EL FARO
Esta cuarta edición fue inaugurada anoche por la embajadora de Lituania en España, por María Eugenia Rufino, alcaldesa de Salobreña y por Alexis Soriano, director artístico del Festival. El concierto inaugural de la IV edición del Festival Alborada Clásica conmovió al público, tanto por la calidad de las obras elegidas como por la profundidad y calidad de sus intérpretes
Anoche, en la localidad granadina de Salobreña se celebró el concierto inaugural de la cuarta edición del festival de música ‘Alborada Clásica’ que contará con multitud de actividades desarrolladas en la localidad de la Costa Tropical hasta el próximo 11 de febrero.
El concierto de ayer fue simplemente extraordinario: un programa sorprendente con la orquesta de cámara de Kláipeda y unos intérpretes de primer nivel que consiguió transportar a los asistentes por un sorprendente viaje musical y emocional.
El concierto fue inaugurado por Alexis Soriano, director musical del Festival, que dio paso a la Embajadora de Lituania quien comentó que se sentía muy orgullosa de poder asistir al concierto “dedicado a las víctimas de la brutal invasión de Rusia a Ucrania”. La alcaldesa de Salobreña, María Eugenia Rufino, dio por inaugurado el Festival comentando que “Alborada Clásica se ha consolidado como la oferta anual de música clásica en la localidad, una cita que espero tenga una larga vida en nuestro municipio”.
El maravilloso programa que se pudo escuchar anoche en el Auditorio de Salobreña comenzó con la obra ‘Verano’ de la lituana Zibuoklé Martinaityté, un delicado lamento minimalista. A continuación, dos obras contemporáneas compuestas por dos mujeres ucranianas, la primera de Hanna Havrylets con su obra ‘Chorale’, la voz de todo el pueblo ucraniano narrando su dolor. Y la segunda, ‘Farewell to Light’ de Bohdana Frolyak, estreno mundial, anoche interpretada de forma soberbia por la mezzosoprano lituana Justina Gringyte, de quien el Times ha llegado a decir que “además de su impecable técnica, cuenta con una torrencial y potente voz”.
Después de estas tres primeras obras, la orquesta interpretó ‘Metamorfoseando’ del argentino Gerardo Gardelin, una pieza que nunca antes se había podido escuchar en el continente europeo, una fantasía en la que se pudieron reconocer reminiscencias del tango, de Bartok y de la música cinematográfica.
El gran pianista Jorge Marcet interpretó brillantemente ‘Suite ingenua’ del poco reconocido compositor español Antonio José Martínez Palacios, una composición para piano y cuerda en tres movimientos con profundas raíces en el folclore popular burgalés y español. El concierto culminó con Divertimento en Re mayor de Mozart, que terminó llenando el auditorio de luz, alegría, plenitud y color.
Hasta el próximo 11 de febrero se celebrarán conciertos diarios en el Auditorio de Salobreña, excepto el domingo 5 de febrero que se celebrará en el Centro de Convenciones del hotel Salobreña Suites y el lunes 8, que no habrá concierto. Las entradas se pueden adquirir en la página web del festival, https://www.festivalalborada.com/taquilla/, o en la taquilla justo antes del concierto, o en la Casa de la Cultura de Salobreña.