EFEMÉRIDES DE FIN DE SEMANA

Antonio Gómez Romera

Domingo, 3 de noviembre de 2024

En el CCCLXXXV aniversario del fallecimiento de Martín de Porres, “Fray Escoba”, el santo de la humildad

Grabado de San Martín de Porres.

Tal día como hoy, domingo, 3 de noviembre, festividad de San Martín de Porres, el Santo de la Humildad, en la cuadragésima cuarta semana de 2024, se cumplen 385 años (1639) del fallecimiento en Lima, virreinato del Perú, a la edad de 59 años, de Martín de Porres Velásquez, Santo Patrono de la Justicia Social y Patrón Universal de la Paz. Su patronazgo también se extiende a Cáritas, a los pobres, los peluqueros, el gremio de la limpieza pública, los farmacéuticos, los enfermeros y los Hermanos Cooperadores Dominicos.

En la víspera de su muerte, su amigo, Luís Jerónimo Fernández de Cabrera y Bobadilla de la Cerda (1589 – 1647), IV conde de Chinchón y virrey del Perú, acude ante su lecho y “arrodillado le besó la mano y le rogó que intercediera ante Dios por él”. Sus restos están sepultados bajo el altar mayor de la Basílica Menor y Convento Máximo de Nuestra Señora del Rosario de Lima, conocida popularmente como “Santo Domingo”, al lado de los de Santa Rosa de Lima (1586 – 1617) y de San Juan Macías (1585 – 1645).

Estampa del beato Martín de Porres.

Fray Martín goza ya en vida de fama de santidad. Prueba de ello es su multitudinario entierro. El padre Cipriano de Medina Vega (1594 – 1664), recuerda: “… entrando la ciudad por la mañana en nuestra iglesia, lo reconocieron, no sólo en la forma dicha, exhalando de sí una fragancia tan grande que embelesaba a los que se acercaban, y le hacían pedazos la ropa que tenía, de manera que fue menester vestirlo muchas veces y pedir guarda especial para el cuerpo. Y se resolvió enterrarlo luego aquella tarde por evitar inconvenientes”.

Su cuerpo es llevado procesionalmente hasta su sepultura en hombros de Feliciano de la Vega (1582 – 1640), Obispo de Popayán, obispo de La Paz y arzobispo de México, Pedro de Ortega Sotomayor (1585 – 1658), deán de la catedral de Lima y después obispo del Cusco, Juan González de Peñafiel (1600 – 1651), Alcalde del Crimen de Lima y Oidor de la Real Audiencia, y Juan de Figueroa Sotomayor, regidor del cabildo y más tarde alcalde limeño.

San Martín de Porres (1966) óleo de Blanca Chávarri.

Martín es un fraile dominico peruano apodado “Fray Escoba”, el primer santo mestizo (mulato, pobre y bastardo) de América. Su lema personal es: «Pasar desapercibido y ser el último». “Yo te curo y Dios te sana”, solía decir fray Martín, cada vez que atendía a algún enfermo.

Se venera a este humilde dominico en los países de la Hispanidad. Se le presenta al lado de un gato, un perro y un ratón que comen en la misma escudilla. Fue beatificado el domingo, 29 de octubre de 1837, por el Papa Gregorio XVI (1765 – 1846) y canonizado el domingo, 6 de mayo de 1962, por el Papa Juan XXIII (1881 – 1963), para quién era “Martín de la Caridad”.

Por medio de su sencillez, servicialidad y alegría, logra superar las diferencias y unir a las tres culturas de españoles o criollos, indios y negros que conviven en su época, a pesar de los conflictos que dificultan la coexistencia en la sociedad limeña del siglo XVII.

Milagro de San Martín de Porres – óleo de Marta Chávarri.

Breves Notas Biográficas

Martín nace en Lima, desconociéndose el día exacto en que lo hace. Posiblemente, el 11 de noviembre, fiesta de San Martín de Tours, pero también pudiera ser el 9 de diciembre, día de su bautismo, o unos días antes, del año 1579. Hijo del hidalgo español Juan de Porres Miranda (1545 – / ), miembro de la Orden de Alcántara, y de Ana Velásquez, negra libre, ladina y criolla panameña. Su casa está frente a la iglesia del hospital del Espíritu Santo y es bautizado en la iglesia de San Sebastián, fundada en 1554, en la misma pila bautismal en la que 7 años más tarde será bautizada Santa Rosa de Lima. Su partida bautismal dice literalmente: “Miércoles 9 de diciembre de mil quinientos setenta y nueve, bautizaron a Martín, hijo de padre no conocido, y de Ana Velásquez, horra (libre). Fueron padrinos Juan de Briviesca y Ana de Escarcena y fírmélo. Antonio Polanco”.

Dos años más tarde Ana Velásquez da a luz a una hija, Juana, de piel blanca. Juan de Porres instala entonces a su familia en una casita del barrio de Malambo y reconoce a sus dos hijos. Ana trabaja en buenas condiciones en la casa de españoles acomodados, la familia de Isabel García Michel. Francisca Vélez Michel, hija de Isabel, declara en el Proceso de beatificación de fray Martín de Porres, editado por el Secretariado Martín de Porres de Palencia en España, y que contiene los Procesos de los años 1660, 1664 y 1671, que en el contiguo jardín de la casona “plantó Martín, entre otras plantas, un árbol de limón que dura y permanece (año 1679) y le llaman el limón de fray Martín, y que dicho árbol todo el año estaba con fruto sazonado, siendo así que los demás no dan más que una vez al año”.

Segundo Milagro de San Martín de Porres – óleo de Marta Chávarri.

En 1585, Juan de Porres se instala en Guayaquil, hoy Ecuador, donde vive con sus hijos durante 4 años y paga a maestros para que reciban las enseñanzas de escritura y lectura. Después, Juan de Porres vuelve a Lima para recibir del virrey sus órdenes antes de irse a Panamá como gobernador (1592). Deja entonces dinero a su tío materno, Diego de Miranda y Paz, que vive en Guayaquil, para que cuide a los hijos. Martín se traslada a Lima para vivir con su madre y su hermanita y, para ganarse la vida, a los 12 años, entra a servir en la casa del boticario Mateo Pastor y su esposa Francisca Vélez de Pastor, herboristas que practican la medicina natural, quienes le enseñan las enfermedades y el uso de los medicamentos. Y, como en aquellos tiempos, las boticas son como puestos de primeros auxilios, también aprende a remediar los dolores de los pacientes que allí acuden, tomando un aprendizaje que le será muy útil para ser enfermero. Trabaja también como ayudante de un cirujano-barbero llamado Marcelo Ribero. Y aprende a hacer sangrías a los enfermos, sacar muelas, hacer purgas, suturas, poner ventosas, aplicar ungüentos y otros trabajos para curar enfermos.

La casa de Martín se llena de mendigos y pobres, que son atendidos gratuitamente y con mucho esmero. A los 15 años, en 1594, Martín piensa entregar su vida al servicio de Dios y de los demás y desea ingresar en el convento del Rosario de Lima de los Hermanos Dominicos. Su madre no se opone a su vocación y ella misma lo lleva a presentarlo ante el Prior. De acuerdo a las normas establecidas, no puede acceder a ser sacerdote ni hermano lego por ser mulato y queda sólo como “hermano donado” es decir, terciario regular, algo así como sirviente de la comunidad para hacer los servicios más humildes.

Discurso de Juan XXIII durante la canonización de San Martín de Porres.

Cuando Martín tiene 17 años, en 1596, regresa a Lima su padre desde Panamá y se entera que su hijo está en el convento en calidad de donado. Su orgullo de español importante le hace sentirse mal y acude a hablar con  el superior a ver si puede mejorar la situación de su hijo. Habla con el provincial, fray Salvador de Rivera Dávalos (1545 – 1612), y éste le explica que, aparte de las normas establecidas en los capítulos provinciales, está la oposición rotunda del mismo Martín a cambiar la situación. Su humildad le hace querer seguir siendo el último de los últimos y así se siente feliz de servir a todos. En aquel tiempo, el convento de Santo Domingo es uno de los más grandes de América y tiene entre 230 y 250 religiosos. Según el cronista franciscano fray Buenaventura de Salinas y Córdova (1592 – 1653), da de limosna a los pobres diariamente 246 panes pequeños de a cuartillo en la portería. Todos los domingos reparten 15 carneros crudos para 50 casas de mujeres pobres españolas, fuera de cocidos y aderezados que cada día se reparten a los pobres que comen en la portería, que todos juntos hacen cada semana 21 carneros. Además de esto, se añade para los pobres toda la carne que dejan los religiosos en el comedor y los pedazos de pan que de ordinario llenan dos canastas grandes. Y las cuaresmas, los viernes y sábados, reparten mucho pescado, guarangos y frejoles (alubias) con que sustentan a los pobres.

Las principales ocupaciones de Martín son hacer de portero, ropero, barbero, boticario y enfermero, aparte de limpiar, tocar la campana y ayudar a misa todos los días. Así está, llevando una vida ejemplar, durante 9 años. Y, al ver su buen comportamiento, los superiores lo admiten a la profesión religiosa perpetua. Tiene 24 años. El texto literal del Libro de Profesiones del Convento dice así: “El 2 de junio de 1603 hizo donación de sí a este convento para todos los días de su vida el hermano Martín de Porras, mulato, hijo de Juan de Porras, natural de Burgos y de Ana Velásquez, negra libre. Nació en esta ciudad y prometió este día obediencia para toda su vida a los Priores y Prelados de este convento en manos del padre fray Alonso de Sea, Superior de él, y juntamente hizo voto de castidad y pobreza, porque así fue su voluntad. Fueron testigos el padre fray Pedro de la Serna, maestro de novicios, y el padre fray Luis Cornejo y otros muchos religiosos; y firmólo de su nombre. Fray Alonso de Sea, Prior. Hermano Martín de Porras”.

Canonización de San Martín de Porres.

Martín vivió en el apogeo de la reforma de la Provincia de San Juan Bautista, de la que fue un referente muy importante, llegando a convertirse para sus hermanos en vivo ejemplo del buen religioso.

Fray Escoba y su Cruz – ilustración de Antonio Mingote.

Colofón

El Secretariado San Martín de Porres, iniciativa de fray Benigno de la Cruz Ródenas, se crea en 1951 con el ideal de que el amor, el servicio y la cercanía del santo dominico mulato continúen día a día, en alegría de dar y de darse.

“Fray Escoba”es una película española de 1961 dirigida por Ramón Torrado (1905 – 1990), con guion de Jaime García-Herranz (1902 – 1966), y protagonizada por el cubano René Muñoz (1938 – 2000). Es un gran éxito en su época.

El 17 de mayo de 1962, la Orden Dominica a través del Instituto Peruano de Estudios Filosóficos – Sociales, funda en Lima (Perú) la Universidad privada San Martín de Porres (USMP). Su lema es: “Ama lo que haces, Aprende cómo”. El dibujante, escritor y académico Antonio Mingote (Ángel Antonio Mingote Barrachina, Marqués de Daroca, 1919 – 2012) publica la biografía ilustrada “Fray Escoba” (2006), de Editorial Palabra, reedición de la publicación original de 1958 del Secretariado Martín de Porres, con guion del periodista y ex sacerdote dominico Emilio Lapayese del Río (1935-2004) y prólogo de José María Sánchez-Silva (1911-2002), donde, con sus dibujos, plasma magistralmente la vida de San Martín de Porres, uno de los santos más populares.

Portada del libro Fray Escoba con dibujos de Mingote.

Nota Final

Yo, de niño, tenía una figurita de barro coloreada con la imagen de “Fray Escoba”. Éstas figuritas de terracota, de unos 5 centímetros de altura, popularmente conocidas como “cabezones”, las hacía en la granadina Cuesta de la Alhacaba, el artesano José Miranda (1939), y yo, jugaba con ella en las escaleras del jardín de mi casa barriendo con su pequeña escoba, incansablemente como lo hizo el Santo en su vida.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, introduce tu comentario
Por favor, introduce tu nombre aquí