Antonio Gómez Romera
Domingo, 11 de junio de 2023
En el CLIII aniversario de la constitución de la sociedad anónima “standard oil company and trust”
Tal día como hoy, domingo, 11 de junio, festividad de San Bernabé, el “Apóstol de la Alegría”, vigésimo tercera semana del año 2.023, hace 153 años (sábado, 1.870), en el periódico “Cleveland Leader”, aparece un suelto que anuncia la constitución de la Sociedad Anónima “Standard Oil Company and Trust”, (de acuerdo con el Derecho de Ohio. EEUU), cuyos accionistas son los señores Henry Morrison Flager (Hopewell, Nueva York, 1.830 – Palm Beach, Florida, 1.913), Samuel Andrews (1.836 – 1.904) y John Davison Rockefeller (Richford, Nueva York, 1.839-Ormond Beach, Florida, 1.937). El capital de la sociedad, es de 1 millón de dólares y tiene como finalidad el refinado del petróleo. En EEUU, hace menos de 15 años, el petróleo, aún es llamado “rock oil” (“aceite de roca”) y los indios lo recogen de la superficie de ciertos ríos, pues lo utilizan como remedio contra una enfermedad muy extendida y dolorosa que puede afectar a diferentes partes del cuerpo: el reumatismo.
Históricamente, la primera producción de petróleo tiene lugar en suelo europeo, entre las actuales Polonia y Ucrania, al Norte de Eslovaquia, en las cercanías de la hoy provincia de Cracovia: una zona que alrededor de 1.789 es conocida como el Reino de Galitzia. Su explotación comercial se inicia de manera rudimentaria de manos del farmacéutico y emprendedor Jan Józef Ignacy Lukasiewicz (1.822 – 1.882), que utiliza el destilado de aceite mineral para reemplazar al de las ballenas, aplicado en la iluminación. Se fomenta así un modesto mercado en dicho feudo a mediados del año 1.853, actuando conjuntamente con los empresarios Titus Trzecieski (1.811 – 1.878) y Mikolaj Klobassa, quienes establecen su centro de minería de petróleo en el poblado de Bóbrka. La extracción se produce escarbando la tierra y perforando pozos en los rezumaderos naturales, ricos en carbón y en depósitos de sal.
En 1.859, el coronel Edwin Drake (1.819 – 1.880) perfora en Titusville (Pensilvania) el primer pozo de petróleo en los Estados Unidos. Tiene 69 pies de profundidad. Hacia 1.860 se logra, por medio de experiencias de laboratorio, purificar ese líquido graso y nauseabundo para emplearlo en iluminaciones. Así se desencadena, principalmente en Pennsylvania, una nueva “fiebre de oro”, pero ésta vez, del “oro negro”.
John D. Rockefeller, un joven comerciante de Cleveland, descendiente de inmigrantes alemanes, pronto comprende que es más interesante tratar el petróleo que extraerlo. La “Stardard Oil”, empresa de la que Rockefeller es el alma, se distingue por su organización. Mientras en otras empresas los alambiques se desbordan y los obreros chapotean en el pegajoso líquido, en la “Standard Oíl” el petróleo está almacenado en limpios barriles azul cielo, que pronto son conocidos en toda Norteamérica. La conexión por ferrocarril – y a través del Canal del Erie – de la refinería con los campos petrolíferos y los centros urbanos donde se vende el petróleo les da una ventaja en un coste fundamental como es el transporte.
Ida Minerva Tarbell (1.857-1.944), una de las primeras periodistas de investigación y autora de “The History of Standard Oil”, describe a Samuel Andrews como «un genio mecánico» que «ideó nuevos procesos» para crear un mejor producto. Se le atribuye la invención del proceso químico llamado “destilación fraccionada”, que es la separación del petróleo crudo en sus componentes. Los analistas, contemporáneos de Rockefeller, a menudo comentan sobre su fijación con el ahorro de costos y la reducción de desperdicios, pero para ser el mejor, también invierte en investigación y desarrollo. “Standard Oil” se centra en encontrar mercados para los subproductos de refinería.
Después de comprar, a sabiendas, campos en Ohio que afloran “petróleo agrio” que contiene ácido sulfhídrico, dióxido de carbono o mercaptanos, Rockefeller confía en su equipo de investigación y desarrollo para crear una forma de eliminar las impurezas del petróleo, que finalmente hacen, lo que les permite sacar provecho del petróleo que nadie más quiere.
Durante las décadas de 1.870 y 1.880, Rockefeller busca expandir la influencia de “Standard Oil”. La compañía comienza a comprar o sacar del negocio refinerías de petróleo. Para 1.878, “Standard Oil”, supuestamente controla el 90 % de las refinerías de petróleo en los Estados Unidos. Para 1.880, mediante la eliminación de competidores, las fusiones con otras empresas y el uso de descuentos favorables en los ferrocarriles controla el refinado del 90 al 95 % de todo el petróleo producido en los Estados Unidos.
En 1.882, la “Standard Oil Company” y las empresas afiliadas que se dedican a producir, refinar y comercializar petróleo se combinan en el “Standard Oil Trust”, creado por el “Standard Oil Trust Agreement” firmado por nueve fideicomisarios, incluido Rockefeller. En realidad, Rockefeller dirige todos estos negocios que prosperan. Sus fábricas se amplían y su fortuna se hace inmensa, con lo que se crea numerosos enemigos.
En 1.906, el Gobierno de los Estados Unidos entabla una demanda contra la “Standard Oil Company” (Nueva Jersey) en virtud de la Ley Sherman Antimonopolio de 1.890. Y en 1.911, la Corte Suprema encuentra que “Standard Oil” viola la Ley Sherman
Antimonopolio y, como resultado, “Standard Oil” se divide en 34 compañías independientes, aunque con el tiempo estos descendientes corporativos vuelven a convertirse en grandes compañías petroleras integradas que aún dominan el mercado, como ExxonMobil.
El caso de la Corte Suprema tampoco frena la riqueza de Rockefeller, pues los titulares de los periódicos de 1.916 anuncian que es el primer multimillonario del mundo. Según Forbes, los activos totales de Rockefeller en 1.937 equivalían al 1,5 % de la producción económica total de Estados Unidos ese mismo año, lo que lo convierte en una de las personas más ricas del mundo hasta el día de hoy. En comparación, la riqueza de Bill Gates en 2.018 sería el 0,45 % del PIB de 2.018. la persona encargada de sus relaciones públicas, Ivy Lee (1.877 – 1.934), contratado después del caso antimonopolio, “cultivó la idea de un anciano benigno, que regalaba monedas de diez centavos y se preocupaba por la caridad”.
Las creencias religiosas de Rockefeller le inclinan a poner la fabulosa fortuna que ha amasado al servicio de obras sociales, dedicándose casi por entero a la filantropía desde que se retira a vivir en una granja en 1.896: funda la Universidad de Chicago (1.891), el Instituto Rockefeller para la Investigación Médica en Nueva York (1.901), el Consejo General de Educación (1.902) y la Fundación Rockefeller (1.913), que apoya causas de salud pública a través de una gran donación. En todas estas tareas está auxiliado por su único hijo, John D. Rockefeller Jr. (1.874 – 1.960), que fue quien le sucedió al frente del negocio familiar, quién tendría seis hijos (cinco hombres y una mujer): Abby Rockefeller (1.903 – 1.976), John D. Rockefeller III (1.906 – 1.978), Nelson A. Rockefeller (1.908 – 1.979), Laurance (1.910 – 2.004), Winthrop (1.912 – 1.973) y David (1.915 – 2.017). Al frente del negocio y de las 33 fundaciones familiares le sucedió el mayor de sus cinco hijos varones, John D. Rockefeller III (1.906 – 1.978). Su hermano Nelson A. Rockefeller (1.908 – 1.979) se dedicó a la política, integrándose en el ala liberal del Partido Republicano. Fue elegido cuatro veces gobernador del Estado de Nueva York (1.959 – 1.973) y vicepresidente de Estados Unidos con Gerald Ford (1.974 – 1.977). Tanto él como sus restantes hermanos (Laurance, Winthrop y David) se dedicaron simultáneamente a extender los negocios de la familia hacia nuevas ramas de actividad y a fundar instituciones culturales y filantrópicas.
Colofón
La meta de John Davison Rockefeller era ganar 100.000 dólares y vivir hasta los 100 años. Superó su meta financiera, pero falleció, en su mansión “The Casements” en Florida (EEUU), a la edad de 98 años, el 23 de mayo de 1.937, de arteriosclerosis. David, el último de la dinastía Rockefeller, conocido banquero que presidió durante años el Chase Manhattan Bank y fue fundador de la Comisión Trilateral, creada en 1.973 y considerada una de las organizaciones privadas más influyentes del mundo, falleció el 20 de marzo de 2.017, a los 101 años.
En la actualidad, las Empresas descendientes de la Standard conforman el núcleo principal de la industria petrolera estadounidense: Exxon Mobil, cuyos antepasados son la Standard Oil de New Jersey y la Standard Oil de Nueva York; Conoco Phillips, la parte Conoco proviene de la Standard de los estados de las Rocosas; Chevron,Standard de California, Amoco y Sohio, Standard de Indiana y Standard de Ohio, respectivamente, ahora parte de BP; Atlantic Richfield, la parte Atlantic, actualmente también integrada en BP) y Marathon, descendiente también de la Standard de Ohio, y muchas otras empresas más pequeñas.