EL FARO
- Un guardia civil del puesto de Motril fuera de servicio que estaba haciendo submarinismo en la zona consiguió detenerlo y sacarlo a la orilla
- El detenido estaba en requisitoria por un juzgado de Motril que ordenaba su detención y su ingreso en prisión para cumplir condena
La Guardia Civil ha detenido a un escurridizo delincuente, un individuo de cuarenta y seis años de edad con numerosos antecedentes policiales, que intentó huir de una patrulla y evitar ser apresado lanzándose al mar desde un acantilado en Marina del Este, en La Herradura-Almuñécar.
Un guardia civil que actualmente está destinado en el puesto de Motril y que se encontraba fuera de servicio, había estado haciendo submarinismo en la zona, consiguió detenerlo y sacarlo a la orilla, donde una patrulla de agentes uniformados se hicieron cargo de él, no sin antes tener que reducirlo, ya que intentó nuevamente huir agrediendo a los agentes.
El detenido no solo corría porque la Guardia Civil lo buscase como presunto autor de dos delitos de robo perpetrados recientemente en la zona; también porque estaba en requisitoria por el Juzgado de lo Penal número dos de Motril, que ordenaba su detención y su ingreso en prisión para cumplir condena.
La Guardia Civil había desplegado un dispositivo de seguridad en la localidad de La Herradura porque en los últimos días se habían producido varios robos en viviendas y los investigadores de Almuñécar sospechaban que el ahora detenido era el responsable, ya que tenían pruebas de que había participado en dos de los robos investigados.
En el dispositivo estaba participando una patrulla de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Compañía de Motril. Los agentes sabían que este individuo solía moverse en autobús o en taxi, por lo que estaban vigilantes con estos vehículos de servicio público, y sobre la 20:30 horas del pasado día 5 de junio, en la calle Carretera de la Playa de La Herradura, vieron en un taxi al sospechoso. Al darle el alto al taxi, el presunto ladrón huyó en dirección a Marina del Este, llegó hasta una calle donde la única salida era un acantilado y el mar, y el individuo no dudó en arrojarse al agua.
Un guardia civil que había estado practicando submarinismo en dicho lugar, presenció la escena y se arrojó al agua para detener al prófugo; nadó hasta él, consiguió inmovilizarlo y sacarlo a la orilla, donde, como hemos dicho, esperaban los compañeros uniformados.
Aunque este individuo ha ingresado en prisión, la Guardia Civil continúa investigando su participación en los últimos robos denunciados en La Herradura y en Almuñécar.