EL FARO
Entrevista del periodista Agustín Martínez al expresidente de Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero
El expresidente del Gobierno pide votar al PSOE para que las ideas de modernidad y progreso para España, que han sido posibles gracias a Andalucía, se mantengan
Presidente del Gobierno entre abril de 2004 y diciembre de 2011, su primera decisión al llegar a la Moncloa fue la de ordenar la retirada de las tropas españolas de Irak y bajo su mandato se aprobó el mayor paquete de leyes sociales de nuestra historia, tales como la del Matrimonio Igualitario, la de Dependencia, la de Igualdad, la ley contra la Violencia de Género, la de Memoria Histórica, el divorcio express, la del Aborto, o la ley Antitabaco. Bajo su mandato se produjo el fin de ETA, hace ahora doce años y tuvo que lidiar contra la brutal crisis financiera de 2008 que acabó por llevarse a su Gobierno por delante tres años después.
En esta campaña, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha convertido en el principal activo electoral de su partido y en el revulsivo mediático y popular de un cariacontecido PSOE. Durante su periplo de campaña por Andalucía el expresidente del Gobierno concedía una entrevista a Andalucía Información, en la que manifestaba su convencimiento de que, a pesar de las adversas predicciones demoscópicas, Pedro Sánchez, ganará las elecciones del próximo día 23.
– La tarea legislativa de su Gobierno colocó a España a la vanguardia internacional en derechos sociales ¿Cómo fue?
– Mi primera ley fue para estableceer un sistema institucional de protección a las mujeres contra la violencia de género. Ma parecía una situación muy grave porque son siglos el tiempo en que los hombres han abusado, golpeado y matado a las mujeres, por eso nos planteamos que esa situación tenía que cambiar. Fue la rectificación más profunda.
Aún cuando la cifra se verbaliza, hay que pararse a pensarla unos segundos. El año pasado hubo 180.000 denuncias por violencia de género en España, casi 500 al día. Cuando escuchas esas cifras, 40.000 sentencias al año, uno piensa que este es uno de los problemas más graves que tiene una sociedad y que intentar ocultar la palabra, el concepto, que es el de violencia de género, es intentar esconder el problema.
– ¿De qué se siente más orgulloso?
– En un Gobierno se hacen muchas cosas. De entre todas, de la que me siento más legítimamente satisfecho es de haber tenido bajo mi mandato la oportunidad de asistir al final de ETA y la violencia, que fue lo que más nos había hecho llorar y sufrir en Democracia.
– ¿A usted se le bautizó como «Bambi», pero en esta campaña se ha transformado en el Rambo del PSOE?
– No me disgusta nada la historia de Bambi, porque termina bien y se convierte en una referencia y en esta campaña estoy haciendo lo que nadie podría haber hecho desde las filas del partido socialista, un tarea de apoyo y defensa del presidente a quien tan injustamente y por tantas insidias se le está atacando y sobre todo, cuando por medio se ha utilizado la «vuelta» de ETA. Arrojar el terrorismo al presidente del partido bajo cuyo Gobierno se acabó con la violencia, las bombas y la muerte, es moralmente inaceptable y políticamente insoportable y ante eso solo me cabía la opción de tomar la palabra en las plazas y las calles.
– ¿Cual es el momento en el que decide dar un paso al frente y no dejar pasar un minuto más?
– Cuando en plena campaña de las elecciones municipales, el PP, de una manera obscena, quiere utilizar el tema de las listas de Bildu contra el PSOE, en un intento de hacer creer que nosotros estamos blanqueando a ETA y al terrorismo, eso me produce un coraje cívico y ético.
Al esuchar a Feijóo en el Senado -decían que era moderado-, decir a un presidente demócrata y legítimo: «usted es más generoso con los verdugos que con las víctimas», no aguanté más. Esa frase le pesará a Feijóo, como le pesó a Rajoy decirme a mi que estaba traicionando a las víctimas.
El horror de ETA solo debería unirnos, porque lo sufrimos juntos, lo combatimos juntos y juntos acabamos con ellos y no es de recibo que ahora quieran arrojárnoslo a la cara. Es un recurso que cada cierto tiempo la derecha usa.
Mensajes como el del flamante alcalde de Jaén que ha asegurado esta semana que Pedro Sánchez es equidistante entre las nucas y los verdugos, son una auténtica infamia y solo hacen que incitar al odio. Son auténticas pedradas a la democracia y lo que demuestran es que hay gente a la que le vale todo. Le puedo decir que ante estado de cosas no vamos a callar y sobre todo que vamos a convocar a la gente de buena fe de este pais que sabe que en el recuerdo del terrorismo solo tenemos dos cosas que hacer: una, honrar a las víctimas, quererlas protegerlas y homenajearlas y dos, celebrar la victoria de la democracia que acabó con su principal enemigo a cambio de nada y para siempre.
– Frente a la crispación y el pesimismo, está trasladando en sus actos la visión de un país envidiado en el mundo, en el que merece la pena vivir ¿Está convencido de que España es así?
– Absolutamente. Yo hablo de defender el vivir y el convivir con alegría en España, porque eso es lo que hace la mayoría de la gente. No hay más que salir a las calles y a las plazas. La gente quiere vivir en libertad, sin discriminaciones, sin discursos que excluyan a nadie, afirmando aquellos valores esenciales de la democracia.
La España moderna y avanzada es admirada en el mundo por muchas cosas, no solo por su cultura, que también, como por sus grandes logros en derechos y libertades. El «Orgullo» es una referencia en el mundo, porque aquellos países más abiertos para la convivencia y las formas en que cada uno quiera vivir y amar, son los países más avanzados, los más modernos, desarollados y cultos y nosotros estamos ahí, en ese grupo de paises privilegiados y aquí estamos viendo como algunos nos quieren hacer retroceder.
La mayoría de españoles y españolas no se parecen a los discursos de la derecha, ni de Feijóo, ni de Abascal.
– En toda la historia de la democracia solo han habido siete personas que han disputado un cara a cara como candidatos a la presidencia del Gobierno, una de ellas es usted que mantuvo dos con Rajoy ¿Como alguien que ha estado en una situación similar, vive el cara a cara del candidato de su partido?
– Lo viví con tranquilidad intentando prescindir de estas cosas que ahora parece que gustan mucho, como es el lenguaje no verbal. Me centré en el contenido y además al día siguiente lo vi entero de nuevo ¿Y qué vi? Pues que el pesidente fue al debate a explicar la política del Gobierno durante estos años y que el señor Feijóo trató de que no hubiera debate y solo un intercambio de invectivas y acusaciones, porque cuando hay que intentar explicar temas complejos se necesita un cierto discurso de desarrollo y el señor Feijóo no quería. Me sorprende que confesara que está contento y que sin embargo no quiera otro debate, sobre todo porque hay muchos temas de importancia capital que no tuvieron espacio, como el de la sequía, el cambio climático, la inmigración, la educación superior, el necesario impulso a la sanidad, etc.
Me identifiqué con quien afirmó los valores de igualdad frente a la insensibilidad de Feijóo cuando se abordó la violencia de género. El aspirante no esbozó ningún tipo de proyecto para este país, porque el único que tienen es ir contra Sánchez.
– ¿Cree que el debate ha frenado esa tendencia de recuperación del voto progresista que se había mantenido desde el inicio de la campaña?
– No hay ninguna razón para ello. El partido dura noventa minutos y normalmente no se suele estar todo el tiempo dominando. Yo estoy más animado que ayer y más que antesdeayer. La gente sabe lo que hay en juego y diré más, no hay nada mejor que ganar por sorpresa y más a quienes ya creen que ya han ganado sin que hayamos ido a votar. Eso sí respetemos el resultado, porque hay una gran diferencia entre el PSOE y el PP que a mi siempre me llama la atención, no se recuerda ninguna elección en la que el partido socialista haya cuestionado o extendido una sombra sobre la limpieza de nuestro sistema electoral que es la limpieza del país, sin embargo el PP tiene una cierta tendencia a despertar esas sospechas, lo hizo en el 93 a cargo de Javier Arenas y lo vuelve a hacer ahora, poniendo en duda la honestidad de Correos. Esto tiene una clara intención que no es otra que la de provocar indignación contra el Gobierno, en un tema tan sensible como es la inmunidad del sistema electoral, que al final sustenta todo lo que somos como democracia ¿Por qué nunca lo ha hecho el PSOE y sí el PP? los ciudadanos tienen que preguntárselo. Yo dejo ahí la pregunta y espero que haya una respuesta en las urnas.
– ¿Qué nos jugamos el próximo día 23?
– Hay algunas cosas que son decisivas para el futuro de la libertad en este país. ¿Queremos una libertad coartada, una libertad menor, o queremos una libertad plena para todos en igualdad de condiciones? la libertad de las mujeres para decidir, de los gays y lesbianas para tener la misma dignidad que personas con cualquier otra orientación sexual; la libertad y la dignidad de los inmigrantes. Esto son palabras mayores porque estamos hablando de la libertad de verdad, la que nos hace libres, dignos, e iguales, esto es lo que está en juego, una libertad recortada, disminuida y condicionada y otra cosa importante, estamos viendo como las derechas vuelven al negacionismo. Es realmente para temblar ver a una presidenta de un parlamento autonómico que niega las vacunas y el cambio climático. La historia de la humanidad es la historia del progreso tecnológico y científico y de darle a la razón el papel central.
¿Por qué quieren censurar la cultura? pues porque allá donde hay cultura, no hay discriminaciones ni barreras. La cultura tiene una vocación universal como lo tiene la bandera arco iris.
– ¿Cuando escucha a su antecesor, José María Aznar decir que hay que volver a la senda de la disciplina y la austeridad, qué le pasa por la cabeza?
– Ya sabemos que cada vez que se dice eso aquí o en Europa comporta recortes sociales y sufrimiento que además no resuelven nada. Lo mejor de esta etapa del presidente Sánchez, es que de la mano de Europa se ha podido hacer una política de gasto que ha funcionado extraordinariamente bien y además ha hecho la mayor política social de la democracia subiendo el salario mínimo un 48% en solo cinco años y esa, es una forma de reducir las desigualdades, como lo es garantizar el poder adquisitivo de las pensiones. Quien habla de recortes cree poco en lo publico.
– ¿Y cuando escucha aquello de que su Gobierno congeló las pensiones?
– Dicho así hay una parte de verdad y una parte que no lo es y los matices siempre son lo más importante en la vida. Yo congelé las pensiones contributivas durante un año, pero no los tres millones de pensiones mínimas y no contributivas y además no toqué la hucha de las pensiones que quedó en casi 70.000 millones que luego el presidente Rajoy consumió casi íntegramente.
– Mucho votante progresista de este país echa de menos que otro expresidente socialista, como Felipe González, fuera un poco más proactivo a la hora de apoyar al actual candidato socialista.
-Quizás. Es cierto que yo soy mucho más joven y me siento más en la obligación y en el deber de hacerlo, pero no tengo ninguna duda de que Felipe González apoya y votará al PSOE y al presidente Sánchez. Digamos que cada uno tiene en esto su forma de ser. Yo me he sentido muy concernido porque el tema de ETA y Bildu estaba ocupando la estrategia ruin del PP contra el PSOE y me sentí en la obligación de decir algunas cosas, recuperar algunas verdades y denunciar algunas infamias.
A mi los compañeros más veteranos del partido socialista, cuando yo era un chavel joven, me enseñaron que había que ser leal al partido y a quien te da y a mi el PSOE me llevó a la presidencia, con el voto de los españoles y sobre todo con el voto de los andaluces y andaluzas, lo que quiero agradecer veinte años después, porque la forma de entender Andalucía es la mejor forma de entender la relación de España consigo misma. Andalucía es el equilibrio de las identidades de España. Si no hubiera habido tantos andaluces que hubieran votado las políticas de los derechos civiles y libertades y de la cohesión social, no se hubieran podido llevar a cabo.
Por eso quiero pedir a los andaluces y las andaluzas que generosamente me dieron el apoyo, que vuelvan a hacerlo ahora con el PSOE y se lo pido con tanto énfasis como si lo pidiera para mi. Las ideas de modernidad y progreso para este país, que han sido posibles gracias a Andalucía, se tienen que mantener y avanzar, porque todo lo mejor en la España democrática, ha venido siempre de Andalucía.