todos los años realiza el coro “Amigos del Rocío” a sus dos titulares y del que el mismo Adrián Sabio forma parte.

Como todos los años, la salida del Santísimo Cristo de la Salud resulta espectacular en su esencia de fe. Enfilando la imagen el dintel de la iglesia, el coro “Amigos del Rocío” le dedica su tradicional cante “Al Cristo de la Salud” y una saeta que ha sido interpretada magistralmente por la joven componente del grupo María Cristina Gálvez Rodríguez. Igualmente, la Virgen del Mayor Consuelo, ha tenido dedicada una salve que ha sido muy aplaudida por la inmensidad de personas que se han postrado a sus pies. Finalmente, el vocal de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Motril, Jesús Ortiz, ha dedicado unas palabras al significado del día, “la noche más larga, la noche en que se rasga el cielo y se dibuja la cruz del Hijo de Dios clavado con los pecados del hombre. Es el precio de la salvación, es el precio previo a la Resurrección”. Como bien expuso ante los presentes, “el Cristo de la Salud es el símbolo de la más arraigada fe, de la oración que se escapa, del susurro de todas aquellas personas que le visitan pidiendo por sus familiares, por ellas mismas, como ese aliento que reconforta y llena el corazón de paz”. Finalmente, aludió a la fe que inunda la ciudad con su imagen, “pues en ti creemos, en ti confiamos, en ti depositamos nuestro amor hacia ti, y hoy te lo demostramos acompañándote por las calles de Motril”.

Iniciado el cortejo, abren su marcha tres tambores que marcan el paso de la cruz guía y los dos faroles de escolta que le asisten. Le sigue, inmediatamente, el Banderín del Grupo Joven, que es estreno de este año y que ha sido realizado por el taller de “Arte y Restauración Jesús Ortega”. Figura éste pintado en tela de damasco de color burdeos, el propio de la cofradía, dejando ver en su frente dos cartelas con las imágenes de los dos titulares y, en la parte superior, un ángel. Tras él, la amplia “pavera de niños” tocados de hábito penitencial y capelina de color burdeos sobre sus hombros, que marchan con pequeñas cruces de madera y repartiendo fotografías de ambos titulares.

El tramo penitencial viene abierto por el estandarte titular con escolta de dos báculos y las dos filas de hermanos portando cruces de madera. En su centro, el estricto carácter de penitencia lo marca un hermano de hermandad portando una pesada cruz sobre sus hombros, a imitación de la que llevó Jesucristo en su camino al calvario. Y, con él, el libro de reglas que da paso a la representación oficial, que ostenta en el día el vice-hermano mayor, Juan Carlos López Rodríguez en traje penitencial, junto a la alcaldesa de la ciudad, Luisa Mª García Chamorro, y la representación del Hospital de Motril y Cruz Roja en su distinción de hermanos honorarios. Un joven cuerpo de acólitos ha precedido al paso del Santísimo Cristo de la Salud que es llevado brazo en alto por su propio cuerpo de hermanos portadores. Son un total de diez hermanos, con cuerpo de refuerzo que les amplía hasta veinticinco y que están dirigidos, a toque de campana, por su capataz, Juan Sánchez Ruiz, asistido en su labor por Rafael Godoy y Fernando Vinuesa Rodríguez.

La representación de la orden agustina sigue al paso de Cristo, ostentada en esta ocasión por el vicario, Padre José María Sánchez Martín y el anterior consiliario de la corporación, Padre Jesús Ángel Sainz Verano. A continuación, dos largas filas de devotos con velas en las manos, que constituyen la imagen fiel de esta cofradía en la calle y su devoción al titular cristífero.

La sección mariana de la Virgen del Mayor Consuelo figura ahora abierta con el estandarte mariano, seguida por las filas de hermanos de luz portando cirios de cera blanca. Le sigue el emblema de la “bacalá” corporativa escoltada por dos báculos y la representación del cuerpo de “madrinas” de la Virgen. Finalmente, la representación del consiliario, Padre Antonio Manuel Martín Blanco, junto a la secretaria de la corporación, Antonia Pilar Salcedo. 

El cuerpo de acólitos con incensario precede ahora al paso de la titular mariana, Nuestra Señora del Mayor Consuelo, radiante en su porte y con toda la candelería encendida. El paso marcha portado por una cuadrilla compuesta exclusivamente por mujeres y es comandado en labores de dirección por Yolanda Rodríguez Maldonado, que ocupa en la actualidad el cargo de hermana mayor, e Isabel Rodríguez y Mari Carmen Marcos como contraguías. Cierra finalmente la procesión la Banda Municipal de Pitres que interviene por segunda vez de forma consecutiva y que ha desplazado para la ocasión a cuarenta y cinco músicos que van dirigidos por su maestro, Miguel Ángel Nieves Pérez. Merece la pena destacar el buen toque y armonía de sus instrumentos musicales, que han brindado a la concurrencia una selecta composición de marchas de las llamadas serias, con significativos títulos como “La Madrugá”, “Mayor Dolor”, “Caridad del Guadalquivir” o “Soledad Franciscana”. Igualmente, señalar que al encierro la titular mariana ha recibido la marcha “María”, que ha sido tocada  por la banda por primera vez.

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El itinerario dispuesto por la cofradía para este año de 2023 ha partido desde su sede canónica para continuar por la avenida de San Agustín, Zapateros, Jardinillos, Carrera, Tecla, Cruz Verde, Gaspar Esteva, Emilio More, Díaz Moreu, Romero Civantos, Plaza de España, Puerta Granada, Rambla del Manjón, Cañas, Rambla del Carmen, Buenos Aires, Monjas, Cañas, Rambla del Manjón, Señor de Junes, Ruiz, San Agustín y de aquí proceder a su encierro en la Iglesia de la Victoria, acto que se ha verificado pasados unos minutos de la una de la madrugada. Sin duda, merece la pena destacar el momento de especial significación de la salida de las dos imágenes titulares, con el canto del grupo rociero y la sentida “petalá” que se le confiere desde las torres de la iglesia y el canto del “Mater Dolorosa” que le ofrendan las Madres Agustinas Recoletas Nazarenas en la puerta de su convento. Asimismo, la saeta que le ha dedicado al Cristo el cantante Miguel Garena minutos antes de su clausura en la iglesia. Impresionante, sin duda, ha sido este momento final, con un público fiel que no se pierde este instante único e irrepetible en el que las dos imágenes titulares son enfrentadas junto al pórtico de la iglesia.

Con ello, en la “madrugá”, se daba fin al cortejo del miércoles santo que ha sido arropado en todo el itinerario por un público devoto y considerado y a remanso de ese especial sentimiento que despliega la imagen del venerado crucificado y su Madre del Mayor Consuelo.

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