EL FARO
Un centenar de vecinas de las dos comarcas participan en un programa que ayuda a mujeres con menor formación o experiencia a encontrar un empleo para que puedan permanecer en sus municipios
La Delegación Territorial de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía en Granada y la Fundación Sieneva desarrollan en el Valle de Lecrín y la Alpujarra un programa que “está logrando escribir con nombre de mujer” el futuro laboral de ambas comarcas. Así se ha expresado el delegado territorial, José Javier Martín Cañizares, durante la visita que ha realizado en Vélez de Benaudalla y Dúrcal a dos beneficiarias del ‘Programa de Apoyo a Mujeres en los ámbitos Rural y Urbano’ (MUR), una iniciativa que puso en marcha el SAE, adscrito a la Consejería de Empleo, el año pasado y en la que participan un total de 1.113 mujeres de la provincia, un centenar de ellas procedentes del Valle de Lecrín y de la Alpujarra.
Según ha recordado el delegado, el ‘Programa de Apoyo a Mujeres en los ámbitos rural y urbano’ (MUR) tiene como objetivo facilitar la inserción laboral de mujeres que viven en municipios de menos de 5.000 habitantes y que tienen necesidades de cualificación o recualificación formativa y/o profesional. La iniciativa, que se financia a través de fondos europeos del Plan de Recuperación y Resiliencia, contempla subvenciones a corporaciones locales y entidades públicas y privadas sin ánimo de lucro, que desarrollan el programa atendiendo directamente a las mujeres mediante un diagnóstico personalizado de su situación y la realización de un itinerario formativo y de inserción a la carta según su perfil profesional. “Todo, con el fin de que puedan encontrar un empleo en su pueblo y puedan permanecer en él si es lo que desean”, ha valorado Martín Cañizares.
Éste ha sido el modus operandi de la Fundación Sieneva, cuyo trabajo ha comenzado a dar sus primeros frutos en las comarcas del Valle de Lecrín y en la Alpujarra, donde ya tiene en marcha la segunda edición del MUR. Así lo ha podido comprobar el delegado territorial tras visitar a dos mujeres que, tras completar su paso por la primera edición del programa, han conseguido un empleo gracias a la intermediación de dicha fundación. Ése ha sido el caso de María José, una joven cordobesa afincada tras la pandemia en Vélez de Benaudalla, que procedía de la hostelería y que no conseguía un empleo estable y de calidad en su pueblo de acogida. Martín Cañizares, que ha podido conocer su historia de primera mano, ha comprobado cómo gracias a la actuación de Sieneva, esta joven ha podido reorientar su carrera profesional trabajando su perfil y la metodología en la búsqueda de empleo, a través de las sesiones de orientación recibidas. Tras esa primera fase, María José decidió cursar una acción formativa sobre registros contables y trabajar otras habilidades, decisiones gracias a las cuales finalmente encontró hace apenas un mes un empleo fijo en una empresa de decoración de interiores de Vélez de Benaudalla.
En Dúrcal, Martín Cañizares ha conocido la historia de Inmaculada, otra beneficiaria del programa Mur que, tras pasar unos años centrándose en sus responsabilidades familiares, no lograba abrirse camino profesionalmente en su pueblo. Actualmente, además de cubrir una vacante municipal, cursa un certificado de profesionalidad relacionado con los estudios que cursó hace unos años (Educación Infantil) con objeto de seguir su vocación y poder encontrar un empleo en el sector para el que se formó y se está especializando.
Historias reales
Para el delegado de Empleo, ambos casos “representan el éxito de este programa, en el que importan más las historias reales que las cifras”. Martín Cañizares ha agradecido la implicación de Sieneva, una fundación privada de ámbito nacional y sin ánimo de lucro cuya principal actividad es promover la innovación social y el desarrollo sostenible. Gracias a sus conocimientos sobre el territorio, esta fundación decidió poner en marcha el programa MUR en el Valle de Lecrín y parte de la Alpujarra granadina, dos comarcas que luchan contra la despoblación y la falta de oportunidades laborales.
Fundación Sieneva comenzó a desarrollar la primera edición del programa de apoyo a mujeres rurales en septiembre de 2022, edición que se prolongará hasta marzo de 2024. Hasta el momento ha atendido a 50 mujeres desempleadas de Lecrín, Dúrcal, Albuñuelas, El Pinar, Nigüelas, Villamena, Padul, El Valle, Capileira, Bubión, Lanjarón, Pampaneira, Soportújar, Órgiva, Trevélez, Cáñar, Torvizcón, Carataunas, La Tahá y Vélez de Benaudalla. Su labor ha consistido en concebir y diseñar para cada beneficiaria un itinerario personalizado de orientación e inserción laboral, para lo cual ha necesitado más de 200 horas de atención directa individualizada. Además, ha proporcionado a las usuarias más de 4.000 horas de formación especializada y adaptada a las necesidades de cada una, así como más de 200 horas de formación en alfabetización digital en las que ha sido clave la colaboración de los ayuntamientos y los centros Guadalinfo de dichos pueblos. Además, las mujeres que han completado el programa han recibido un incentivo de 515 euros tal y cómo se establecía en las bases.
Por otro lado, “Sieneva ha superado el nivel de inserción mínimo que pedíamos a cada entidad”, logrando de forma directa un empleo para 15 mujeres en diferentes comercios y negocios locales de sus municipios, además de proporcionar asesoramiento a varias de ellas para la puesta en marcha de sus propios negocios, basados fundamentalmente, en el comercio electrónico. Dicha Fundación ha recibido más de 210.000 euros de la Consejería de Empleo para el desarrollo del programa, cuya segunda edición ya está en marcha y en la que participan otras 45 mujeres desempleadas de ambas comarcas.