Domingo A. López Fernández
Fotos: Paulino Martínez Moré
La persistente lluvia desde primeras horas de la tarde obliga a su junta de gobierno a tomar la decisión
Miércoles santo en la costa y, de nuevo, el tiempo ha sido el protagonista para la celebración de las procesiones que tenían fijada su salida en este día que marca el ecuador de nuestra semana santa. Tras la suspensión de la estación de penitencia de la Borriquita, y los adelantos en la clausura de las cofradías de La Oración de Nuestro Señor de la Humildad en el Huerto de los Olivos y María Santísima de la Victoria y la de Nuestro Padre Jesús del Perdón y María Santísima de la Misericordia, las precipitaciones han vuelto a aparecer en la tarde del miércoles, lo que ha dispuesto a las dos corporaciones del día a suspender sus estaciones de penitencia.
En verdad, para este miércoles santo, los pronósticos eran totalmente desfavorables para la celebración de las procesiones en la calle. Amanecía el día en la ciudad con nubes y fuerte viento, pero sin amenaza de lluvia, al menos en la mañana. Por la tarde, la situación se modificaba y sobre las 18:00 hrs comenzaba a descargar una tibia lluvia que no cesó prácticamente en lo que quedaba de día. Las cofradías actuantes en Motril, la del Santísimo Cristo de la Salud y Nuestra Señora del Mayor Consuelo y la de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor no cesaron de consultar los pronósticos de los distintos portales climatológicos, y en todos ellos los vaticinios eran totalmente negativos. El portal de la Agencia Española de Meteorología, por ejemplo, preveía precipitaciones en Motril en la franja horaria que va de las 18:00 hrs a las 24:00 hrs de la noche, y ello con una probabilidad de certeza del 100%, como así fue. Por lo que respecta al viento, fue muy fuerte durante toda la mañana, aunque amaino en la tarde.
El panorama en la ciudad comenzó a alterarse a primeras horas de la tarde, aspecto que suscitó la inquietud en el seno de la cofradía del Santísimo Cristo de la Salud. A las 17:00 hrs, la junta de gobierno convocaba a su cuerpo directivo a una reunión urgente para estudiar las distintas posibilidades que les auguraba el tiempo desapacible. Verificada la reunión, se hacía público un comunicado oficial en el que daban a conocer el recorte de su itinerario para evitar la más que previsible lluvia y el fuerte viento que se preveía para la noche. De esta manera, y para facilitar a los fieles la asistencia a la procesión, publicaban el nuevo recorrido procesional, en el que partiendo desde la iglesia de la Victoria seguiría por la Avenida de San Agustín, Zapateros, Jardinillos, Carrera, Tecla, Cruz Verde, Gaspar Esteva, Emilio Moré, Díaz Moreu, Romero Civantos, Plaza de España, Puerta Granada, Rambla del Manjón, Señor de Junes, Ruiz, San Agustín, y de aquí la clausura en el templo. En el mismo comunicado se volvía a exponer que dadas las circunstancias del tiempo, la cofradía del Santísimo Cristo de la Salud volvería a reunirse a las 20:00 para tomar una resolución definitiva.
Ante la persistencia de las precipitaciones sobre la ciudad, la junta de gobierno resolvía un último acuerdo por el que quedaba suspendida definitivamente la estación de penitencia. La consternación era grande, y la desolación en los fieles apostados en la plaza de San Agustín se hacía manifiesta en sus caras, sin olvidar que todos los paraguas permanecían abiertos. Mientras, en el interior, Yolanda Rodríguez, la hermana mayor, se dirigía desde el ambón a los hermanos para trasladarles el momento de angustia que les afligía. Según afirmaba, el momento era duro y difícil, pues tras un año de trabajo habían tomado la decisión de suspender la procesión. Avanzó que “era un riesgo salir a la calle por las propias personas que integran el cortejo, en el que se integran numerosos niños y, asimismo, preservar el patrimonio de la cofradía”. No es fácil, dijo, y por ello “este miércoles santo se ha de celebrar de forma distinta, de forma no menos bonita y satisfactoria para todos”. Asimismo avanzó que minutos más tarde se iba a realizar el rezo del santo vía crucis en la propia iglesia y con la gente que esta fuera y que se merece todo un respeto. En ese mismo momento anunciaban que se iban a abrir las puertas de la iglesia y que la imagen del Santísimo Cristo de la Salud saldría hasta el espacio cerrado por las cadenas donde se le cantaría una saeta como todos los años. Muy gratificadoras fueron sus palabras cuando afirmó que este día, “por las circunstancias, nos está regalando vida, sin agua no hay vida y la tierra no funciona sin agua, algo que estamos pidiendo desde hace mucho tiempo”.
Inmediatamente se procedía a sacar al Cristo a la calle portado por su cuerpo de hermanos portadores, mientras los fieles presentes, en número algo menor que otros años por las inclemencias del tiempo, guardaban absoluto silencio.
El rezo del Santo Vía Crucis dio comienzo a las 21:00 hrs, ante la imagen del Santísimo Cristo de la Salud que se había colocado en el centro de la nave, y el paso de Nuestra Señora del Mayor Consuelo que lo hacía junto a la puerta del templo. En verdad, los fieles coparon todos los espacios libres de la iglesia y siguieron el acto con total reverencia y veneración.
En el desarrollo de los actos hay que hacer constar que se encontraba presente una comisión de la Legión del destacamento de Viator (Almería), con el que se han mantenido contactos para que hubiese acudido a la procesión una escuadra de gastadores, gestiones que al final no llegaron a buen puerto. La intención no era otra que recordar aquel momento de indiscutible emoción que se pudo vivir en la semana santa de 1987 cuando estuvo presente en el desfile procesional una compañía de la legión. Los dos militares desplazados, uno de los cuales fue antiguo hermano portador del Cristo de la Salud, hicieron presentes dos regalos a la hermana mayor de la cofradía y a la alcaldesa de la ciudad, que consisten en dos metopas representativas de su campamento de destino.
Tras el acto, las puertas de la iglesia han permanecido abiertas para que los fieles puedan visitar las imágenes y ofrecerles sus oportunos rezos. Día aciago, pues para la cofradía del Santísimo Cristo de la Salud pero, igualmente, para la hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, que horas después se veía obligada a tomar la misma resolución, la suspensión de su estación de penitencia.