Domingo A. López Fernández
Fotos: EL FARO
Entrevista a Emilio González, artífice del Belén de la iglesia Mayor
Vivimos en estas fechas un tiempo soñado por todos. Es tiempo de nostalgia, de reencuentros, de evocaciones, de sentimentalismos, aquellos precisamente que traen a nuestra memoria las vivencias de nuestra infancia y los recuerdos de los que ya no están con nosotros. Pero la Navidad es algo más, sin duda, una fiesta entrañable de origen cristiano que conmemora el nacimiento del Niño Jesús. Desde comienzos del mes de diciembre las casas se inundan de elementos propios de estas fechas tales como iluminaciones extraordinarias, las coronas, las campanas, las velas, árboles y numerosos elementos decorativos, aunque por encima de todos se encuentra el tradicional Belén que recuerda la natividad del Niño Dios en un pesebre en compañía de la Virgen María, San José y los Reyes de Oriente que ofrecen los presentes de oro incienso y mirra a quien es luz de vida.
Es tradición que todas las casas erijan en un lugar privilegiado del salón de estar el Belén, la recreación del nacimiento del Niño Jesús, unos con mayores dimensiones que otros, también con mayor o menor profusión de figuras, unas más artísticas que otras, aunque son básicas el Niño Dios en su pesebre y las imágenes de su Padre, San José, y su Madre, María. El Belén hogareño permanece encendido durante todo el día, pues se pretende que esta llama de luz llegue desde el fondo del corazón a todos aquellos que se encuentran sumidos en la soledad y el sufrimiento. El Belén es, desde luego, un mensaje de paz y de esperanza para todo el mundo y este año, más que nunca, va dedicado al pueblo ucraniano que se ha visto sumido en una guerra sin razón que ha iniciado sin fundamento alguno el presidente de Rusia.
Durante estos días las parroquias de Motril, instituciones públicas y privadas, cofradías y hermandades, comercios del centro y el extrarradio, residencias y asociaciones…, etc. muestran al público sus tradicionales Belenes y, fiel a sus principios, un programa decano como el de Radio Motril lleva a cabo su mensaje de paz y la tradicional subasta de productos para sufragar la cabalgata de la ilusión. Con sus aportes la Asociación pro cabalgata de Reyes hará conducir por las calles de Motril a los Reyes de Oriente en sus brillantes carrozas para trasmitir la ilusión entre los más pequeños y mayores, pues no olvidemos que en sus prolegómenos, los Reyes de Oriente visitarán todas las residencias para hacer entrega de sus regalos a los personas internas. Es un día grande donde los sueños de todos se hacen realidad para recordar el momento en el que el Niño Jesús fue adorado por sus Majestades y le ofrecieron sus presentes.
Con motivo de estas fechas tan entrañables hemos visitado el Belén armado en la iglesia Mayor, el más grande y más espectacular de todos los erigidos en las parroquias de Motril. Y, con ello, hemos querido entrevistar a su artífice, el motrileño Emilio González Carrillo, para que nos traslade las particularidades e historia del Belén. He aquí las palabras que ha expuesto a la redacción de EL FARO.
Emilio González es motrileño, persona muy conocida y decana en la construcción de belenes, tanto para instituciones como para particulares. El mismo erigía el suyo en el comercio familiar y vendía al público las figuras que componen el Nacimiento, algunas de ellas verdaderamente artísticas y no habituales de encontrar. Era su hobby y con el vibraba de ilusión trasladando a su mente la composición que pretendía darle al mismo para generar la ilusión que un hecho histórico había de marcar a la humanidad. Con ello, preguntamos a Emilio:
P.- Emilio, cuantos años llevas haciendo el Belén en la iglesia.
R.-Descontando los dos últimos de la pandemia en la que no se ha podido hacer, son 24 años.
P.-Cada año cambia su diseño. ¿Cómo te planteas erigir la que es, sin duda, una obra de arte religioso?
R.-Todos los años me planteo una idea y dependiendo del lugar de su ubicación analizo la composición y partiendo de lo que es el Nacimiento voy adaptando las figuras del Belén. Este año he dispuesto el castillo de Herodes allí en alto porque en el hueco bajo he adaptado una cueva al lado de la posada con las figuras principales. También he colocado como novedad en este año el Arco de Constantino y el Puente de Alcántara, dos obras de arte reconocidas por la humanidad. Tenía pensado unir los dos monumentos, pero al colocar al pueblo en la parte baja, queda más bonito en la distancia y en la altura. La realidad es que ya estoy pensando en el diseño del próximo año. La idea es esa; me centro en la idea principal y con las piezas que tengo voy adaptándome a lo que yo quiero.
P.-Como bien has dicho, el Belén incorpora en este año dos obras de arte, el arco de Constantino y el Puente de Alcántara. ¿Son obra tuya y reproducciones fidedignas?
R.-Desde luego y me ha llevado largo tiempo su construcción. Son obras muy laboriosas, con muchos detalles y las medidas son fidedignas, pero a ojo. El puente de Alcántara, por ejemplo, está inacabado, son seis arcos los que lleva y aquí falta todavía uno. Ten en cuenta que incorpora más de 2700 piezas de madera con idea de que perdure y no se rompa, pues en cartón, proes pan o polietileno se rompería con el tiempo.
P.-Veo aquí una dedicatoria del Belén de este año a Francisco Puga. ¿Qué has querido hacer con ello?
R.-Pues un homenaje a quien fue mi colaborador durante 24 años. Siempre se ofrecía a hacer cualquier cosa y a la hora que fuese, incluso de noche. Siempre estuvo dispuesto a colaborar y su contribución era bastante provechosa, por ejemplo, era el encargado de la instalación eléctrica del Belén y también colaboraba en el arreglo de las piezas que se habían deteriorado. En este año, lamentablemente, nos dejaba por un traicionero infarto. A él va dedicado el Belén de 2022.
P.- ¿Cuándo surge la afición de montar el Belén?
R.-Desde siempre la he tenido en mi casa. Me han gustado de siempre los belenes, y la tradición de montarlo en la iglesia Mayor surgió en una reunión de amigos, entre ellos José Luis Bosch y Fernando Guzmán. Todos echaron una mano.
P.- ¿Cuánto tiempo te ha llevado montar el Belén?
R.-Pues entre diez y doce días. Todos los pasajes tienen un gran detalle, por ejemplo la carpintería en alusión a San José, una mujer dando de comer a los pollos, la herrería, un mercado, los Reyes Magos en sus camellos que llegan de Oriente, y por ello, a la derecha, se encuentra el desierto de Egipto. Figuran igualmente las tres pirámides, Keops, Kefrén y Micerino, el arco de Herodes, una cuadra antes dedicada al Belén, pero hoy reubicada como un corral o posada y la cueva. El Nacimiento está en el centro principal porque debe ser la figura a destacar en todo el Belén. También incorpora un rio, cuya agua desemboca en el lago y se puede ver igualmente una noria grandiosa que en sus primeros tiempos giraba, pero que tras los dos años de inactividad no funciona ya que tiene partido el eje. Y destacar, igualmente, la Anunciación de la Buena Nueva a los Pastores, escena grandiosa, desde luego. En mi fuero interno intento documentarme viendo películas antiguas en las que aparece la vida de Jesús.
P.- ¿A quién pertenecen las figuras del Belén?
R.-Muchas son mías. Los primeros años la Agrupación de Cofradías donó los Reyes Magos y el Nacimiento y tengo que recordar las figuras de Mari Tere Bustos y Fátima del Valle, que colaboraron bastante. Tengo que decir que todavía hay una modificación que hacer, pues a partir del día 24 se van a eliminar los Reyes subidos a los camellos y van a aparecer adorando al Niño Dios. El Belén va a permanecer montado hasta el día 13, fiesta de los terremotos, que es viernes.
P.-Quienes han sido los artífices de este Belén de 2022?
R.-Pues he tenido la ayuda de mi hija, Lourdes González Robles, José Juan Acien Palencia y Genaro González Hernández. Armar el Belén no es tarea de una sola persona, pues es muy complicado y hay que mover mucho material, la estructura es de hierro y los tableros son de aglomerado para sustentar el peso. Otros años han colaborado amigos como Paulino Chamorro, Antonio Jiménez Chamorro, Juan Luis González Jiménez, Fernando Guzmán, José Luis Bosch Posadas y algunos más.
P.-La recreación de Egipto está muy bien plasmada, que me puedes decir de ello.
R.- Tienen un gran detalle, por ejemplo en la esfinge se puede ver el sarcófago, y a su lado hay una jaima para significar que los Reyes Magos vienen de Egipto. La esfinge está construida con tacos de cajas de fresas y es una reproducción fidedigna en la que se puede ver el rabo y las patas de tan inmensa figura. E, igualmente, las pirámides también se han realizado con los tacos de madera de las cajas de fresas que hacen los escalones. Todo a base de madera, como el castillo, que proviene de pales cortados y tallados a mano y pegados sobre una estructura.
P.-La tarea de desmontaje es más fácil que el montaje?
R.-Desde luego. Para montarlo se necesitan 12 o 14 días y para el desmontaje son 3 o 5 días. Hay que retirar las piezas a la sacristía y el castillo y otras piezas con los tableros van al campanario, de la misma forma que la estructura de hierro. Para el año que viene ya tengo pensado su nuevo diseño, en el que posiblemente se ubicará la reproducción de la iglesia Mayor en la parte de arriba. Tengo ya los planos originales de la iglesia y tengo ganas de empezar a hacerlo, pero todavía tengo que terminar el ojo del puente de Alcántara.
P.- ¿Satisfecho con tu obra?
R.-Desde luego, pues viene gente de todos los sitios a verlo. Vienen a verlo y disfrutan, y es lo que le dije al párroco, lo que vale es que venga la gente a la iglesia y vean el belén para disfrute de pequeños y mayores. Siempre hay algún detalle que se pasa y cuando vuelven a verlo se sorprenden de la recreación. El Belén, a juicio de muchos, es el más grandioso de todo Motril y eso que es la mitad de lo que hacia los primeros años. Antes lo hacía en el coro, junto a la pila bautismal. Era inmenso, pero por razones de la parroquia, la pila bautismal debe quedar libre para su uso en los bautizos. Desde el coro se trasladó hasta el lugar que ocupa hoy y más tarde en el lado derecho del crucero. Era entonces circular y recuerdo que se pudo concluir un día a las seis de la mañana. Otro año se pudo hacer en la capilla del Sepulcro, también espectacular, pues se podía ver desde la altura del antiguo coro.
En plena entrevista hemos podido recabar, igualmente, la opinión del párroco, D. José Albaladejo, a quien también le hemos pedido que diga unas palabras a los lectores de EL FARO, quien nos ha referido que es una auténtica obra de arte. Tiene tras de sí muchas horas de trabajo, mucha paciencia y mucha inteligencia; hay que ser bastante inteligente para hacer esta obra y, afortunadamente, hay personas que tienen ese don, esa esa gracia. Los belenes siempre han sido parte de la historia del cristianismo y tienen que seguir siéndolo gracias a Dios. Temíamos cuando salió el árbol de navidad que se iba a desbancar a los belenes, incluso con aquellas famosas polémicas en colegios en las que se prohibían hacer los belenes, pero por suerte se está volviendo a saborear y representar el nacimiento de Dios. De la misma forma que sacamos nuestra fe pública a la calle con nuestras procesiones, también hacemos pública nuestra fe en nuestros hogares y tenemos presentes la figura del Dios que nace en la casa. Precisamente ahora vengo de bendecir un Belén, el de la Veracruz, y los otros días lo hice con el del Santo Sepulcro. Por tanto he de decir que el Belén no solamente es cultural, sino una tradición que le da el valor religioso que debe tener. En estos días están viniendo muchos colegios por las mañana, el ultimo ha sido el de Ave María Esparraguera, en el que los niños se han mostrado encantados; es una catequesis que vean el Nacimiento, y se aprovecha para explicarle los detalles, los Reyes Magos, la estrella, y el color de la piel de las figuras es una manera de representar a toda la humanidad, europeos, asiático y subsaharianos representan a la humanidad. La obra de Emilio es impagable, pues con pocos medios realiza una obra inmensa y, por tanto, desde aquí agradezco su colaboración de todos estos años.
Dejamos, pues junto al Belén al párroco y a su artífice, Emilio González, que al unísono animan a todo Motril a visitar el Nacimiento de la iglesia de la Encarnación y a repetir su visita, pues seguro que en cada momento van a poder ver algunos señalados detalles que pasan desapercibidos. Al tiempo, felicitamos a ambos desde EL FARO por esta importante iniciativa que lleva a toda la feligresía la buena nueva del Nacimiento del Hijo de Dios, pasaje histórico que en ningún otro sitio de la ciudad aparece tan documentado como en la iglesia de la Encarnación. Agradeciéndole de antemano su colaboración, desde EL FARO les deseamos FELIZ NAVIDAD.