R.E.F.
Es el caso del ferry de Balearia Hypatia de Alejandría que emplea este combustible para realizar la travesía con Melilla y durante su estancia en el puerto
El Puerto de Motril sigue trabajando para reducir la huella de carbono de su actividad industrial, como lo confirman los proyectos llevados a cabo recientemente en ese sentido, y desde hace unos días se ha unido al grupo de puertos españoles que suministra gas natural licuado en sus muelles. Es el caso del ferry de Balearia Hypatia de Alejandría que emplea este combustible para realizar la travesía con Melilla y durante su estancia en el puerto y con el que se consigue reducir un 30% las emisiones de CO2 a la atmósfera. Además, al tratarse de un combustible de alto rendimiento, el ruido que emite es prácticamente imperceptible, con lo que se mejora la calidad acústica y del aire en el entorno de los barrios portuarios.
Para el suministro de este tipo de combustible mediante bunkering, tanto el puerto como la naviera han tenido que desarrollar una serie de protocolos y obtener diferentes licencias relacionadas con el empleo del gas licuado.
Coordinar operativas
Puesto que el buque Hypatia de Alejandría realiza una escala corta en el Puerto de Motril, Balearia ha tenido que coordinador sus operativas de embarque y desembarque de vehículos y pasajeros para realizar la recarga de GNL, que puede durar aproximadamente una hora y media. Se trata del primer buque de la flota de la naviera que navega con gas natural, un combustible que reduce las emisiones de CO2 en un 30%, y las de NOx en un 80%,
Motril, junto a los puertos de Algeciras, Almería, Barcelona, Bilbao, Denia, Huelva, Málaga, Tenerife y Valencia, es de los pocos en España que tienen suministro de buque y de GNL, “lo más revolucionario y novedoso que existe en la industria naviera a nivel mundial”, ha indicado el presidente de la Autoridad Portuaria, José García Fuentes.
España ha realizado en 2020 un total de 741 operaciones de abastecimiento de gas natural licuado (GNL) para ser empleado como combustible en buques, el denominado ‘bunkering’, lo que ha representado multiplicar por cuatro las llevadas a cabo en el ejercicio anterior. El año pasado estuvo marcado por importantes modificaciones regulatorias que serán factores determinantes para acelerar la incorporación de este combustible marítimo sostenible.