RELATOS DE LA HISTORIA DE MOTRIL

Manolo Domínguez García

Cronista Oficial de la ciudad de Motril

PODER Y PATRIMONIO DE LA FAMILIA CONTRERAS EN EL MOTRIL DE LOS PRIMEROS SIGLOS DE LA EDAD MODERNA

-Capitulo III-

Manolo Domínguez García.

Tras la conquista de Motril por los Reyes Católicos, la inicial penetración poblacional castellana en este territorio va a estar condicionada por las capitulaciones de 1489, texto que no conocemos y seguramente el establecimiento de nuevos pobladores sólo se podría realizar en tierras abandonadas por los musulmanes de manera voluntaria. Esto debió provocar que el flujo de pobladores fuese más lento que en los lugares tomados por la fuerza de las armas cristianas.

Estas tierras pasan a estar bajo la jurisdicción de la Corona y se verán administradas por los nuevos poderes municipales castellanos. El traslado de sus manos a las de particulares se producirá sirviéndose de dos vehículos: las mercedes reales que son donaciones concedidas por la Corona a algunos personajes de alto rango, en recompensa por los servicios prestados durante la guerra de Granada por ejemplo a Francisco Ramírez de Madrid; y la compraventa. Las tierras van a pasar entonces a miembros de la nobleza y a las oligarquías que a menudo ejercen, dentro de las distintas villas y ciudades de la costa del reino de Granada, empleos en la Administración y el Ejército o a personajes civiles que labraron su fortuna al calor de la guerra.

Las presiones de los vencedores debieron ser enormes para que los mudéjares motrileños les vendieran sus tierras y casas, proceso que se acentúa tras la expulsión de los judíos en 1492 que, también, tuvieron que traspasar sus propiedades urbanas y territoriales a bajo precio, de lo que se aprovecharon los poderosos cristianos locales como el ya mencionado Ramírez de Madrid, para conseguir aumentar su patrimonio considerablemente.

Copia de la escritura de venta del mayorazgo de Lezcano. 1614 (Archivo Histórico de la Nobleza).

Un ejemplo de la creación de estas grandes propiedades conseguidas por la oligarquía cristiana en la costa del reino de Granada, sería la constituida en Motril a fines del siglo XV y principios del XVI por el llamado en su época “Mayorazgo de Lezcano”, conformado por un gran número de tierras y casas en la villa motrileña. Posiblemente el origen de esta gran propiedad esté en las tierras y casas que Francisco de Victoria, receptor de impuestos de la villa de Motril y sobrino del alcaide del castillo de Salobreña Pedro de Victoria; adquirió a judíos motrileños expulsados en 1492, entre ellos a Juçaf Azafatorí a quien compró una casa principal detrás de la cárcel, en la calle llamada Alhaçar Almueldan, por escritura firmada en Salobreña en noviembre de 1492.

Francisco de Victoria vendió en 1494 esas casas, algunas hazas de tierra de regadío y viñas a Juan Álvarez de Zapata, pagador de la gente de guerra de la Alhambra y fortalezas del reino de Granada y de la Armada naval y primer señor de los Guájares. En 1494, Álvarez de Zapata venderá las anteriores propiedades y algunas hazas y huertos más, que había adquirido del citado Juan de Victoria, a Fernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos, vecino y regidor de la ciudad de Granada.

En 1496 por escritura de firmada en Burgos, Zafra vende todo el conjunto de sus propiedades de Motril a Juan de Lezcano, marino guipuzcoano, capitán general de la Armada durante el reinado de los Reyes Católicos que participó con sus naves en el asalto final al reino nazarí granadino y en las guerras de Italia junto al Gran Capitán. Tomando posesión de sus nuevos bienes motrileños en 1497 y haciendo un inventario o apeo de las propiedades motrileñas en 1518.

Tras la muerte del capitán en 1525, llega a Motril su hijo Juan de Lezcano y Zúñiga en 1529, que tras acreditar en Bilbao y Granada la muerte de su padre y que era el heredero legal de su hacienda, solicita ante la Justicia motrileña un reconocimiento e inventario de las propiedades que su padre tenía en Motril para tomar posesión de ellas. El apeo de todas las casas, tierras, morales y huertos se hizo entre octubre y noviembre de 1530 ante el escribano público Diego de Barrionuevo y Juan de Salcedo, alguacil mayor de la villa.

Gracias a estos dos apeos, conocemos completamente cuales eran las propiedades del “Mayorazgo de Lezcano” en esas primeras décadas del siglo XVI.

Compra de una casa a un judío motrileño. 1492 (Archivo Histórico de la Nobleza).

En tierras de regadío tenía 1.001,5 marjales repartidos prácticamente por toda la vega de Motril; mayormente en los pagos del Caudil, Camino del Mar, Majuelos, Habul, Balate al Marge, Abenfotor, Sarracín, Tinajuela, Bacor, Hatatez, Paumar, Ayna, Pucha, Jaudara, Paterna, Almadraba, Algazarí y el Baño, entre otros. Desconocemos los cultivos a los que estarían dedicadas estas tierras, seguramente serían cereales, cañas, pastos y viñas. En ellas había plantados, además, 160 morales. Tenía, también, una viña en unos cerros cercanos a Motril desde donde se veía el rio, probablemente en los montes del Magdalite.

A la muerte de Juan de Lezcano y Zúñiga, le sucedió en el mayorazgo su sobrino Martín Sáez de Arana y Lezcano que murió en Bilbao en 1548 dejando como heredera de todos sus bienes motrileños en forma de vínculo a su hija natural Ana de Arana y Lezcano, que murió sin descendencia pasando las propiedades a su primo Martín Sáez de Arana, hijo de un hermano del primer Martín Sáez de Arana en 1602. Este vendió todo lo que quedaba de las propiedades del vínculo en Motril definitivamente a Alonso de Contreras en 1615, en el precio de 8.000 ducados; de los cuales 5.000 serían en moneda de plata y 3.000 en moneda de vellón, pagados en un plazo máximo de tres años.

Las propiedades eran:

  • 55 marjales en el pago de la Huerta de Ureña, lindando con el camino de Salobreña
  • 6 marjales en el pago de la huerta de Monfator
  • 7 marjales junto a Cerro de la Virgen, lindado con el camino del Varadero
  • 14 marjales con 18 morales por bajo del aljibe de la villa. Lindando con la acequia
  • 2 marjales en el pago de Aguas del Hospital
  • 3 marjales con 12 morales junto al aljibe de la villa
  • 10 marjales con un moral en el Habul
  • 11 marjales en la vereda del camino de Varadero
  • 2 morales en el haza de Sebastián de Soto
  • 60 marjales en el pago del Sarracín en la vereda del Taraje
  • 60 marjales en el pago de Balate Almarge, en el puente que  linda con el camino de la Punta
  • 100 marjales en el pago de la Tinajuela, lindan con el arenal del mar
  • 60 marjales en el pago de Paterna, lindando con el acequia principal y el “Inojar”
  • 40 marjales en Paterna, lindando con el “Haza de los Alamos”
  • 30 marjales en Paterna con un salitral, lindando con el camino que va a la Punta
  • 40 marjales en Paterna
  • 2 marjales en el pago del Aguas del Hospital
  • 10 marjales en el pago del Habul
  • 9 marjales y algunos álamos en el camino del Habul
  • 9 marjales en la vereda del Habul
  • 3 marjales entre la acequia Grande y la Chica, cerca del camino del Molinillo
  • 4 marjales en pago del Cerrillo Ubeit, lindado con camino de Salobreña
  • 12 marjales en el pago de la Fuente de Vizcaya, linde con camino de Salobreña
  • 5 marjales  debajo del Pilar de Salobreña a la salida de Motril
  • 9 marjales en el pago de la Acequia Chica
  • 12 marjales en el pago del Cerrillo del Algarrobo, en el Sarracín, lindando con el camino de la Punta
En la calle Matadero Viejo tuvo solares el capitán Lezcano en el siglo XVI.

Toda la propiedad comprada por Contreras comprendía un total de 552 marjales en 22 hazas. La casa principal del mayorazgo con su patio y corral estaba en una placeta a las espaldas de la cárcel, hoy plaza tras el Ayuntamiento, lindaba con casas de la Beatas de Patiño y la cárcel. Otras casas estarían en lo que hoy sería la calle de la Victoria, por bajo de la Plaza Mayor; otras casas en la calle Zapateros, un solar junto al matadero que antiguamente había sido aduana de azúcar, dos tiendas en plaza pública y varios solares repartidos por la villa.

Adquíria, además, unas rentas por varios censos o hipotecas por las que percibía a su favor 15.412 maravedíes anuales por la venta hipotecaria de 2,5 marjales en el pago de la Huerta del Vicario, 30 marjales de viña junto a la acequia, 16 marjales en la viña del Molinillo, 42 marjales en pago del Pozuelo de la Algaida, una casa en la calle que va al convento de la Victoria, otra casa en la calle Zapateros, un solar junto a matadero municipal, 13 marjales en el Sarracín, una tienda en la plaza, 4 marjales en la Huerta del Vicario y 20 marjales por bajo de la Pucha del Hospital. Una enorme fortuna para la época.

Con esta compra el motrileño Alonso de Contreras acrecentaría, aún más, las grandes propiedades que ya poseía en Motril, convirtiéndose en uno de los grandes terratenientes de nuestra vega y el hombre más rico de la entonces villa, tras los herederos de Francisco Ramírez de Madrid.

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Capítulo 1

Capítulo 2

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