José Manuel González/EL FARO
El Ayuntamiento ha finalizado ya el expediente para la colocación de cámaras de vigilancia y megafonía y está a la espera de la autorización
La alcaldesa de Salobreña, María Eugenia Rufino, ha anunciado este miércoles la creación de un gabinete técnico-político para el estudio y elaboración del plan de contingencia de playas de cara a la apertura de las mismas este verano. Personal técnico municipal así como personal externo, al que se ha recurrido de urgencia, están trabajando ya en la previsión, elaboración y cuantificación de este plan exigido por la Junta de Andalucía.
“En circunstancias normales y para los meses de verano preparar las playas cuesta más de 300.000 euros. Hacerlo en un plazo de un mes y con las exigencias requeridas por el Covid-19 sumaría otros 200.000 euros, una cifra que no podemos afrontar”, ha agregado la primer edil de la Villa quien ha pedido colaboración al resto de administraciones.
Rufino ha hecho referencia a las ayudas anunciadas por el Gobierno andaluz, que aún no ha puesto en marcha, o a la decisión del Gobierno Central para que se pueda invertir el superávit de las cuentas municipales. “El plan de contingencia tiene grandes requisitos pero debe estar entregado en un plazo máximo de un mes para su aprobación”, ha apuntado.
De manera paralela, desde el Ayuntamiento se ha terminado ya el expediente para la colocación de cámaras de vigilancia y megafonía en las playas de la Villa y se encuentra a la espera de la autorización para poder instalarlas. En cuanto a los módulos de separación dentro de la propia arena, la alcaldesa de Salobreña ha reiterado que se están ultimando los detalles para la elección de los elementos para crear “tabiques imaginarios” y así facilitar a la gente que se sitúe respetando las distancias de seguridad.
Control durante el verano
La alcaldesa de Salobreña, María Eugenia Rufino, ha trasladado su inquietud de cómo hacer frente a las medidas de control y vigilancia de aforo en las playas durante el verano para lo que ha pedido que se pueda seguir contando con el apoyo de Guardia Civil y el Ejército. “Si en agosto en Granada hay 40 grados es normal que una persona quiera venir a darse un baño y debe saber si puede o no puede acceder a las playas”, ha continuado Rufino asegurando que se están estudiando varias medidas. “Estoy convencida de que las distintas administraciones se pondrán de acuerdo porque tenemos el mismo objetivo común”.