Un agente de la Policía Nacional, libre de servicio, libera en Granada a un octogenario atrapado en su domicilio tras una caída

EL FARO

  • El suceso tuvo lugar pasadas las 01.30 de la madrugada cuando el agente se encontraba en el dormitorio de su vivienda, escuchó voces lejanas pidiendo auxilio
  • Una vez localizado el lugar desde el que se pedía socorro, el policía llamó a la puerta del piso de un vecino y la petición de ayuda se acrecentó, haciendo evidente el mal estado del reclamante. Tras propinar una patada a la puerta, encontró a un hombre de 84 años con una pierna inflamada y amoratada que llevaba toda la tarde en el suelo
  • El accidentado, a quien se le había implantado un marcapasos recientemente, ha mejorado después de permanecer hospitalizado alrededor de dos semanas. Actualmente se recupera en una residencia donde se encargan de su cuidado y atención
Formación de primeros auxilios a la Policía Nacional (Archivo)

Un agente de la Policía Nacional libre de servicio libera a un vecino de 84 años atrapado en su domicilio, situado en el distrito Centro de Granada, tras una caída que le imposibilitaba levantarse.

El agente se encontraba en su dormitorio cuando escuchó voces lejanas pidiendo ayuda

El incidente ocurrió pasadas las 01.30 horas de la madrugada del pasaod día 22 de septiembre, cuando el agente se encontraba en el dormitorio de su domicilio, escuchó en la lejanía una leve voz que pedía socorro. Prestó atención al sonido y comprobó que no procedía de la calle, sino que lo hacía desde algún lugar de su inmueble, por lo que se dirigió al piso de abajo por si provenía de él. Estos vecinos le manifestaron que también habían escuchado las voces por lo que, acompañado por la hija de estos vecinos, continuó la búsqueda. Momentos más tarde, localizó el piso en cuestión dos plantas más abajo. Entonces llamó a la puerta y fue cuando la voz masculina que pedía ayuda elevó el volumen manifestando no poder moverse y encontrarse muy mal, al tiempo que le solicitaba que entrase a ayudarle.

El policía no encontró otro medio más rápido para acceder al hombre y, ante el temor de que peligrase su vida, decidió golpear la puerta del domicilio con una patada. La cerradura cedió e inmediatamente, se encaminó hasta el fondo del mismo donde, en el dormitorio, halló al octogenario. Estaba solo, consciente y en el suelo junto a la cama, en posición decúbito prono con las piernas flexionadas y cruzadas hacia un lado. Una de ellas estaba inflamada y amoratada. Dijo tener mucho dolor, no poder moverse y estar en esa situación desde hacía muchas horas, al menos desde el inicio de la tarde. Además, relató como hacía dos semanas que se le había implantado un marcapasos.

El agente hizo uso de su formación en estas situaciones de emergencia y primeros auxilios y trató de ayudar al anciano tranquilizándolo y sin moverlo para evitar ocasionarle un mal mayor, le acomodó la cabeza y le colocó una manta para que entrase en calor.

Tras avisar al CIMACC-091 y a los servicios sanitarios de emergencias, comunicó con éstos quienes le confirmaron la importancia de no moverlo hasta su llegada.

Finalmente, se personaron otros agentes de la Policía Nacional y los servicios sanitarios quienes trasladaron al octogenario hasta un centro hospitalario donde ha permanecido ingresado durante alrededor de dos semanas. Los agentes dejaron la puerta de la vivienda cerrada y dieron cuenta de su actuación.

Tras el incidente y dado que el hombre vive solo, en una situación de dependencia y no tiene quien le cuide, se ha gestionado su ingreso en una residencia donde continúa con su recuperación.

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