RELATOS DE LA HISTORIA DE MOTRIL

Manuel Domínguez García

-Cronista Oficial de la ciudad de Motril-

PODER Y PATRIMONIO DE LA FAMILIA CONTRERAS EN EL MOTRIL DE LOS PRIMEROS SIGLOS DE LA EDAD MODERNA

-Capitulo I-

Manolo Domínguez García

Alonso de Contreras es uno de los personajes más significativos del Motril de los últimos años del siglo XVI y de las dos primeras décadas del XVII. Fue regidor, alcalde mayor y depositario general del Concejo municipal motrileño, administrador de las salinas del reino de Granada, gran terrateniente, importante propietario inmobiliario, dueño de dos ingenios de azúcar, prestamista y comerciante de azúcar, hierro y acero; por lo tanto uno de los miembros más destacados de la oligarquía urbana de la localidad en el tiempo que le tocó vivir.

Nació Contreras en Motril y en su Iglesia Mayor fue bautizado el domingo 24 de septiembre de 1525. Hijo, según la partida de bautismo, de Alonso de Contreras, fueron sus compadres Hernando Pacheco, teniente capitán, y Gerónimo Garrido jurado de la villa y comadres sus mujeres. Apenas conocemos nada de su vida hasta el último tercio del siglo XVI, y es a partir de la expulsión de los moriscos, sobre 1575, cuando Contreras, a la avanzada edad de la época de 50 años, irrumpe con fuerza en la vida económica, social y política motrileña. No sabemos de dónde provenía la muy considerable fortuna que comenzó a invertir en esos años finales de este siglo, empezando a hacer una serie de importantes compras inmobiliarias y de capital, que lo convertirán en uno de los potentados más importantes de la ciudad y adquiere, también, varios cargos municipales que lo llevaran a ser una de las figuras más destacadas del Concejo motrileño y uno de los miembros, como decíamos, más notorios de esa oligarquía urbana que domina todos los resortes económicos y políticos del Motril de fines del siglo XVI y principios del XVII.

A mediados del siglo XVI debió estar ya casado ya con Ana Ruiz Gutiérrez, perteneciente a una de las más importantes familias motrileñas de la época, cuyo origen en la villa es posible  que estuviese en 1509, cuando  por merced de los Reyes Católicos, los repartidores de tierras encargados de la repoblación de la villa tras la huida de gran parte de la población musulmana en 1507, dieron tierras y vecindad al ballestero Alonso Ruiz.

Partida Nacimiento Alonso de Contreras (Archivo Histórico de la Nobleza).

La primera compra que conocemos, por ahora, la realizó el 30 de agosto de 1578, adquiriendo 11 marjales de tierra en el sitio del Castillejo, en tres hazas; dos de ellas en el pago de Fadin Çoltán y la otra haza de dos marjales en el pago de Jaumar, lindando con el camino de la Mar.

Por escritura de 10 de febrero 1588 compra Contreras, de oficio mercader, a Adrián de Castro, vecino de Granada, una casa-almacén y toldo y una casilla accesoria fuera de lo cercado de la villa de Motril, en la rambla de Manjón en precio de 153 ducados  y que este había obtenido por una anterior venta efectuada en 1585 por Melchor de Tovar y su mujer Leonor de Ávila.

Una de sus grandes adquisiciones que hace Contreras en estos años finales del siglo XVI, fue la gran hacienda que poseyó en la vega en el pago de Trafarramal, conocido posteriormente con el nombre del pago de la Casa de Contreras y que actualmente conformaría gran parte de las tierras de lo que hoy conocemos como Playa Granada.

En esta zona consiguió reunir una gran propiedad constituida por algo más de 1.000 marjales y cuyo origen está en la venta que le hizo la Corona de 321 marjales de tierra nueva en dos parcelas contiguas en el citado pago de Trafarramal, lindando con tierras de Cristóbal Soto, Cesar Catano, del doctor Serón y con el mar. Era en gran parte tierras incultas y aneales. El rey y en su nombre el licenciado Diego de Miranda, con poder de su majestad como su juez de comisión para la venta de las tierras realengas del reino de Granada, vendió a Contreras los 321 marjales, firmándose la correspondiente escritura de compraventa en Granada ante el escribano Domingo de Villares el 16 de octubre de 1593, comprometiéndose, el comprador, al pago total de 650 ducados, efectuado en tres plazos en la Navidad de los años de 1594, 1595 y 1596. Esta propiedad parece que había sido ocupada por el milanés Jenofonte de la Torre que fue despojado de ella por el licenciado Luis Lasso de Cepeda, miembro del Consejo de S.M. y juez de comisión en el negocio de las tierras baldías tomadas y ocupadas de los montes públicos concejiles y realengos del reino de Granada. Por parte de este juez se consideró, por sentencia pronunciada en Granada el 27 de junio de 1587, que efectivamente estas tierras habían sido expropiadas a los moriscos tras la guerra y su expulsión del reino granadino  y eran de propiedad de la Corona y que, por lo tanto, el milanés las había ocupado y obtenido ilegalmente y no tenía ningún derecho sobre ellas.

Plano del Pago de la Casa de Casa de Contreras. Siglo XVII (Archivo Histórico de la Nobleza).

La venta a Alonso de Contreras de esta propiedad, también, fue apelada ante el licenciado Miranda por el genovés Domingo Naso que tenía arrendadas las citadas tierras, la demanda no fue tenida en cuenta por el Real Consejo de Hacienda y el juez falló a favor del motrileño, dándosele posesión por el alguacil Pedro de Valenzuela y elevada a escritura pública otorgada en Motril ante el escribano Matías Rodríguez el 3 de octubre de 1594. Pero de nuevo, otro recurso a la decisión de la Corona fue interpuesto ante S.M. y su Real Consejo de Hacienda por otro milanés llamado Marco Antonio Resonico, que pretendía tener un supuesto derecho a la pertenencia de las tierras vendidas a Contreras. Tampoco tuvo éxito el litigio y definitivamente el Consejo de Hacienda dictaminó a favor de Alonso de Contreras,  considerando que no había lugar a la demanda de Resonico,  que tomó posesión definitiva de los 321 marjales el 20 de octubre de 1608 con confirmación del Consejo y Contaduría Mayor del Reino. Parte de estos 321  marjales estaban plantados de cañas de azúcar, frutales, cidros, limoneros, álamos y cipreses y se había comenzado a construir dos cuerpos de casa-fuerte colindantes para refugio y defensa de la gente que trabajaba en estas tierras en tiempo de peligros de ataques de moros, ya que estaban muy cerca del mar. En 1616 Francisco de Cabrera, maestro de labrar azúcar vecino de la villa, vendería a D. Alonso un haza de 15 marjales plantados de cañas que lindaba con la heredad de Trafarramal y que fueron incorporados a ella.

Es precisamente en estos años finales del siglo XVI cuando decide hacer su casa principal en Motril y tiene que comprar varios solares para su edificación. En 1589 Contreras compra un primer solar grande, de 39 pies de ancho, a Bartolomé Melguizo y su mujer, Francisca Pérez de Lamas en precio de 50 ducados y un censo de 70 ducados de principal. Situado a las espaldas de la Iglesia Mayor por la puerta de poniente y cementerio y que llegaba hasta la rambla del Manjón, este solar fue originariamente propiedad de la Iglesia Mayor. Se había adquirido por el vicario Castro antes de la sublevación de los moriscos del reino de Granada para cementerio de los cristianos nuevos motrileños y que no necesitando tanto terreno para el camposanto tras su expulsión, se ordenó por el Arzobispado la venta del citado solar que lindaba por levante con la iglesia, por el sur casas de Álvaro Ruiz de Salcedo y el mesón que había construido Francisco Lamas de Herrera, capellán mayor; por poniente con la rambla del Manjón y al norte con una calleja que era frontera de la casa del genovés Domingo Naso. El 19 de marzo de 1576 el vicario, licenciado Pedro de Ulloa, vende el solar a Alonso de Zamora por 100 ducados y este, a su vez, lo traspasa en diciembre de este año al mesonero Hernán Ruiz de Vera en el mismo valor, que lo vuelve a vender 1578 a Francisco de Soto, herrero vecino de Almuñécar. Para 1582 este solar era de Juan Dávila y ya tenía edificados cimientos y algunas paredes. Dávila lo trasfiere por escritura de compraventa otorgada en 1587 a favor del ya nombrado capellán Francisco Lamas de Herrera, cuyos herederos Bartolomé Melguizo y Francisca Pérez lo vendieron el 16 de noviembre de 1589 a Contreras. En este terreno comenzaría a edificar su casa, comprando en 1590 otro nuevo solar perteneciente a Ángela de Velazco Guevara en precio de 40 ducados, colindante con el anterior y con el corral del mesón de los herederos de Lamas de Herrera. En 1591 consigue adquirir por 60 ducados otro solar, lindando con la rambla del Manjón y con la calle que desde esta rambla sube para la iglesia, que le vende el regidor Diego Fernández Venegas y que había sido de su tío el beneficiado Cristóbal Sánchez y, definitivamente en 1593, compra un cuarto y último solar que era un pedazo de corral de 14 pies de largo y 12,5 de ancho a las espaldas del mesón que tenían los herederos del capellán Lamas en la calle Puerta de Granada y que era medianero con la casa que estaba construyendo Contreras. Pagó por el 50 ducados y 16 maderos de pino cuartones.

No conocemos quien hizo la traza de la casa pero debieron ser alarifes motrileños como Cristóbal de Roa o Juan Ruiz, conformándola como un cuadrado con patio central y paramentos de ladrillo y concebida para poner de manifiesto la elevada posición social de sus dueños y cuya construcción se debió  estar terminada entre últimos años del siglo XVI y primeros del XVII y que se conservó hasta 1979.

Foto Casa de Alonso de Contreras en la Rambla de Manjón (Foto de Mª del Carmen Sobrón).

En 1578 Toribio Vázquez, vecino de Motril, adquirió a Fernán Gutiérrez de la Caña un solar y sitio de casa con unos paredones, situado en la rambla de Corucho. En este solar Vázquez edificó una casa, tienda y toldo, que vendería el 28 de mayo de 1595 al mercader Alonso de Contreras en precio de 500 ducados. En la escritura de venta firmada en Granada ante el escribano Melchor de Frías, se dice que la casa lindaba con el postigo de Beas, la rambla del Corucho y una calle. Esta casa tenía una hipoteca con el genovés y Caballero Venticuatro de la ciudad de Granada, Bartolomé Veneroso, por lo cual  Toribio Vázquez ponía como garantía de la venta una casa de su propiedad situada en la calle de la Carrera de Motril, lindando con el ingenio de doña Juana del Castillo.

Precisamente este ingenio de fabricar azúcar fue el primero de las dos fábricas que tuvieron  la familia Contreras en Motril y que sería conocido como el “Ingenio Viejo”.

Estaba situado en la actual plaza de Tranvía y sus instalaciones debían extenderse hasta la calle de la Muralla a poniente y hasta la acequia por el sur, ocupando prácticamente unos 9.000 metros cuadrados de extensión, donde se incluirían la plaza de cañas, el peso, palacio de batalla, nave de molinos, cocina, cuarto de prensas, granero, gabacero, banco y almacén de formas, albercas, cuadras, etc.

El principio de la construcción de este ingenio manufacturero de azúcar es bastante problemático porque la documentación más antigua que conocemos hasta ahora no lo deja claro y se puede prestar a confusiones. Por un lado, su origen pudo estar en una antigua aduana azucarera musulmana propiedad de la reina granadina Aixa al-Horra, que tras la conquista del reino de Granada había sido entregada por los Reyes Católicos al escudero Aparicio de Cieza, vecino de Salobreña desde 1501. Este la habría vendido a Alonso Román en 1496, que a su vez la revende a Francisco Ramírez de Madrid en 1497 en 348 ducados. La escritura de venta dice eran unas casas que solían ser aduana de azúcar, y que lindaban con la cárcel pública, muralla de la villa y una calle principal que va a Castil de Ferro. No tenemos más datos para seguir la historia de esta fábrica ni para asegurar que sería, después, el llamado Ingenio Viejo.

La otra posibilidad está en que el origen del ingenio estuviese en otra aduana de azúcar morisca propiedad de Luis de Madrid Abul Uçey y de Buenchy situada junto a la puerta de Castil de Ferro, actual entrada de la calle Zapateros, y que tras la sublevación morisca de 1569 les fue expropiada. Sabemos que en 1571 esta aduana fue arrendada por la Corona al jurado granadino Cristóbal de la Fuente que se comprometió a dejarlo “corriente y moliente” al final del arrendamiento en 1575. Convertido por estas fechas en ingenio, lo que consistió en sustituir el molino de piedra por un molino de dos rodillos de madera horizontales cubiertos de chapas y claveteados, fue vendido por la Corona en 1589 a Toribio Vázquez en 440 ducados, estaba en ruinas y no funcionaba. Lindaba con la casa de Pierre y Antón García, con la calle que iba a la puerta de Castil de Ferro y con otras dos calles. Tampoco podemos afirmar documentalmente que sobre este edificio se construyese el posterior Ingenio Viejo, pero tiene muchas posibilidades  de que así fuese.

Si conocemos en la última década del siglo XVI un ingenio de fabricar azúcar situado al final de una calleja transversal a la calle de la Carrera y que, alindada por el sur con la acequia y haza del Salitre, hoy Explanadas, cuyos propietarios eran los granadinos Diego Pérez de Cáceres y Cristóbal de la Fuente, a los que Luis de Madrid Abul Uçey les había vendido un solar de casa con su corral, trascorral y un haza para sitio de leñas de su ingenio. Esta propiedad se partiría entre el citado ingenio de Pérez de Cáceres y el de Fernández de Baena, que eran contiguos, y serviría como plaza de cañas para las dos fábricas. Este lugar sería el origen de la actual plaza de Tranvía.

En 1597 el ingenio fue comprado por Alonso de Contreras y su mujer Ana Gutiérrez de Contreras y lo sitúan frontero a la plaza del Salitre, lindado con un haza del Luis Ramírez, con la calle de la Carrera y con la acequia principal por el sur. En la escritura de transacción dicen que el ingenio había pertenecido a los citados Diego Pérez de Cáceres y Cristóbal de la Fuente, que habían fallecido y por herencia lo tenían la mujer del primero, Juana del Castillo y su hijo, Fernando de Cáceres, y el sobrino del segundo, el licenciado Miguel de la Fuente Cerrato. El licenciado había vendido su mitad por 3.200 ducados a Mateo Jaraba del Castillo, regidor de Motril, que a su vez la vendió a doña Juana y a su hijo por al mismo precio, que son los que lo transfieren definitivamente a Alonso y Ana de Contreras en el importe total estipulado de 5.800 ducados. El espacio que ocupaba el ingenio fue ampliado por Contreras en 1598 comprando por 100 ducados un haza de 4 marjales de tierra calma llamada “Haza del Salitre” lindando con la plazuela del mismo nombre, con la acequia principal, hazas del horno de la Cantarería de Francisco Palomino y su propio ingenio. Esta haza había pertenecido a Pedro de Pierres Macera y en la fecha del venta la tenía el regidor motrileño Antonio Velázquez, vecino y regidor de la villa desde 1590 cuando la compró a Beatriz Vázquez, mujer de Blas de Segura, vecinos de Salobreña. Velázquez la vende a Contreras.

Plano de la zona que ocupo el Ingenio Viejo de Contreras. Siglo XVIII (Archivo Histórico Nacional).

En 1599 aumenta aún más el solar del ingenio intercambiando con el nuevo poblador Juan Fernández, un haza de tres marjales de secano que lindaban con el ingenio y la acequia por 4 marjales de regadío que le dio a cambio.

Una haza de 13 marjales de riego en el pago de Sarracín la vende Gaspar de Haro Moscoso e Isabel de Haro, su hermana, a Contreras en 1597. Para seguridad de la venta los hermanos hipotecaron a favor del comprador dos hazas de 11 marjales en el pago de la Huerta del Vicario y otra de 4 marjales en el citado pago de Sarracín.

En el año último del siglo XVI compra el oficio de Depositario General del Concejo de Motril con voz y voto de regidor. En 1587 el rey Felipe II le hizo merced de este oficio municipal con voz y voto en el cabildo a Juan Gómez del Camino “por su vida y la de otro”, con la obligación de dar cada 10 años fianzas con el visto bueno de los alcaldes ordinarios de la villa. En 1599 el oficio lo poseía el doctor madrileño Leonardo de Cos, por cesión que le había hecho Felipe III y Contreras decidió conseguirlo por la cantidad de 600 ducados, firmándose la escritura de venta en Madrid el 15 de septiembre del citado año, tomando posesión del cargo en el cabildo que se celebró en el ayuntamiento motrileño el dia 30 de ese mes. Tenía D. Alonso 74 años. Posteriormente, por real cédula otorgada en Madrid el 14 de mayo de 1613 el rey le hace merced del dicho oficio  “por dos vidas” y el 4 de marzo de 1615, una nueva merced de la Corona le da propiedad perpetua como depositario y regidor y que “la gozase en juro de heredad para siempre jamás”. Tuvo que pagar a S.M. 75.000 marevedís por el privilegio. A fines del siglo XVI o principios del XVII, también, debió conseguir del rey el cargo de administrador general de las salinas y toldos de la venta de sal del reino de Granada y, por último, logró el privilegio real de poder designar en su nombre un teniente de regidor con voz y voto en el cabildo, que lo sustituyera “por estar como suele estar ausente de esa villa, ocupado en cosas y negocios de importancia”. El poder que consiguió acumular en el Concejo de Motril fue extraordinario.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, introduce tu comentario
Por favor, introduce tu nombre aquí