Toñi Antequera ha lanzado un mensaje de agradecimiento a todos los vecinos del municipio que han colaborado, cada uno en su medida, y ha destacado que desde la corporación local se apostó desde el primer momento por dar seguridad, pero también ofrecer el apoyo que los sectores y personas más castigadas por la pandemia han necesitado
Desde el Ayuntamiento de Gualchos-Castell de Ferro se ha hecho un balance del primer año de pandemia poniendo en valor la gran adaptación de todos los ciudadanos a esta nueva situación con la que “hemos aprendido a convivir”, y además, “nos ha enseñado a priorizar y ha puesto de manifiesto la solidaridad de todos”, según ha expresado la alcaldesa del municipio, Toñi Antequera.
La primera edil ha realizado un repaso por cómo se vivieron los primeros momentos, que admite “fue la parte más caótica, cuando se decretó el primer estado de alarma y comenzamos un confinamiento que pensábamos que iba a ser por un par de semanas y resultó ser de casi tres meses”.
“En un momento en el que no sabíamos ni lo que nos esperaba ni a lo que nos enfrentábamos, vino una paralización de nuestras vidas que nos ha hecho sin duda cambiar de prioridades”, ha indicado Antequera, que ha ido detallando cuáles fueron los primeros pasos desde la institución municipal: “desde el primer momento se cerró el Ayuntamiento, manteniéndose tan solo los servicios esenciales, como limpieza diaria, recogida de basura o servicio de Policía Local que se ha volcado durante todo este tiempo y cuya labor ha sido encomiable durante todo este tiempo.”
Una de las prioridades fue atender a las personas que tienen una situación más delicada, personas mayores, las que viven solas. En este sentido la alcaldesa ha resaltado la labor de la trabajadora social que siguió estando en el ayuntamiento, analizando cada caso particular de personas mayores de 60 años que pudieran estar solas, ver si tenían familiares para atenderlos, y desde aquí comenzó a organizarse una red de voluntarios para poder realizarle las compras o las labores más básicas.
En relación a los mayores y personas dependientes, Toñi Antequera ha destacado la labor de las trabajadoras de ayuda a domicilio, que tuvieron contacto directo con estas personas y pudieron brindarle tranquilidad a las aproximadamente 50 familias que han podido estar atendidas durante el confinamiento.
“Uno de los temas que más nos ha tenido en vilo y con el que afortunadamente, al estar ya con las vacunas nos tiene algo más tranquilos, es con la residencia de mayores que hay en el municipio, y podemos decir que no ha habido ningún usuario que haya dado positivo en Covid y no ha habido contagios”, ha señalado la primera edil.
Playas, hostelería y comercio
Otro de los retos, y este ha sido para todos los municipios costeros, fue la organización de los accesos a las playas para también poder garantizar a todos los vecinos y visitantes que pudieran disfrutar de unas playas seguras, “un tema en el que tuvimos que volcarnos porque para nosotros era una prioridad para poder darle un poco de vida a la hostelería y restauración del municipio”.
Justamente este ha sido otro de los principales puntos donde la corporación municipal ha querido estar al lado de quienes más lo han necesitado. Los sectores de hostelería y comercio han sido sin duda los más castigados durante esta pandemia. En ese sentido se tomaron medidas de apoyo a los negocios locales, como la supresión de la tasa por ocupación de vía pública, para bares y terrazas y la reducción del segundo trimestre de basura del año 2020, dándole la posibilidad de devolución a los establecimientos que lo solicitaron.
Actualmente se está en proceso de resolución definitiva de una línea de ayudas de 40.000 euros que se van a repartir entre los establecimientos que tuvieron que cerrar debido al estado de alarma decretado por el Gobierno Central y que habían tenido ningún tipo de ayuda al no tener terrazas, incluyéndose también a los que tuvieron que cerrar por el decreto de la Junta de Andalucía o tuvieron que restringir su horario.
Fiestas y eventos
“Ha sido un cambio total en la forma de entender la vida, de disfrute de actividades deportivas o celebración de eventos. Fue durísimo no poder celebrar las fiestas patronales tanto de Castell de Ferro como de Gualchos”, ha recordado la alcaldesa, explicando que desde la corporación municipal se ha priorizado la seguridad de los vecinos y vecinas y se ha optado por celebrar solo los eventos que pudieran garantizar las distancias de seguridad siempre en espacios abiertos o directamente trasladarlos al mundo online que ha permitido que se siguieran conmemorando fechas significativas.
“A pesar de la situación hemos intentado no parar el ritmo de trabajo de la administración local; los trabajadores que no eran de servicios esenciales han estado teletrabajando en todo momento intentando sacar adelante los proyectos, y de hecho se han puesto en marcha todas las obras previstas, intentado primar los PFEAS tanto ordinarios como extraordinarios de manera que se pudiera ayudar a las personas que habían perdido sus trabajos dándole más peonadas”, ha señalado Toñi Antequera que además ha explicado cómo se ha aumentado en todo lo posible la partida de emergencia social del Área de Servicios Sociales “de forma que todas las familias que han pasado por una situación complicidad han podido acceder a 15 o 20 días de trabajo pudiendo al menos cubrir sus necesidades más básicas”.
Gracias a las renuncias que se han hecho a programas de Concertación con la Diputación de Granada, porque se trataba de actividades deportivas, culturales o de viajes que no podían llevarse a cabo, esas partidas se han destinado a emergencia social.
“En general, ha sido un año que nos ha servido para aprender muchas cosas. También para comprobar la solidaridad y el voluntariado de muchos vecinos que de forma altruista han colaborado con quinees más lo necesitaban”, ha indicado la alcaldesa, que ha puesto el valor ese gran movimiento vecinal: “Personas que se han brindado a llevar compras o medicamentos a los mayores; agricultores que después de su jornada de trabajo y con sus propios equipos han recorrido las calles del municipio para realizar tareas de desinfección o el grupo de mujeres que estuvieron cosiendo batas con tejidos de seguridad para el personal de la residencia y que incluso se llegó a donar al Hospital Comarcal Santa Ana de Motril en un momento en el que no había suficiente material sanitario para abastecer todas las necesidades. A todos y todas, les doy las gracias por haber hecho de estos momentos tan duros un aprendizaje y haber remado todos en beneficio de todos”, ha continuado la alcaldesa.
“Se nos abre un nuevo año en el que ya hemos aprendido a convivir con la pandemia, y ahora, ya con la vacunación efectiva de los mayores de 80 años, la inminente para los mayores de 70 y personas con mayor riesgo; la primera dosis ya puesta a los efectivos de la Policía Local voluntarios de Protección Civil menores de 55 años, afrontamos esta nueva etapa con mayor esperanza y entendiendo que poco a poco iremos volviendo a nuestra normalidad aunque desde el Ayuntamiento seguiremos priorizando siempre la seguridad de nuestros vecinos y vecinas”, ha concluido Toñi Antequera.