DÍA MUNDIAL DE LA FISIOTERAPIA
28 años de trayectoria profesional permiten mirar hacia atrás y, desde la perspectiva del tiempo, valorar cómo ha evolucionado mi profesión desde entonces hasta nuestros días.
Aún recuerdo el día en que fui al banco para hacer el ingreso de mi matrícula, el señor que me atendió en ventanilla al ver los papeles de la Universidad me dijo: «¡Anda, vas a ser masajista!”, a lo que yo contesté: «NO, voy a ser fisioterapeuta».
¡La fisioterapia ha avanzado tanto desde entonces…! Hemos pasado de aplicar infrarrojos, ultrasonidos, onda corta, masaje, estiramientos, hielo, tracción cervical o lumbar (el que tuviera) y Osteopatía (el que se podía costear los cuatro años de formación) a tener tantas formaciones, tantas técnicas y tantos métodos a elegir que necesitaríamos tres vidas para realizarlos todos. Aparte de la ayuda de nuestro Colegio que nos ofrece formaciones punteras gratuitas.
Como veis hemos andado un largo camino pero queda mucho por recorrer. Se nos tiene que conocer más, y eso que cada vez más médicos y traumatólogos aconsejan a sus pacientes hacer fisioterapia. Os expongo dos situaciones con las que me he encontrado recientemente:
1. Un médico de bastante prestigio me deriva a un joven paciente con hernia discal y lumbociática para que le alivie un poco mientras su tratamiento farmacológico (antiinflamatorios fortísimos, analgésicos, miorrelajantes,…) hace efecto. ¿Perdone? pensé yo, mejor al revés ¿no? yo lo trato, y mientras resolvemos el problema, que tome algún analgésico si es necesario.
2. Me viene un antiguo paciente, senderista, 60 años. Ha sufrido una fractura de peroné que ya ha consolidado, pero presenta dolor, edema y rigidez en su tobillo que provoca cierta cojera. MI paciente viene desesperado, porque su joven traumatóloga le ha dicho que su tobillo ya va a quedar así y que no va a volver a andar bien. Después de la tercera sesión camina perfectamente. Esto no es algo milagroso, es lo que hace diariamente cualquier fisioterapeuta en su consulta.
Os hablo desde la patología músculo-esquelética y desde el tratamiento en consulta privada, que es en el campo en el que yo me muevo. Pero la fisioterapia es mucho más, de hecho lo que más me ha impactado en estos 28 años fue el caso de un chico de 16 años que se salió de una curva montando en bicicleta, volteó en el aire y se rompió la quinta vértebra lumbar, quedó parapléjico; lo más duro, vivir esos primeros momentos, cuando él se entera de que va a quedar en silla de ruedas y la aceptación de la familia. O el caso de una mujer de 30 años que tras un accidente de tráfico se encuentra en la UCI, se comunica con los ojos, porque es lo único que puede mover junto con su dedo índice, y tras un tiempo con respiración asistida nos encargamos nosotros, los fisioterapeutas, de irla retirando poco a poco, enseñándole de nuevo a respirar por sí misma (os suena esto a la situación que estamos viviendo actualmente por el COVID, ¿no?). Estas experiencias las tuve al inicio de mi carrera profesional en el Hospital Virgen de las Nieves en Granada, donde trabajé por un tiempo. Por cierto, creo que si el señor que me atendió en el banco hubiera leído mi artículo hasta aquí, ya le quedaría claro que un fisioterapeuta no es un masajista, ¿no creéis?
Es verdad que hay muchas personas no tituladas que ofrecen masajes a 10 euros para tratar dolencias musculares y con los que tenemos que competir los fisioterapeutas; yo os planteo una cuestión: si fueras en un avión que está a punto de estrellarse y te dan a elegir entre un paracaídas que cuesta 30 euros o uno que cuesta 300 euros, ¿con cuál te quedarías? pues ahí dejo eso.
Otro de los frentes abiertos es el de los honorarios que recibe el fisioterapeuta por parte de algunas aseguradoras. Cobrar menos de 5 euros por sesión es insostenible y abusivo, injusto para el fisioterapeuta que, para que le pueda ser algo rentable ha de multiplicarse y tratar a cinco pacientes a la vez, e injusto para el paciente que paga su seguro para recibir una atención de calidad.
Y dada la capacidad resolutiva del fisioterapeuta en los problemas que tanto afectan a la población (dolor de espalda, vértigos,…) ¿no pensáis que deberíamos estar más presentes en los centros de salud, en atención primaria? Ahí pienso que estamos un poco discriminados ya que somos tan esenciales como el médico o el enfermero.
Un gran reto por delante para nuestro Colegio Oficial de Fisioterapeutas.
Así que ya sabes, cuando necesites un fisioterapeuta busca el que mejor se adapte a tus necesidades y a tu forma de ser, exigiendo siempre titulación. Recomiéndalo a tu compañero de trabajo, dejará de tener problemas cervicales y mareos por pasar tantas horas delante del ordenador con malas posturas ; lleva a tu hijo , a partir de los 8 años podemos empezar a corregir sus desviaciones de columna vertebral (cifosis , escoliosis, hiperlordosis, hombros antepulsados,…) o de extremidades (genu valgo, genu varo, pies cavos,…) , trae a tus padres, la rigidez cervico-dorsal, la artrosis o la osteoporosis no son un impedimento para que puedan recuperar la movilidad y vivir sin dolor.
Como veis, la fisioterapia es para todos y hoy, más que nunca, «DIA MUNDIAL DE LA FISIOTERAPIA», te decimos: ¡pon un@ fisioterapeuta en tu vida, ganarás en calidad de vida!
Y para concluir os dejo con una frase del fisioterapeuta Louis Gilford: «keep moving if you don´t want to think about becoming a tree», «sigue moviéndote si no quieres pensar en convertirte en un árbol». Esta frase define muy bien las bases hacia donde se encamina la nueva fisioterapia y las nuevas disciplinas asociadas al movimiento. Recuperaciones más rápidas, tratamientos más eficaces y readaptación a los gestos cotidianos evitando recaídas en el futuro.
Encarni Hidalgo Pérez (Fisioterapeuta de Naturalia, Medicina y Fisioterapia; Diplomada en Reeducación Postural Global (RPG); Especialista en Terapia Miofascial; Entrenadora Avanzada en Entrenamiento Propioceptivo).
