Domingo A. López Fernández -Cronista Oficial de la ciudad de Motril-
Fotos: Paulino Martínez Moré -Cronista Oficial Gráfico de la ciudad de Motril-
La junta de gobierno de la cofradía aguantó hasta el límite, pero se vio en la necesidad de tomar la drástica decisión
El sábado santo, antiguo sábado de gloria, marca ya el epílogo a nuestra semana mayor, pues el Hijo de Dios ha muerto y los cristianos se encuentran a la espera de su resurrección. Desde el punto de vista litúrgico no se celebra la santa misa, de ahí que el sagrario se muestre abierto y vacío hasta después de la vigilia pascual. Como excepción, la iglesia puede exponer la imagen de Cristo crucificado, en el sepulcro o descendiendo a los infiernos y el de su Madre en la iconografía de la Virgen de los Dolores o la Soledad, pues vive en su dolor la ausencia del Hijo.
En el transcurso de nuestra semana santa, y a la vista de su punto y final, la celebración externa de este año de 2024 no ha podido ser más desangelada, ya que ha habido suspensiones de procesiones y cortejos que han tenido que adelantar su regreso al templo por motivos de seguridad y para salvaguarda de su patrimonio. El balance es de por sí triste. El sábado de pasión efectuó su salida penitencial la hermandad de la Santa Cena sin incidente alguno, aunque lo hace fuera del circuito oficial de carrera oficial. El lunes, la Oración de Nuestro Señor de la Humildad salía a la calle, pero anticipaba el regreso por causa de las precipitaciones. El martes santo, igual tónica, Nuestro Padre Jesús del Perdón acortó su itinerario y volvió sobre sus pasos hacia el templo de la Virgen del Carmen. El miércoles santo, los dos cortejos del día, Salud y Consuelo y Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, suspendían sus salidas penitenciales. El jueves santo, día grande de nuestra Semana Mayor, el tiempo daba una tregua y permitió que las tres corporaciones penitenciales, Jesús de Pasión, Nazareno y Buena Muerte, realizasen sus estaciones de fe sin incidentes. El viernes santo, tuvo un resultado ambiguo, pues la hermandad de la Vera Cruz recortaba su itinerario y anticipaba el encierro en la iglesia sin ningún problema, mientras que el Santo Sepulcro, tenía que anticipar su encierro por el fuerte aguacero que descargaba en pleno tránsito por la carrera oficial. Y, llegado al Sábado Santo, la historia se repite; la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad se ha visto obligada a suspender su estación de penitencia tras esperar estoicamente un cambio de tiempo que no se produjo. Un balance, pues bastante desolador en cuanto a resultados que para los anales queda.
La realidad es que el sábado santo amanecía lluvioso en Motril y con negras perspectivas para el desfile procesional del día. La lluvia fue intensa y sin parar, lo que ya presagiaba su suspensión. Aun así, la junta de gobierno de la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santísimo Cristo Yacente estuvo en continuo contacto con portales de internet y centros especializados en meteorología para prever un dictamen final. La situación anómala persistía, aunque con perspectivas muy favorables para la hora de inicio de la procesión, por lo que a las 17:30 hrs de la tarde, el cabildo de oficiales había fijado una reunión de urgencia para ver las opciones a seguir. Celebrado éste, se hacía un comunicado público en el que trasladaba a los hermanos, fieles y ciudadanía en general que habían determinado cumplir con su estación de penitencia, aunque efectuando un recorrido alternativo que acortaba su paso por las calles. Y con ello, retrasaban su hora de salida a las 20:00 hrs de la tarde. Informaban, igualmente, que de continuar las lluvias, a las 19:00 hrs, emitirían un comunicado con su decisión final.
A pesar del tiempo desapacible, a las 19:30 hrs, ya se encontraban frente a la casa hermandad una gran cantidad de personas con los paraguas abiertos a la espera de ver la salida penitencial, aunque en el ánimo de todos estaba la más que posible suspensión. Escasos minutos antes de las 20:00 hrs, el hermano mayor de la cofradía, Reinaldo Tarragona trasladaba al cuerpo de la Policía Local el anunció de la suspensión y, de seguida, trasmitía su decisión a todos los hermanos presentes en la casa hermandad. Asimismo, agradecía a todos el apoyo prestado en esos duros momentos, aunque los sentimientos hicieron mella en su ánimo y casi no pudo continuar, pues como bien quiso resaltar, era su último año como hermano mayor.
Habilitados los pasos de Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Soledad para su salida procesional se determinó que los mismos se posicionaran en paralelo para asistir a la lectura del Santo Vía Crucis. Primeramente lo hizo el paso de la Virgen, mientras la Banda de Música de la Villa de Otura interpretaba la marcha “Ave María”. En ese momento el capataz, Sergio Urrutia, dedicaba la “levanta” al hermano mayor, Reinaldo Tarragona”, quien emocionado, a toque de martillo, verificaba el alzado al cielo. Posteriormente lo hacía el paso del “Tumbaillo”, a los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia de Almuñécar. Igualmente, su capataz, Javier Salgado, dedicaba la “levantá” a Reinado Tarragona, quien nuevamente activó el alzado del paso. Con ambos tronos ya equilibrados, tenía lugar el rezo del Santo Vía Crucis que fue presidido por el consiliario, D. Antonio Rodríguez Hervás, cuyos pasajes fueron leídos por miembros representativos de la cofradía.
Conforme avanzaba la noche, la junta de gobierno de la corporación cofrade emitía un comunicado público en el que hacía constar que en “la tarde del sábado santo las condiciones meteorológicas nos impidieron poder hacer la estación de penitencia por las calles de Motril, y por ello queremos agradecer al barrio de Capuchinos que se volcó acompañando en su casa hermandad al Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de La Soledad. Gracias, igualmente, a la Cofradía del Santo Sepulcro, a la Real y Muy Antigua Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias, a la hermandad de Nuestro Padre Jesús de Pasión y María Santísima de la Amargura y a la Real Hermandad Sacramental de Nuestra Señora de la Cabeza Coronada, por acompañarnos y por su apoyo en este día tan especial. Nuestro reconocimiento y cariño, igualmente, a las hermanas y hermanos nazarenos, cuerpo de acólitos, incensarios y mantillas por estar ahí acompañado a sus titulares. Gracias, a las autoridades civiles y militares y hermanos honorarios de Protección Civil y Guardia Civil. Gracias a los cuerpos de capataces y cuadrillas de costaleros de nuestro Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Soledad. Gracias, también, a nuestro consiliario espiritual por acompañarnos y hacer el santo vía crucis como estación de penitencia en la casa hermandad. No queremos olvidar a las dos bandas, Sentencia de Almuñécar y Banda de Música Villa de Otura que nos acompañaron y tocaron marchas al inicio del vía crucis. Agradecer, de nuevo, al Barrio de Capuchinos, a la ciudad de Motril y a las hermandades y cofradías sus muestras de cariño y solidaridad en un año tan difícil”.
Tras la suspensión, la casa hermandad ha permanecido abierta hasta las 0:00 hrs del domingo, para posibilitar que toda persona que quisiese dedicarle sus rezos a los sagrados titulares lo pudiese realizar sin ningún tipo de inconvenientes. Igualmente lo ha hecho en la mañana del domingo, en la que las puertas han quedado cerradas a las 14:00 hrs del mediodía.
El sábado santo terminaba, pues con la tónica general que ha dominado toda la Semana Santa, la de las intensas lluvias que han provocado los incidentes reseñados en las estaciones de penitencia. Sólo referir que fiel a las predicciones que barajaba la cofradía a la hora de salida de la procesión, una hora más tarde dejaba de caer la precipitación, pero ya todo estaba hecho y la sentencia dictada. Desde aquí, la solidaridad de EL FARO ante las circunstancias vividas y animar a la corporación a retomar el esfuerzo y trabajo de que siempre han hecho gala con vistas a la que ha de ser la próxima salida penitencial de 2025.