R.E.F.
- Los robos sucedieron el pasado día 12 cuando dos mujeres que se encontraban almorzando en compañía de otras personas en restaurantes, echaron en falta sus bolsos que habían dejado colgados sobre las sillas que ocupaban
- Una de ellas formuló una denuncia en comisaría mientras la otra realizó una llamada al CIMACC-091 en el momento en que percató de la sustracción lo que fue determinante para que los policías localizaran a de los presuntos autores
- Los agentes observaron un vehículo en el que viajaban tres varones que coincidían con las características aportadas por la llamante y, tras su identificación, recuperaron parte de los objetos sustraídos y los detuvieron
- A los detenidos también se les considera presuntos autores del uso fraudulento de las tarjetas sustraídas para realizar diversas compras en comercios
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Granada a tres varones de entre 48 y 56 años, dos de ellos con antecedentes policiales anteriores a estos hechos como presuntos autores de sustraer los bolsos de dos mujeres del interior de restaurantes situados el primero en el centro de la ciudad y el segundo en un pueblo cercano. Los agentes pudieron recuperar parte de los objetos que contenían los bolsos y consideran a estos individuos presuntos autores también de la utilización fraudulenta de las tarjetas sustraídas para el pago en comercios.
Denuncia del hurto de un bolso con efectos y dinero
Era el medio día cuando los agentes se encontraban realizando gestiones por la sustracción de su bolso denunciado en comisaría por una señora que manifestó que mientras se encontraba almorzando con varios familiares en un restaurante del centro de Granada le habían sustraído su bolso, el cual había dejado colgado sobre su silla. La perjudicada no se percató ni del momento concreto de la sustracción ni de quien podría haberla realizado. Y añadía que el bolso contenía dinero en efectivo, un teléfono móvil, varios documentos, tarjetas de crédito y unos auriculares. También dijo que para cuando se percató de la sustracción ya había recibido el cargo por varias operaciones de compra en comercios por un importe de 140 euros antes de darlas de baja.
Otra mujer llamó al CIMACC-091 para informar de la sustracción de su bolso
Sobre las 16.00 horas los agentes recibieron una llamada en la que una mujer informaba de que en el lapso de tiempo de media hora, mientras había salido de un restaurante ubicado en un pueblo cercano a Granada para fumar, alguien le había sustraído su bolso con dinero, documentos y tarjetas bancarias que habían utilizado de manera ilícita para compras por importe de casi 70 euros. También dijo que otros clientes habían sospechado de varios varones que salieron precipitadamente del establecimiento cuyas características aportó a los policías.
Los agentes recuperaron un monedero, documentos, un teléfono móvil y unos auriculares
Poco más tarde una de las dotaciones policiales que recibieron el comunicado tras la llamada al CIMACC-091 se dirigió hacia el acceso que conecta la población con Granada y observó un vehículo circulando en sentido contrario ocupado por tres varones cuyas características físicas podrían coincidir con las que dio la víctima. Por lo que cambiaron el sentido de la marcha y lo interceptaron en el Paseo de la Bomba donde identificaron a los tres hombres y en el interior del vehículo localizaron documentos a nombre de las dos víctimas, un monedero, unos auriculares y un teléfono móvil que resultaron pertenecer a las mismas y que les fueron devueltos.
Los detenidos, a quienes también se les supone la autoría de realizar los pagos en comercios utilizando las tarjetas sustraídas, fueron trasladados a dependencias policiales y ya han pasado a disposición de la autoridad judicial.
La Policía aconseja
- No perder de vista en ningún momento los efectos personales ni confiar en que otras personas que nos acompañen o que se encuentren en el lugar los vigilan.
- Comunicar lo más pronto posible las sustracciones de bolsos, carteras y otros objetos a los agentes.
- Dar de baja las tarjetas bancarias en el momento de percatarse de su sustracción.
- Desconfiar de personas que se acerquen sin motivo aparente o con alguna excusa injustificada.