EL ÚLTIMO VIAJERO ROMÁNTICO

VIENTO

Iñaki Rodríguez -Escritor-

En la casa abandonada soplan vientos turbulentos,

que sacuden los cimientos, implacables.

Emisarios tremebundos del inframundo.

Las araucarias danzan sus tenebrosos bailes

y un infernal aire se pasea arrogante y errabundo.

Los jilgueros, asustados, se esconden tras los matorrales

y un torbellino engreído e iracundo

resquebraja feroz la tarde.

Oscurece en un instante,

se escucha un aterrador silbido,

le sucede un agrio gemido

y luego un campanilleo incesante.

Son ánimas benditas,

que del purgatorio llegaron.

Desterrados y condenados  

al caldero del diablo.

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