Autor: Antonio Gómez Romera
Domingo, 29 de octubre de 2023
En el CCXL aniversario de la muerte de Jean D`Alembert, Inventor y coeditor de “La enciclopedia”
Hoy, domingo 29 de octubre, festividad de San Narciso, obispo de Gerunda, hoy Gerona, martirizado en el siglo IV, cuadragésimo tercera semana del año 2.023, se cumplen 240 años (miércoles, 1.783) del fallecimiento en París, a la edad de 65 años, de Jean le Rond D’Alembert, el “inventor” y coeditor de “La Enciclopedia”, cuando ya goza de la reputación de ser uno de los pensadores más eminentes de la Ilustración Francesa.
El propósito de “La Enciclopedia” fue reunir, siguiendo una ordenación alfabética y en un texto claro y accesible, los frutos del conocimiento y del saber acumulados hasta entonces a la luz de la razón, con la intención de difundir los principios de universalidad, verdad, humanidad, autonomía de la razón, y laicismo.
La palabra “Enciclopedia” deriva del griego clásico y está formada por el término “kykloi”, que significa círculo, y “paidéia”, que significa educación, así que literalmente se puede traducir como una educación en círculo o, más bien, una panorámica del saber, un giro completo alrededor de todos los saberes.
Notas biográficas
A poco de nacer, Jean es abandonado por su madre en las escaleras de la Iglesia de Saint – Jean – Le – Rond, y esa iglesia es la que le da su nombre. En esas escaleras es recogido por Geneviève – Élisabeth Legrand, esposa de un vidriero, Pierre Rousseau, que a duras penas se gana la vida. Jean, siempre consideró a éste buen matrimonio como padres suyos, aunque su padre auténtico, el comisario de artillería del Ejército Real, Louis – Camus Destouches (1.668 – 1.726), sin desvelar su identidad, proporciona dinero para su educación, y su verdadera madre, madame Claudine Alexandrine Guérin de Tencin (1.682 – 1.749) baronesa de Saint – Martin – de – Ré, quisiera reconocerlo cuando Jean alcanza la fama. Cursa estudios en el «Collège des Quatre Nations», fundado por el cardenal Julio Mazzarino (1.602 – 1.661), donde destaca en matemáticas, física y astronomía. Conoce y es amigo de François-Marie Arouet, conocido como “Voltaire” (1.694 – 1.778).
Jean es un matemático autodidacta precoz que trabaja en el campo de las ecuaciones diferenciales y las derivadas parciales y es elegido miembro de la Academia Francesa de Ciencias a los 23 años de edad. Enuncia el Teorema conocido como “Principio de D’Alembert”. Propone una solución general para determinar el movimiento de rotación de un cuerpo cualquiera y escribe numerosos tratados científicos. Su actividad más importante y la que le proporciona mayor fama es la Filosofía. No acepta la oferta de Federico II el Grande, Rey de Prusia (1.712 – 1.786), para presidir la Academia de Berlín. También rechaza una invitación de Catalina II de Rusia (1.729 – 1.796) para ser tutor de su hijo.
Fiel a sus ideas, es, junto con el escritor y filósofo Denis Diderot (1.713 – 1.784), el creador y animador de “La Enciclopedia”, cuyo título completo es “Enciclopedia, o Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios”, la gran obra que consigue la hazaña de reunir todo el saber de su época y marca una nueva era en la Historia del Pensamiento. El proyecto inicial de D’Alembert y Diderot consiste en realizar una traducción al francés de la “Cyclopaedia or an Universal Dictionary of Arts and Sciences” de Ephraim Chambers (1.680 – 1.740), publicada en 1.728 en dos volúmenes y cuyos suplementos ven la luz hasta 1.753. Ésta traducción, origen de la Enciclopedia francesa, fue el deseo de uno de los más importantes libreros de París, el editor personal del Rey Sol, André Le Breton (1.708 – 1.779).
D’Alembert redacta el “Discurso preliminar de la Enciclopedia”, donde presenta una clasificación de las ciencias de acuerdo con su origen histórico y un gran número de artículos para los dos primeros volúmenes de la obra. En esta tesitura quiero recordar un corto fragmento de su “Discurso preliminar de la Enciclopedia”, donde refiere que “No podemos esperar conocer la Naturaleza mediante hipótesis vagas y arbitrarias, sino por el estudio reflexivo de los fenómenos, por la comparación que haremos de los unos con los otros, por el arte de reducir, en la medida de lo posible, un gran número de fenómenos a uno solo que puede ser mirado como su principio”.
Pese a que su colaboración con Diderot no se mantiene hasta el término de la “Enciclopedia”, apoya siempre las ideas que pone en circulación ésta obra monumental: 28volúmenes, 17 de textos y 11 de planchas, y en el que colaboraron más de 200 personas.Éste trabajo colaborativo, la idea del saber cómo el fruto colectivo de una comunidad deindividuos que cooperan en busca de un mismo objetivo, nuestra idea contemporánea deciencia, comenzó a fraguarse con el proyecto de la Enciclopedia.En el siglo XVIII los libros más vendidos pocas veces superaban los 1.000 ejemplares detirada y de la Enciclopedia Francesa se publicaron más de 24.000 ejemplares de su primeraedición, convirtiéndose en uno de los mayores éxitos editoriales del “Siglo de las Luces”.
Decía Denis Diderot: “La meta de una Enciclopedia, es reunir los conocimientos esparcidos sobre la faz de la Tierra, de exponer un sistema general a los hombres con los que vivimos y de transmitir a los hombres que vendrán después de nosotros este conocimiento, con el fin de que el trabajo de los siglos pasados no haya sido inútil para los siglos que vendrán. Para que nos volvamos más instruidos, volviéndonos al mismo tiempo más virtuosos y más felices, y para que no muramos sin haber bien merecido el género humano”.
El papa Clemente XIII (1.693 – 1.769) condena la Enciclopedia, aún inconclusa, el 3 de septiembre de 1.759 mediante la bula “Damnatio et prohibitio operis”, siendo incluida en el “Index librorum prohibitorum”, lista de lecturas prohibidas para todo cristiano católico que se mantuvo vigente hasta el año 1.966. Ésta condena de la Iglesia se produce porque como el propio Diderot señala, uno de los objetivos principales de “La Enciclopedia” es “cambiar la forma común de pensar, mediante la crítica de un buen número de dogmas políticos y religiosos y emancipar a los hombres, poniendo en evidencia el abuso de poder monárquico, el fanatismo religioso y los prejuicios”. Es decir, nada más y nada menos que acabar con el poder de aquellos que lo habían controlado todo en el Antiguo Régimen. Producir una transformación de la sociedad que terminara con el feudalismo, la sociedad estamental, los privilegios del clero y la nobleza, así como la monarquía absoluta hereditaria, que trataba a sus súbditos como meros esclavos al servicio de su riqueza y placer.
Colofón
En 1.765, Jean deja a su familia y se va a vivir con su gran amiga Julie Lespinasse y escribe la obra «Historia de la destrucción de los Jesuitas». Su papel dentro de la “Académie Française” crece, pues de hecho, en 1.772, se convierte en Secretario Vitalicio. Y, en los años siguientes, prepara con Jean-François Marmontel la quinta edición del «Diccionario».
A todo lo largo de su vida D’Alembert nunca gozó de buena salud y fallece debido a una enfermedad de la vejiga. Su cuerpo será enterrado en una fosa común sin una lápida, porque no fue creyente.
Actualmente, la Enciclopedia Francesa se puede encontrar en formato digital y resulta fácilmente consultable. Una versión digitalizada puede analizarse en Gallica, la biblioteca digital de la Biblioteca Nacional Francesa.
Quiero finalizar mi articulito de hoy, en memoria y recuerdo de Jean Le Rond D’Alembert con una frase suya: “La guerra es el arte de destruir hombres, la política es el arte de engañarlos».