DIEZ AÑOS DE LA PRESENCIA DE LA VIRGEN DE LA CABEZA EN LA MAGNA MARIANA DE LA CIUDAD DE GRANADA

Domingo A. López Fernández

Fotos: EL FARO

Nuestra Patrona acudió para conmemorar el I Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de las Angustias

El pasado jueves, 18 de mayo, se cumplía en nuestra ciudad una efeméride digna de recordar, concretamente diez años de la presencia de nuestra Patrona, la Virgen de la Cabeza, en la ciudad de Granada para asistir a la gran peregrinación mariana que había organizado la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa para conmemorar el I centenario de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de las Angustias, Patrona de la Archidiócesis. Fue un hecho histórico, desde luego, el segundo que atestigua la historia para nuestra devota imagen, pues en el año de 1954, concretamente el 7 de noviembre, también procesionó por las calles de la capital en conmemoración del primer centenario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción.

Motril vibró de emoción con este acontecimiento religioso que para la historia queda. La Virgen de la Cabeza fue invitada a participar en la Magna junto a Nuestra Señora de la Caridad de Loja, la Virgen del Martirio de Ugíjar, la Virgen de la Antigua de Almuñécar y la Virgen de las Angustias de Alhama de Granada, todas patronas de sus respectivos lugares, además de la Virgen del Rosario Coronada, copatrona de Granada, que acompañaron a significativas Dolorosas de la capital para constituir una sentida manifestación de fe en la que participaron un total de treinta y tres pasos procesionales.

El día previo a la Magna, el 17 de mayo de 2013, Motril despedía con enorme fervor a Nuestra Señora de la Cabeza Coronada con una solemne eucaristía que celebraba el párroco de la ermita, D. Juan Bautista Amat, juntamente con los sacerdotes motrileños D. Javier Sabio y D. Pablo Castilla, además  del entonces diácono, D. Moisés Fernández.

A su conclusión, y tras activarse los preparativos del traslado, se iniciaba su marcha hacia Granada, partida que era anunciada a la ciudad con doce salvas de cohetes y el constante repicar de las campanas del Santuario. Al igual que ocurriera aquel día 7 de noviembre de 1954, una numerosa escolta de coches particulares acompañó a la Patrona en todo el trayecto y fueron muy numerosos los motrileños que se congregaron en las inmediaciones de la catedral  granadina para recibirle como realmente se merecía. Así, desde las 19 hrs., y bajo un intenso aguacero, los motrileños permanecieron estoicamente junto a la Puerta del Perdón en espera de contemplar su solemne acogida en el templo metropolitano. En realidad, tras adentrarse en la catedral, se asistió a un acto intimista al que solo tuvieron acceso muy escasas personas dadas las rigurosas medidas de control. Siguiendo el protocolo y con el resto de titulares marianas de fuera de la capital ya en su interior, los miembros de la junta de gobierno de la hermandad procedieron al aderezo del trono de la Virgen en la que quedaba perfectamente ataviada nuestra Patrona cercanas ya las 00:00 de la madrugada.

Fue aquel un acontecimiento histórico que para la historia queda y en el que estuvo presente EL FARO para dar cuenta de todos sus detalles y poder contar a sus lectores el desarrollo de la procesión. Hoy, en conmemoración de aquella efeméride, reeditamos el artículo publicado en EL FARO el 21 de mayo de 2013, con ilustraciones inéditas que en aquel día, por razones de espacio no pudieron insertarse. He aquí, pues, la crónica de aquel señalado día que para la memoria de los motrileños queda.

EL FARO MOTRIL

La Hermandad de la Virgen de la Cabeza cumple con brillantez su peregrinación a la basílica de las Angustias

                                                                                  Domingo A. López Fernández

En la tarde del sábado y con un pequeño retraso sobre la hora anunciada, la catedral de Granada abrió sus puertas de par en par para dar principio a la gran peregrinación mariana que conmemora el I centenario de la Coronación Canónica de Nuestra Señora, la Virgen de las Angustias. Granada amanecía con un tiempo amenazante y con una ligera lluvia que no impidió que los distintos pasos que habían de integrar el cortejo comenzaran su marcha hacia el templo metropolitano donde habían de quedar expuestos al público por espacio de cuatro horas. La expectación generada fue tal que al momento de la apertura de la exposición se llegaron a formar interminables colas de personas a lo largo de la calle Alhóndiga y Mesones, lo que hizo imposible acoger a todos los interesados puesto que se daba por clausurada a las 14:30 hrs de la tarde. Por tanto, éxito sin paliativos para esta singular convocatoria religiosa que ha extendido su poderoso influjo al plano turístico y cultural al situar a Granada en centro de espiritualidad y sede de la más relevante exposición pública de arte mariano habida hasta hoy.

La “Magna Mariana” tenía prevista su partida a las 17:00 hrs de la tarde, pero un intempestivo aguacero caído momentos antes sobre la ciudad suscitó su retraso e hizo cundir el desánimo en el público congregado en la popular plaza de las Pasiegas. Pasados unos minutos hacía su aparición el séquito de Nuestra Señora de la Consolación y, con él, y en el intervalo de cinco minutos, se fueron sucediendo el resto de titulares marianas para disponer un sacro cortejo de dimensiones inconmensurables. En él Nuestra Señora de la Cabeza Coronada tenía asignado el puesto número 29 y era la segunda en orden de patronas de la provincia tras Nuestra Señora de la Caridad (Loja), a la que habrían de seguir Nuestra Señora del Martirio (Ugíjar), Nuestra Señora de la Antigua (Almuñécar), Nuestra Señora de las Angustias (Alhama) y, cerrando la marcha, Nuestra Señora del Rosario (Granada). Exactamente, a las 20:30 hrs. de la tarde, la Patrona de Motril hacía su aparición bajo el dintel de la puerta de la catedral suscitando un momento de inigualable emoción entre los numerosos paisanos congregados a lo largo de la Plaza de las Pasiegas y calle Marques de Gerona. La comitiva aparecía abierta por el estandarte de la hermandad y dos filas de devotos portando cirios, a los que seguían la popular “bacalá” y la presidencia oficial compuesta por el hermano mayor de la hermandad, D. Carlos Martín Balderas, los hermanos mayores honorarios D. Antonio Posadas y D. Francisco Lorenzo, la alcaldesa de la ciudad, Dª Luisa María García Chamorro y varios hermanos, entre ellos el concejal del Área de Mantenimiento del consistorio, D. Francisco Alcaraz y el docente y miembro de la junta de gobierno D. Juan Omiste. Junto a ellos, la presidencia religiosa la ostentaban el párroco del Santuario, D. Juan Bautista Amat, los sacerdotes motrileños D. Javier Sabio y D. Pablo Castilla y el diácono de la ermita, D. Moisés Fernández. Finalmente, el cuerpo de acólitos, incensarios y trono de la Virgen portado por el cuerpo de horquilleros en sus correspondientes tandas, que era dirigido en esta ocasión por el capataz Serafín Correa. Pasados los primeros minutos quedaba roto el estricto protocolo impuesto por la Real Federación de Hermandades y Cofradías al incorporarse de forma espontánea infinidad de motrileños justamente detrás de la Virgen, constituyendo ésta una fina estampa que trajo hasta nuestra mente la instantánea plasmada en la anterior visita de la Patrona a la capital.

El trono procesional llegaba a la puerta de la basílica de las Angustias exactamente a las 22:30 horas de la noche, momento de inigualable emoción con la titular de la Archidiócesis postrada bajo su pórtico. Verificada la ofrenda de fe la comitiva inició el trayecto de regreso hacia la catedral, momento en el que se incorporaron al sequito un mayor número de motrileños de todas las edades y, particularmente, jóvenes. La llegada al templo metropolitano tuvo lugar a las 00:30 hrs del domingo, instante en el la comitiva procedió al rezo de una salve, a la vez que el Ilmo. Sr. Arzobispo de Granada hizo entrega a la hermandad de un cuadro conmemorativo del jubileo alcanzado. Sin prácticamente descanso miembros de la junta de gobierno realizaban el desmontaje del trono e iniciaban el regreso a Motril, que se verificó entorno a las 03:00 hrs de la madrugada. Tras su llegada la Virgen de la Cabeza volvía a ser entronizada en su camarín a la espera de que horas más tarde presidiera la solemne misa del día.

Una jornada para el recuerdo, pues, la del día 18 de mayo, con un Motril que se hizo notar con fuerza con espontáneos vivas y vítores que fueron contestados al unísono por los miembros de su cuerpo de horquilleros en todo el recorrido y, particularmente a la salida de la catedral. Como nota a destacar resalta el hecho que la hermandad de la Virgen hizo repartir entre el público 20.000 estampas editadas con motivo de esta peregrinación mariana que ha traído por segunda vez en su historia a la Virgen hasta la capital. Como ocurriera en su partida del viernes, esta misma mañana doce salvas de cohetes han anunciado a la ciudad que la Patrona ya se encuentra otra vez en su santuario, casa en la que según la leyenda decidió morar hace ya más de cinco centurias.

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