R.E.F.
Serán el 4, 11 y 18 de julio próximos en el Teatro Calderón, en un “guiño artístico” a la celebración del XXV aniversario de la reapertura del gran espacio escénico motrileño
Los Patios Flamencos de Motril no sólo vuelven, sino que lo hacen por la puerta grande en la que ya puede considerarse una de las apuestas culturales más brillantes de 2020 y que ha sido presentada con cinco meses de antelación para que el anuncio de su celebración recorra toda la Andalucía que se rinde al flamenco y constituya, por tanto, un reclamo cultural y turístico para el municipio.
Este Festival, que nació en 2009, se ubicó originalmente en el Patio de Armas de la Iglesia Mayor de la Encarnación, seguidamente se decidió cambiar su emplazamiento al marco excepcional que supone el mirador sur de la Fábrica del Pilar, y ahora, vuelve a cambiar su escenario trasladando el espectáculo al Teatro Calderón de la Barca de Motril.
La propia alcaldesa de la ciudad, Luisa María García Chamorro, ha manifestado su especial satisfacción una vez se ha cerrado ya la cartelera del evento, que tendrá lugar los próximos 4, 11 y 18 de julio: “es así porque no sólo hemos recuperado algo que jamás se debió perder, sino que lo hacemos apostando a lo grande por la calidad de lo que va a ser todo un acontecimiento”, decía la regidora motrileña, quien felicitó públicamente al área de Cultura “por trabajar a fondo y con tanta entrega”.
El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Motril, Miguel Ángel Muñoz Pino describía, en este sentido, cual debe ser el papel municipal en este ámbito: “el flamenco tiene categoría como para vertebrarse desde el ayuntamiento de la ciudad”, al tiempo que se mostró feliz de recuperar este festival, tras su desaparición de la cartelera cultural de la ciudad durante dos años, repartido en tres jornadas, que tendrá un plantel “de auténtico relumbrón”, según añadió Muñoz Pino.
En efecto, el 4 de julio abrirá los patios el cantaor David Palomar quien “deleitará a los motrileños con su radiante personalidad y sus cantes marítimos llenos de luz. Puro Cádiz”, relataba el concejal de Cultura. David Palomar llega precedido de su trayectoria y de los premios Nacional Manolo Caracol y Camarón, así como el premio Joven otorgado por la Cátedra de Flamencología de Cádiz.
El 11 de julio, la escena flamenca será para la sanluqueña María Mezcle, una de las voces femeninas con más conocimiento del panorama flamenco actual. Esta cantaora, compositora y productora musical “hace honores a su estirpe, la de los Mezcle”, señalaba Muñoz Pino. La artista ha colaborado con José Mercé, Miguel Poveda, la familia Farruco o el Ballet Nacional de España, Gerardo Núñez, Manolo Sanlúcar y José Miguel Évora.
Por último, el 18 de julio actuará el sevillano Rafael Riqueni, cuya participación en los Patios Flamencos de Motril ya puede calificarse de hito. Su espectáculo incluye a dos guitarristas más y una bailaora. Traerá su espectáculo Herencia, precedido de críticas espectaculares e incluso de las que lo ubican como “el nuevo dios de la guitarra” (ABC).
Un tatuaje en el corazón de la cultura
El festival, además de cartelera de artistas, ya tiene también su cartel físico. La acuarelista motrileña y medalla de Oro de la ciudad de Motril, Mar Aragón, ha trazado con sus pinceles el reclamo estético de los Patios Flamencos. Una composición fresca y colorista que la misma Mar Aragón ha dibujado como “un tatuaje, para toda la vida, en la piel de la cultura”. Para la artista “es todo un honor” haber colaborado en esta recuperada edición de uno de los eventos culturales de Motril más renombrados.
De hecho, no sólo se pretende el reinicio de un evento que ya llevaba el sello propio de la ciudad “sino afianzarlo como algo muy nuestro y que jamás debió dejar de celebrarse, por lo que ahora apostamos por tal y como se merece el amor por el flamenco en Motril”, concluyó la alcaldesa Luisa María García Chamorro.
