Sonidos, olores y colores para una Semana Santa que reaviva la tradición

      Domingo A. López Fernández/EL FARO

Fotos: EL FARO

El Grupo Joven de la Hermandad del Gran Poder inaugura la nueva etapa de los cortejos procesionales en la ciudad

Tras dos años de ausencia, los cortejos penitenciales de la ciudad han vuelto a reanudar la tradición  de conmemorar en la calle los pasajes clave de la pasión y muerte de Cristo. Como en numerosas poblaciones de Andalucía, el sábado de pasión trae ya las primeras manifestaciones públicas de fe, si bien, aquí, en Motril, quedan protagonizadas por dos procesiones que no se encuentran agregadas a la carrera oficial del centro de la ciudad. Se trata de la procesión del Grupo Joven de la Hermandad del Gran Poder y la del Cristo de la Fe que pone en la calle la hermandad de la Santa Cena. Podrán no estar sujetas a su paso por la tribuna oficial, pero, desde luego, son ejemplo vivo de la reafirmación de la fe del pueblo que contempla esos cortejos sacros bajo una sagrada imagen de Cristo  con una concreta y particular advocación.

La procesión más temprana en salir a la calle ha sido la del Grupo Joven de la Hermandad del Gran Poder, que lo hacía a las 17:00 hrs de la tarde desde la sede corporativa que se encuentra enclavada en la popular calle de las Cañas. Puntualmente, la junta de gobierno de la sección juvenil del Gran Poder se hacía acompañar del hermano de hermandad Antonio Miguel González, conocido popularmente como Miguel Garena, para que protocolariamente hiciese los consabidos golpes en el portón que dispone la salida del cortejo procesional a la calle. De seguida, en el mismo interior de la casa hermandad, se procedía a la primera “levantá” del paso que ha sido dedicada a Juan Carlos Rodríguez Fortes, hermano de hermandad fallecido en el mes de octubre de 2020 y a quien cupe el honor de haber sido el impulsor de esta sección juvenil que hoy recorre las calles del barrio de las Monjas.

Inaugurado el tramo procesional, se organizaba en la calle el cortejo sacro que abría su marcha con la cruz guía en la que figura prendida la corona de espinas que portó el Salvador en sus sienes y el cíngulo penitencial que es característico de la hermandad. Dos faroles de frente de procesión flanquean este singular símbolo pasionista, al que siguen dos largas filas de niños con hábito penitencial que portan pequeñas cruces de madera. A continuación,  la representación juvenil que porta el libro de reglas y los atributos que  mortificaron a Jesús en su crucifixión, los tres clavos y la corona de espinas, ambos sobre cojines de terciopelo morado. Tras ellos, el guion corporativo del Grupo Joven y el cuerpo de acólitos con incensarios que previene el paso de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y su Madre Dolorosa. Sobre el paso, que realizó en su día el desaparecido Juan Carlos Rodríguez Fortes, se disponen las dos imágenes de pasión sobre una base  que se asemeja a una calzada de piedra a imagen y semejanza de la que ostenta el señero titular del miércoles santo y que aparece orlada por llamativos conjuntos florales que ha quedado a cargo de Flores Palmira. Hay que hacer destacar que la pequeña imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder fue realizada en barro cocido por el artista Jesús Ortega Fernández en el año de 2016.

Este año, el paso es portado por una cuadrilla de veinte costaleros que ha sido comandada por Marta Salvador en su labor de capataz, junto al hermano de hermandad Adrián Sabio y la contraguía Estefanía Castilla. Finalmente, ha cerrado la marcha la Asociación Musical Nuestra Señora del Carmen de Calahonda, que a lo largo del recorrido ha interpretado conocidas  marchas procesionales, entre ellas la “Salve”, “Cristo de los Favores”, “Pecador”, “Nuestro Padre Jesús de la Victoria o el “Himno de San Antonio”, entre otras.

La junta de gobierno de la hermandad del Gran Poder ha dispuesto este año un itinerario más corto de lo acostumbrado para facilitar la marcha a los jóvenes componentes y evitar su cansancio. El recorrido ha partido desde  la casa de hermandad y ha continuado por la calle de las Monjas, Jaime Ferrán, Travesía San Roque, San Roque, Gabriel Miró, Santiago, San Gil, Rambla del Carmen, Atlántida, Buenos Aires, Monjas y de aquí a su casa hermandad. El encierro de la procesión se ha verificado a las 20:30 hrs ante una inmensidad de fieles y vecinos del barrio que han querido arropar a estos jóvenes componentes de la hermandad en éste, el que es su reestreno procesional en el día del sábado de pasión. Previamente, el grupo vocal “Amigos del Rocío” ha querido despedir al cortejo penitencial con el canto de “Nazareno y Gitano”, en versión de Cantores de Híspalis, y “Niño Costalero” de Ecos del Rocío. La entrada del paso se ha verificado a los sones del himno de España, aunque previamente se ha podido escuchar la conocida marcha “Estrella y Reina del Cielo”. Ya en el interior de la casa hermandad, el paso ha sido mecido por su joven cuerpo de costaleros mientras la banda de música de Calahonda interpretaba la composición “Corazón de San Juan”.

Momentos significativos del cortejo penitencial del sábado de pasión se han podido contabilizar en concretos lugares de su itinerario, particularmente en la calle San Roque, en la que se ha dedicado a los titulares una saeta y una intensa “petalada”. Igualmente, la “levantá” que ha protagonizado el conocido costalero y cantor de paso Javier Carrasco, que con voz firme y valerosa ha dedicado a la cuadrilla “gente buena del gran Poder, el fututo del Gran Poder” y a toda la gente del barrio. Y junto a ella, igualmente, la “levantá” que  ha protagonizado el capataz de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, Francisco López Morales, junto al convento de las RR.MM Nazarenas.

Importante debut, pues, el que ha tenido el Grupo Joven de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder tras dos años de obligado paréntesis, en el que ha podido poner en la calle un cortejo ordenado, serio y con un carácter mucho más penitencial del que nos tiene acostumbrados.

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