I PREMIOS “LA JUANITA”
En primer lugar, dar las gracias al PSOE de Motril por haber iniciado estos premios tan necesarios en esta época tan convulsa, y como no, dar las gracias también a la familia de La Juanita por acompañarnos hoy. Gracias también a vosotros, vosotras y vosotres por acompañarnos esta tarde en este bonito espacio. La Juanita seguro que estará muy contenta y orgullosa de ver todo lo que está pasando y va a pasar en su nombre.
Cuando me dijeron que era una de las personas elegidas para este galardón, pregunté el motivo y su respuesta fue; “Porque has traído a Motril la visibilidad”, y creedme si os digo que era algo de lo que yo no era consciente. Entiendo que hacerse “visible” en una sociedad que quiere hacer “invisibles” a los que incomodan, es un acto político revolucionario y una decisión arriesgada, pero también entiendo que si existimos tenemos que hacerlo. Una vez escuché, que para normalizar algo, solamente había que hacerlo y aquí estoy yo, haciendo.
Cuando volví a Motril, (imagino porque necesitaba de mi gente), me expresé como venía haciendo desde que descubrí la libertad de ser uno mismo, y me alegro que lo hayáis vivido de esta manera. (Mi familia creo que ha visto lo mismo y me consta).
Hablando de mi visibilidad ¿Alguien se ha parado a pensar cómo y dónde sufrí mí eclosión, y lo que supuso para mí la vuelta al sitio donde no dejaron que saliera de mi crisálida?. Cuando regresé a Motril seguían los mismos fantasmas, pero he de decir que, aunque la lucha ha sido y esté siendo fuerte sigo en esa eclosión y lo que he podido descubrir hasta ahora, está mereciendo la pena. Desde aquí mi apoyo a esas personas que no se atreven a expresarse libremente por miedo o por vergüenza, y decirles que en el colectivo hay muchas personas preparadas para ayudarlas, sin cuestionar, sexo, raza, religión,… etc.
En estos días muchas personas se preguntan porque es necesario un día del orgullo LGTBIQ+ y tengo algo que decir al respecto. Si a una persona heterosexual se le agrediera por besarse con su pareja en público, por ir cogidos de la mano, si los echaran de sus trabajos, si sintieran discriminaciones por ser heterosexual,… entonces, tendrían más que justificado el día de la heterosexualidad. Mientras las personas del colectivo sigamos sufriendo rechazo, y desgraciadamente sigue existiendo, y me consta, este día debe de seguir celebrándose.
Hoy en los I Premios “La Juanita”, Motril le reconoce todo lo que aportó a la transición de este país con su visibilidad. De nuevo, el reconocimiento llega cuando la persona a la que se va homenajear no se encuentra entre nosotros y nosotras, pero tenemos la suerte de conocer a su familia, que fueron los que la quisieron, cuidaron y respetaron.
Muchos de vosotros y vosotras sabéis de mi empeño en honrar la figura de La Juanita, y en junio de 2018 justo ahora se cumplen 6 años, llegó al culmen cuando emprendí una aventura llamada “The Show”. Transformé la Casa de la Condesa Torre Isabel en la parte trasera de un cabaret, donde transcurrían los ensayos de un espectáculo, creado a partir de unas partituras, supuestamente descubiertas en el fondo de un baúl heredado de La Juanita. En esta aventura estuve acompañado de los mejores profesionales de mi pueblo, y junto a Caín, Teatro Umbriel, Mercedes Valera,… y un largo etc, sin olvidarme de los empleados del Ayuntamiento de Motril, Paco, David y Chucle al cargo de Felipe Herrera, pudimos sumergir a todas las personas asistentes en una fantasía. El fin de este espectáculo era recaudar firmas para poder hacerle un homenaje y cuando terminó, nos llevamos la sorpresa de que había más firmas de las que se necesitaban para dedicarle una calle. En ese momento me di cuenta que había más personas que querían que esto sucediera y a los pocos meses, en un pleno municipal regido en ese momento por el PSOE, otorgaron el honor de dedicarle la calle Cervantes y además se acordó poner también una escultura para que Motril no la olvidara.
Como ya sabréis, su vida se ha escrito para que todo el mundo, quién quiera claro, pueda sumergirse en su vida y descubrir cómo sentía, cómo vivía y cómo sufría el desagravio de muchas personas de Motril. Me siento muy orgulloso de haber sido yo el afortunado en contarla.
Gracias a las conversaciones con su sobrino José, con Mari su mujer, Palmira su prima, y tantas personas anónimas, he podido reconstruir su vida y si os soy sincero, ha costado recordar tanto desagravio. Sabían que su tío solo quería ser y sentirse libre, pero también sabían que le tocó vivir en una época donde la sociedad la rechazó.
Hubo personas que la despreciaron, maltrataron y vejaron por las calles de Motril por su apariencia “débil” y eso hacía pensar que la podían silenciar, pero todo lo contrario, era una persona muy valiente por salir a la calle a hacer visible lo que era y sentía; mientras que los “valientes” que la maltrataban la temían porque les hacía dudar de su propia sexualidad, pero afortunadamente, también hubo muchas personas que la respetaron y ayudaron. No podemos imaginar cuál era el sufrimiento que vivía.
Al poco de las conversaciones con la familia, empezamos a tomar conciencia de lo que iba a suceder cuando la gente leyera la historia, y me costó un poco hacerles entender la importancia de contarla, aunque les doliera. Detectaba que el resentimiento, el dolor y la desconfianza de lo que podría escribir en ese libro existía, y la sombra de la duda se apoderó de ellos, pero en poco tiempo entendieron que todo el trabajo que me disponía a hacer, era desde el cariño y respeto hacia su tío. Hubo una cosa que me emocionó mucho en todas estas reuniones. Un día por romper las tensiones que nos producía estar hablando de tanta maldad, les conté todo lo que había sucedido en “The Show” y dijeron; “Si mi tío hubiera vivido le hubiera encantado verlo. A él le gustaban mucho todas esas cosas, pero nunca las pudo hacer”. Cuando lo escuché sentí pena porque no pudo llegar a realizarse como artista, (y cuando leáis su vida os daréis cuanta de mis palabras). En ese mismo momento pensé; “He realizado un espectáculo en su nombre y su familia dice que le hubiera encantado”. ¿Las partituras que supuestamente me encontré en el baúl, realmente existían y eran suyas? Desde ese momento supe que la conexión que tenía con La Juanita era real, y entendí rápidamente muchas preguntas que me había hecho.
Fueron muchos meses, semanas y días escuchando episodios de su vida, y con el paso del tiempo, las historias cada vez eran más crueles. En un momento, fui consciente que me estaban hablando de una persona diferente a la que yo me imaginaba, y enseguida me di cuenta que estaban describiendo precisamente eso, a la persona. Supe que yo podría aportar la parte de esa vida que vimos todos y todas.
Me puse a recomponer las piezas del puzle, y junto con los datos políticos de este país referentes a la “Ley de Vagos y Maleantes” y la “Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social”, más los datos que tenía de mi anterior libro, “Soledad. Eso fue. 1925- 2005”, pude reconstruir su vida, y os aseguro que no os va a dejar indiferentes. Cuando lo leáis, entenderéis muchas historias sobre la protagonista, esas que todavía resuenan en nuestro pensamiento.
¿Por un momento os pondríais en el papel del otro? Esto se llama empatía para quien no lo sepa, y me consta que todavía hay mucha gente prehistórica y paleolítica.
Todos los conflictos que tiene el ser humano, llegan a su punto álgido en la adolescencia, y las personas del colectivo lo tenemos más complicado, porque no podemos entender muchas cosas. En mi caso sabía que mis gustos no eran normativos y toda la información que me llegaba sobre la homosexualidad, era que se les metía en la cárcel, que les daban electroshock para modificar sus gustos, que les hacían lobotomías para quitarle los deseos sexuales dejándolos anulados, que ponían inyecciones de Trementina, o sea, aguarrás para supuestamente curarnos de la homosexualidad. Imaginaros, si la adolescencia es dura por si sola
y si además le agregamos todo lo que acabáis de escuchar, es la mezcla perfecta para no querer seguir en el mundo.
Yo tenía tres opciones, vivir con mi sexualidad escondida y seguir con el legado familiar, irme del pueblo, o….., pero aquí me tenéis. ¿Os podéis poner en mí lugar? ¿Qué hubierais hecho con vuestra vida? Yo pagué un fuerte peaje por no haber continuado con ese legado, pero aquí sigo con más fuerza y más coraje que nunca, intentando ser feliz y recordándole a la sociedad, que la homosexualidad está en el mundo desde que el mundo existe. Todo cambió con la llegada de la cultura judeo-cristiana amparándose, supuestamente, en unos escritos, pero ese no es el mensaje de La Biblia, es más, me atrevería a decir, que si Jesucristo viviera en esta época, sería el más LGTBIQ+ de la historia.
Han querido ocultarnos muchas historias y las que nos han contado han sido de la parte heterosexual, pero hay otras historias que también importan y necesitan ser conocidas. ¿De verdad nos hemos creído que todas las princesas morían solas en los torreones porque su amante no regresaba de la guerra? ¿De verdad nos creemos que muchos de los hombres que han muerto en soledad, es porque no encontraron a la mujer de su vida? Si lo pensamos bien, a lo mejor no se atrevieron nunca a expresarse como querían por miedo al rechazo y murieron en soledad.
Nos hemos dado cuenta que nuestro colectivo no tiene referencias históricas, pero afortunadamente cada vez son más las y los profesionales que están descubriendo información muy valiosas que se evitó contar por ser mujer, o por ser homosexual. Se han descubierto escritos de poetisas a sus amantes mujeres, se sabe de emperadores que se volvieron locos cuando sus amantes hombres fallecieron, de soldados romanos que vivían en total libertad su sexualidad. Os voy a decir dos nombres, Harmodio y Aristogitón. ¿No os suenan de nada verdad? pues si os digo que gracias a ellos surgió la democracia todo cambia. Se sabe que eran amantes y en una lucha por problemas familiares con el Tirano que había en ese momento, hicieron posible la liberación del pueblo y pudo llegar por fin la democracia a Atenas. Los amantes fueron considerados héroes y tratados como mártires de la libertad y Alejandro Magno mandó restaurar las esculturas que habían hecho en su honor y además compusieron una canción.
CANCIÓN DE HARMODIO Y ARISTOGITÓN
En una vara de mirto llevaré la espada como hicieron Harmodio y Aristogitón cuando mataron al tirano
y trajeron la democracia a Atenas.
Queridísimo Harmodio, tú no estás muerto, sino en las islas de los bienaventurados,
donde cuentan que vive Aquiles, el de los pies ligeros, y el famoso hijo de Tidéo, Diomedes.
En una rama de mirto llevaré la espada como hicieron Harmodio y Aristogitón cuando en las fiestas de Atenea
mataron al tirano Hiparco.
Siempre vuestra gloria vivirá en la tierra, queridísimos Harmodio y Aristogitón…
Esto no se explica en los libros de texto aun teniendo la relevancia más que justificada para hacerlo, al igual que muchas otras historias que han sido silenciadas por los siglos, pero ha llegado el momento y empezamos a saber que todo no era como nos lo habían contado.
“No solo era Juan”, que así es como se llama esta biografía, está contada por La Juanita y creedme si os digo, que todos esos golpes que tenía que describir con mis manos me dolían, y entendí que ella tenía tan interiorizado lo que le iba a suceder en el momento que saliera a la calle, que mientras se ponía el tinte y se pintaba las uñas, se preparaba bebiéndose un litro de vino para que no dañaran su conciencia. Cuando le hacía efecto el alcohol, se sentía preparada para salir, se pintaba los labios, cruzaba la puerta, y no le importaban las palizas y desprecios que iba a recibir con tal de sentirse, repito, sentirse libre. Eran más fuerte sus ganas de vivir que todos esos golpes que recibía. Fue todo un ejemplo de resiliencia.
Hay personas que dicen que hablar de la diversidad sexual es adoctrinamiento, pero yo lo llamo información. ¿De verdad pensáis que es adoctrinamiento escuchar a personas hablando de una realidad que ha existido desde todos los tiempos? Pues he de confesaros una cosa, estuve adoctrinado en el colegio. Cuando era pequeño, solo escuchaba a los maestros diciendo; “los niños juegan con los niños y las niñas juegan con las niñas”, y así nos lo hacían saber con la separación de géneros en el recreo. También nos decían que a los niños les gustan las niñas, y a las niñas les gustan los niños, y yo quería jugar con las niñas, pero no me dejaban. Que los hombres se casan con las mujeres, que el rosa es de niña y el azul es de niño, que los niños juegan con balón y que las niñas con las cocinitas, que lo contrario de todo esto es pecado y que si lo hacíamos íbamos a ir al infierno. Qué lío verdad, pues imaginaros todas estas preguntas en un niño o niña que todavía no tiene la capacidad de pensar como un adulto.
Después de haber vivido esta adoctrinación tan cruel, que ningún niño o niña debería vivir, miradme donde estoy y es más que evidente que conmigo no funcionó. Tenemos que dejar de proyectar en nuestros hijos nuestros miedos, nuestras frustraciones y acompañarlos en el camino que van a recorrer, sin obligarlos a hacer lo que nosotros no pudimos ser. Os recuerdo que el símbolo + que hay en las siglas LGTBIQ+ es por todas las formas de amar que quedan por descubrir. Padres, madres, prepárense y recordad que el secreto está en la evolución. En la adolescencia de vuestros hijos, hijas e hijes, solo tenéis que acompañar en la eclosión y dejar que la naturaleza haga su trabajo. La homosexualidad no es una enfermedad, no contagiamos nada y si lo hacemos, contagiamos amor. Eduquemos desde el respeto y la empatía, así de fácil.
Todas estas palabras que estáis escuchando, son por una lucha en común para todos, todas y todes. Tenemos que entender que para que los DDHH puedan seguir su curso, es muy importante que las políticas sean progresistas. Gracias a estas, se han podido legalizar matrimonios igualitarios, la transexualidad también ha dejado de ser reconocida como una enfermedad por la O.M.S en 2018, y dato curioso, todo esto ha sido aprobado por las mismas políticas. No podemos votar por interés propio, tenemos que hacerlo para que todo el mundo tenga los mismos derechos y seguir luchando para que estos no retrocedan ni un ápice. No subestimemos la política, que en este país durante muchos años se ha vivido una represión y persecución hacia las personas del colectivo encarcelándonos, por el simple hecho de parecer homosexual y gracias a las personas que sufrieron estas atrocidades, podemos celebrar actos como estos, sin que llegue nadie a gritarnos; ¡se acabó la fiesta! porque ahora, somos libres.
Quiero recordar el retroceso que estamos viviendo en este país por ejemplo, con la retirada de material LGTBIQ+ en algunas bibliotecas municipales sin que, aparentemente, se pueda hacer nada para impedirlo. Recordaros también que en Europa hay países donde a la entrada de algunos de sus pueblos, encuentras carteles donde se puede leer que no es aconsejable que las personas del colectivo entren. La explicación que dan, es que tienen miedo a que adoctrinemos a sus hijos o los contagiemos de una supuesta enfermedad inventada por ellos. Os recuerdo también que a día de hoy existen países, en cuyas leyes está incluida la pena de muerte para las personas del colectivo, sin haber hecho otra cosa que amar. Al parecer, esta sociedad prefiere ver a personas odiando antes que amando.
No quiero terminar esta intervención sin dar las gracias a la editorial “La Casa Rosa”, a Toni Romero y a Daniel Vázquez por haber creído en “No solo era Juan” sin pensárselo ni un momento. Ellos se han quedado con el relevo de llevar la vida de La Juanita por el territorio nacional, para que todo el mundo sepa cómo se trataba a las personas del colectivo en este país. Os auguro un futuro lleno de éxitos y espero compartirlos con vosotros. Gracias por vuestro cariño y respeto.
Y ahora para terminar, quiero dedicar este premio a La Juanita, pero también a todas las personas que sufrieron en “Las noches de Tefía”, La Vespa, la Bambi, La Viga, La Sissi, La Pinito, La Rata. A Renée, Loren, Tamara, Eva, y a las que todavía están entre nosotros y nosotras vestidas de azul, Nacha La Poderosa y Josette. A La Veneno, a La Veni de Huelva, a Carmen de Mairena, Sandra Almodóvar, Ocaña, El Titi, Laura Frenchkiss, La Otxoa, a Manolita Chen por la labor que todavía desempeña ayudando a personas del colectivo. A Valeria Vegas por todo lo que está aportando al mundo con sus trabajos. A Luna y a La Chuchi por atreverse cuando yo me fui, y a tantas y tantas personas valientes que han sabido sobrevivir desde la adversidad. Gracias a su valentía, han hecho posible que todes las personas tengamos los mismos derechos, aunque todavía nos queda mucho trabajo y camino por recorrer. Tenemos que continuar con la lucha que empezaron hace muchos años todas ellas, ellos y elles y conseguir lo que reivindicaban, que no era otra cosa que vivir en el respeto.
Quiero terminar mi intervención con una frase que está en mi monologo “Pensión Loly. No va de boas” que dice así:
“Tenemos que amar la persona que somos. No somos uno entre un millón, somos una vez en la vida y eso es maravilloso”
ANTONIO BUENO, MOTRIL 28 DE JUNIO DE 2024