Redacción EL FARO
Fotos: EL FARO
Los rocieros de la Costa Tropical que acompañan al Simpecado de Granada, llegan al puente del Ajolí entrada al Rocío y fin del duro camino
El miércoles y jueves fueron días de los especiales para los rocieros, el paso del Quema y la presentación de hermandades en el templo de Villamanrique de la Condesa.
Llegamos al vado del Quema, lugar de iniciación de los nuevos rocieros que desean ser bautizado y mágico por los recuerdos y los sentimientos acumulados. Se baila y se reza con la alegría de los que se sienten rocieros. Se canta y se llora. La Vigen cada vez está más cerca. Se puede creer o no, sentir o no pero ser rociero en estos momentos es una forma de vida que se expresa con cantos y alegría.
Llegamos a Villamanrique de la Condesa, lugar obligado de paso de muchas Hermandades y Granada, de manera especial este año ha cumplido con el ritual. Llantos de recuerdos y alegría. Ya estamos a las puertas de la Raya Real, ”avenida inmensa” hacia el Rocío.
Ya, este viernes, último día de camino, Raya Real y palacio hará llegar al puente del Ajolí entrada al Rocío y fin del duro camino.
Cantos, vivas, las mejores sevillanas, abrazos y los sentimientos a flor de piel. Lágrimas en los ojos, alegría y al mismo tiempo tristeza.
Sevillana de un motrileño rociero
Al llegar al Ajolí,
se hace un nudo en la garganta.
Se hace un nudo en la garganta,
al llegar al Ajolí,
se hace un nudo en la garganta,
al llegar al Ajolí,
se hace un nudo en la garganta.
Se hace un nudo en la garganta,
el camino está en su fin,
la sevillana se canta,
el camino está en su fin,
la sevillana se canta.
Y se me nublan los ojos,
con lágrimas de romero,
con lágrimas de romero,
pa volverlo a repetir,
se pasará un año entero.