Antonio Gómez Romera
Domingo, 24 de noviembre de 2024
EN EL XXXIII ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE FREDDIE MERCURY, VOCALISTA DE LA BANDA DE ROCK “QUEEN”
Tal día como hoy, domingo, 24 de noviembre, festividad de Santa Flora de Córdoba, martirizada en tiempos de Abderraman II (siglo IX), en la cuadragésima séptima semana de 2024, se cumplen 33 años (domingo, 1991) del fallecimiento de Freddie Mercury, vocalista de la banda de rock británica “Queen”, a los 45 años de edad, a causa de una bronconeumonía causada por el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), enfermedad de la que por entonces sólo se conoce su alto índice de mortalidad, en su mansión “Garden Lodge” de Londres, a las 7 de la tarde.
A las 10 de la mañana del miércoles, 27 de noviembre de 1991, el cuerpo de Freddie Mercury es incinerado en el “West London Crematorium” de Kensal Green, Londres. Su mansión “Garden Lodge”, de estilo Neo Georgiano, se encuentra en el centro de Londres, a poca distancia del palacio de Kensington. Freddie la compró en 1980 y pagó por ella casi 630.000 dólares a uno de los miembros de la familia de banqueros Hoare. La propiedad se asienta en 4.000 metros cuadrados de terreno ajardinado. El espacio más espectacular de la mansión es el salón de doble altura, completado por una galería envolvente que sirve como biblioteca y bar con vistas a la sala y al piano de cola de Freddie y, lo más hermoso, es la sala japonesa: una sala de estar que da al jardín de estilo japonés con magnolios, topiarios y fuentes de agua.
En su testamento, Freddie deja patente sus últimos deseos hacia el amor de su vida, Mary Austin: «Habrías sido mi esposa, y (la mansión) habría sido tuya de todos modos»; la mitad de su herencia es para ella y la otra mitad se reparte entre sus padres y su hermana, a los que cede el 50% de su parte de las ganancias futuras de Queen, su entonces pareja Jim Hutton, su cocinero Joe Fanelli y su asistente, Peter Freestone.
Su última aparición pública tiene lugar un año antes, el domingo, 18 de febrero de 1990, cuando acude junto a sus compañeros de “Queen” al “Dominion Theatre” (West End – Londres), a la Gala de los IX Premios Brit, para recibir un galardón por su ‘Contribución sobresaliente a la música británica”.
Según su última pareja, el estilista y escritor irlandés Jim Hutton (James Seamus Hutton, 1949 – 2010), a Freddie le diagnosticaron el SIDA después de la Pascua de 1987 y, en sus últimos días, Freddie estaba prácticamente ciego, sedado, apenas podía hablar y sufría dolores extremos.
El jueves, 30 de mayo de 1991, graba “These Are the Days of Our Lives”, su último videoclip, en blanco y negro para disimular la palidez y las ulceras de su piel. Un tema que forma parte del álbum “Innuendo”. Las letras de sus canciones apuntan a una inminente desaparición de la banda y contiene la premonitoria canción “The Show Must Go On”, que como luego aseguraría su círculo más íntimo, reflejaba el estado de ánimo de los últimos días de Freddie.
Un día antes de su fallecimiento, Roxy Meade (Rowena Katherine Crichton-Stuart, de soltera Meade, 1957), su agente publicitaria y portavoz, hizo ésta declaración pública leyendo un texto redactado por Freddie: “Como consecuencia de las grandes conjeturas aparecidas en la prensa en las dos últimas semanas, es mi deseo confirmar que me he hecho las pruebas de VIH y tengo SIDA. Creo que ha sido conveniente mantener esta información en secreto para proteger la intimidad de los que me rodean. Sin embargo, ha llegado el momento de que mis amigos y mis fans de todo el mundo sepan la verdad y espero que todos se unan a mis doctores y aquellos que luchan contra esta terrible enfermedad. Mi intimidad siempre ha sido algo especial para mí y soy conocido por las pocas entrevistas que concedo. Por favor, comprendan que esta pauta continuará”.
Freddie había previsto todos los detalles para ese momento. En su testamento regala sus efectos personales a sus amigos, graba una serie de vídeos sobre su enfermedad para que se emitan tras su muerte y dona más de 30 millones de euros a la lucha contra el sida. Incluso, deja dicho la música que quiere para su funeral, donde no falta “Barcelona”. Se trata de una canción muy especial para él por acercarse a un sueño de su infancia como la ópera, hacerlo a dúo con la soprano Montserrat Caballé (1933 – 2018) –a la que apodaba Montsy y de la que dijo era “la mejor cantante del mundo”–, y poner banda sonora a unos Juegos Olímpicos que por desgracia no llegó a ver.
Breves Notas Biográficas
Farrokh Bulsara nace en el “Government Hospital” de Stone Town, Sultanato de Zanzíbar, actual Tanzania, el jueves, 5 de septiembre de 1946, día de fin de año nuevo Zoroástrico, en el seno de una familia india de origen persa y creyentes del zoroastrismo, formada por Bomi Bulsara (1908 – 2003) y su esposa, Jer (1922 – 2016). Su padre trabaja como cajero del Tribunal Superior del Gobierno Británico Y Tiene una hermana menor, Kashmira (1952).
Farrokh comienza sus estudios con 5 años de edad en la Escuela de Misioneros de Zanzíbar que regentan monjas anglicanas y con 8 años (1954), sus padres lo envían a estudiar a la India, a Panchgani, al sureste de lo que antes era Bombay, ahora Mumba. Lo hace en el internado de “San Pedro”, Escuela de la Iglesia de Inglaterra, donde se le permite seguir practicando su religión, el zoroastrismo, y donde le gusta jugar a hockey, al tenis y practicar boxeo. Es aquí donde empieza a ser más conocido como “Freddie”, sobrenombre que también adopta su familia.
Durante el tiempo libre que pasa con su tía Sheroo Khory y sus abuelos en Bombay, descubre y empieza a sentir su amor por la música; estudia hasta 4º curso de piano y forma su primera banda con un grupo de amigos: “The Hectics”, donde él toca el piano y actúan en fiestas y eventos escolares.
Una de las comidas favoritas de Freddie es el “dhansak”, plato típico de la India que lleva lentejas, verduras, jengibre, carne de cordero, calabaza, ajo y especias. Y su postre favorito es el pastel de almendra con cereza.
En 1963, con 17 años, regresa a Zanzíbar, pero a causa de la Revolución acaecida en enero de 1964 tras la independencia del país, donde unas 17.000 personas mueren en los enfrentamientos, él y toda su familia tienen que marcharse y emigrar para instalarse en Feltham, en Middlesex, cerca del aeropuerto de Heathrow, al oeste de Londres. Ya instalados, rápidamente se busca la vida para tratar de contribuir a la economía familiar regentando un puesto en el mercado de Kensington. Compagina este trabajo con sus estudios en el “Isleworth Polytechnic College”,al oeste de Londres y, después de moda y diseño gráfico en el Ealing Art College, donde conoce al cantante y actor David Bowie (1947 – 2016), en la universidad de West Thames.
Trabaja en la boutique “Biba” en Kensington Market, junto a su pareja del momento, Mary Austin (1951). Tiene un libro con portada de tela en el que anota las fechas del cumpleaños de todas aquellas personas que le importan, así nunca olvida las fechas porque son muy especiales para él. Cambia su apellido para que resulte más adecuado a una estrella del rock y elige “Mercury”, por ser “el mensajero de los dioses”.
Freddie Mercury, antes de consagrarse como una verdadera estrella, tiene un paso muy corto por otros grupos, como “Ibex” y “Sour Milk Sea”. Gracias a Tim Staffel (1948), un compañero de la escuela, comienza a relacionarse con Bryan May (1947) y Roger Taylor (1949). Todos juntos forman la banda “Smile”, el germen de lo que más tarde se acabaría convirtiendo en “Queen”. Jer, su madre, en una entrevista al portal “The Telegraph” expresa: “Freddie mantuvo una estricta división entre su trabajo y su hogar durante toda su vida. Si alguna vez le preguntaba, me decía: ‘Mamá, eso es negocio y esto es familia’. Fue amable y muy respetuoso conmigo y con su padre”.
Al poco tiempo conocen a John Deacon (1951), un bajista, con el que cierran el tándem de la formación de “Queen”, una banda con una personalidad diferente en la que todos cooperan con sus singularidades al proyecto. De hecho, es idea de Freddie renombrar al grupo como “Queen”, pese a los matices homosexuales que amenazan con escandalizar a la puritana sociedad británica de entonces.
Al compás del “glam-rock”, que es lo que triunfa en esos momentos, gracias a artistas como David Bowie o Marc Bolan (1947 – 1977), “Queen” lanza sus dos primeros discos, “Queen” y “Queen II”, pero no es hasta el tercero, “Sheer Heart Attack”, cuando comienzan a despertar interés. “Queen” traslada la ópera, el gospel y el vodevil al escenario del rock y, lo mejor, está por llegar, porque no es hasta el lanzamiento del single “Bohemian Rhapsody”, en 1975, que aparece después en el 4º álbum del grupo, “A Night at the Opera”, cuando consiguen romper todos los esquemas y, a partir de ahí, “Queen” se va a mantener en lo más alto del escalafón de la música rock durante casi 20 años.
Durante el resto de la década de los años 70 el grupo británico publica nuevos álbumes, como “A day at the races” (1976), “News of the World” (1977) o “Jazz” (1978), que terminan haciéndose muy populares por grandes éxitos como “We are the Champions”, “We will rock you” y “Don´t stop me now”, por citar solo algunos. Pese a la fuerte unión que muestran al público, la realidad es que existe un distanciamiento entre ellos, lo que se traduce en que toman caminos por separado. De esta forma, Freddie Mercury inicia su carrera en solitario.
El éxito musical de la banda supone una liberación personal para Freddie, que le lleva a cortar con Mary Austin, con quien mantuvo seis años de relación después de sincerarse y hablarle de sus infidelidades y de su bisexualidad. Desde entonces, Freddie da rienda suelta a su lado más hedonista, aunque públicamente nunca habla sobre sus preferencias sexuales. Es por eso que durante esta nueva etapa su vida está protagonizada por fuertes excesos: fiestas, drogas, noches de sexo. Este lado más provocador y rompedor también se refleja en su estilo, ya que se corta la melena, comienza a lucir un peculiar bigote y, en general, apuesta por un toque glam, pero sin perder esa esencia rockera, bohemia y rebelde que le caracteriza.
El sábado, 13 de julio de 1985, el cantante irlandés Bob Geldof (1951) y el músico escocés Midge Ure (1953), organizan dos conciertos simultáneos, uno en el Estadio Wembley de Londres y otro en el “John F. Kennedy Stadium” de Filadelfia, bajo el lema “Live Aid”, con el objetivo de recaudar fondos para ayudar a aliviar la devastadora hambruna en Etiopía. Cada intérprete o grupo musical dispone de 20 minutos en el escenario y “Queen” interpreta una mezcla (“medley”) de sus canciones: “Bohemian Rhapsody”, “Radio Ga Ga”, “Hammer to Fall”, “Crazy Little Thing Called Love”, “We Will
Rock You” y “We Are the Champions”. Es considerada una de las mejores actuaciones de una banda en vivo en la historia del rock.
Colofón
El lunes, 20 de abril de 1992, casi 5 meses después del fallecimiento de Freddie, se celebra el “Concierto homenaje a Freddie Mercury para el conocimiento del sida” que congrega en el estadio de Wembley a 72.000 personas. Actúan en directo Robert Plant, Elton John, Metallica, Seal, David Bowie, Annie Lennox, Guns N’ Roses, Elizabeth Taylor, George Michael, Lisa Stansfield, Def Leppard o Liza Minnelli. El concierto, retransmitido en directo por 76 países, tiene una audiencia estimada de 500 millones de personas y una caja solidaria de 20 millones de libras que se convierte en la mejor campaña para visibilizar la enfermedad y concienciar a la sociedad de la importancia de luchar contra el virus del SIDA.
La Fundación “The Mercury Phoenix Trust”, creada en abril de 1992 por Brian May, Roger Taylor y su mánager, Jim Beach (1942), en su memoria, ha donado a grandes organizaciones benéficas no gubernamentales más de 16 millones de dólares en las últimas décadas y financiado más de 700 proyectos en la lucha mundial contra el VIH / SIDA.
En 2005, en una encuesta organizada por “Blender” y “MTV2”, Freddie es nombrado el mejor cantante masculino de todos los tiempos. En 2008, la revista estadounidense “Rolling Stone” lo coloca en el puesto 18 en su lista de los 100 mejores cantantes de todos los tiempos, mientras que “Classic Rock”, al año siguiente, lo considera el mejor cantante de rock de la historia. Por su parte, “Allmusic” lo define como «uno de los líderes más carismáticos y dinámicos en la historia del rock».
El domingo, 5 de septiembre de 2010, el “Mercury Phoenix Trust” lanza “Freddie For A Day”, una gran iniciativa anual diseñada para celebrar la vida de Freddie en la fecha de su cumpleaños y para dar apoyo al trabajo continuo de la organización. El proyecto anima a los fans a vestirse como Freddie durante un día para, con ello, reunir fondos para el “MPT” a través de patrocinios. Y, ese mismo día, una encuesta realizada entre fans del rock lo nombra como la “Más Grande Leyenda del Rock De Todos Los Tiempos”, sobrepasando a Elvis Presley y por encima de David Bowie, Jon Bon Jovi, Jimi Hendrix y Ozzy Osbourne.
La muerte de Freddie Mercury no apaga su voz, ya que todavía se siguen escuchando algunas de sus mejores canciones. De hecho, la película “Bohemian Rhapsody” que se estrena en 2018 vuelve a despertar la curiosidad sobre su vida y su obra. Kashmira, hermana de Freddie llegó a reconocer que “Me alegró saber que iban a hacer la película. Y, aunque fue muy emotivo para mí, pensé que estaba hecha con mucho gusto”.