EL FARO, CON MOTRIL Y SU SEMANA SANTA: SOLEDAD Y YACENTE ENGRANDECEN SU PASO POR LAS CALLES DE LA CIUDAD

Domingo A. López Fernández

Fotos: EL FARO

 El cortejo penitencial incorpora el nuevo e imponente paso de misterio de sus dos titulares

En la recta final de nuestra semana mayor llegamos al sábado santo, tercer día del Triduo Pascual, en el que desde el jueves y hasta el domingo se rememora la pasión, muerte y resurrección de Cristo.  Antiguamente, este día era conocido con el nombre de sábado de gloria, pues en él se celebraba la Vigilia de la Resurrección, que supone la próxima llegada de la gloria de ese momento crucial para el Señor. En la noche, precisamente, tiene lugar la Vigilia Pascual, conocida como la liturgia de las liturgias, que recuerda la noche en la que Cristo resucita y corona la obra de su salvación. Esta misa marca ya el inicio del domingo de Resurrección y, por tanto, su vida eterna. Dentro de los ritos que la iglesia sigue en el día se encuentra el del encendido del fuego en el exterior de la iglesia y el acto de prender el cirio pascual con ese fuego que viene a representar que la luz de Cristo vence a la oscuridad y la muerte.

El sábado santo es, igualmente, el día de la Virgen de la Soledad, advocación que representa el desamparo y el dolor de María junto a la cruz desnuda en la que no se encuentra ya el cuerpo de su Hijo, escenografía que el arte y la iconografía representa con los emblemas de las escaleras que han ayudado a desclavarle de la cruz y el sudario de seda blanca prendido sobre su cruceta.

En Motril, al menos desde los inicios de los años treinta, la advocación de la Virgen de la Soledad se encuentra unida al barrio de Capuchinos, desde cuya iglesia sale a la calle una procesión que va a ser conocida con el nombre “del Silencio”. Lo hace en la noche, a las 0:00 del ya sábado santo, y se caracteriza por el hecho de que sólo son mujeres quienes acompañan a la Virgen en luto riguroso, y ello al margen de los numerosos devotos que se aprestan en las aceras para contemplar la procesión de fe. El desencadenamiento de la guerra civil va a suponer la suspensión de este acto devocional a pie de calle, circunstancia que va a tener su prolongación hasta bien entrada la etapa de posguerra. Al menos, hasta el día 24 de abril de 1948, fecha en la que queda fundada una nueva corporación cofrade, la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, que viene a efectuar su primera salida penitencial el viernes, 15 de abril de 1949, tras el encierro de la cofradía del Santo Sepulcro. Años más tarde, concretamente en 1952, se incorpora al cortejo una impresionante imagen de Cristo Yacente que la junta de gobierno ha adquirido al granadino Enrique del Moral. Con ambos pasos la cofradía va a reiterar su estación de fe hasta que en el año de 1956 se traslade la salida penitencial al día del sábado santo para solventar los problemas que suscitan dos procesiones casi seguidas en la noche del viernes y la ya madrugada del sábado. La procesión de la Virgen de la Soledad tiene, pues tradición en Motril, y desde ese año de 1956 va ligada a un día muy significativo del Triduo Pascual, el sábado santo, que es como hoy en día la cofradía practica su ejercicio penitencial.

La Semana Santa de 2023 trae cambios muy significativos con respecto a otros años en lo que respecta a la procesión de la Virgen de la Soledad, pues es la primera vez en su historia que el cortejo penitencial sale formado desde el interior de la casa hermandad y no como en años anteriores, donde aparecía desplegado en toda su extensión a lo largo de la calle Santa Ana. Histórico, también, porque las dos imágenes titulares han quedado unificadas en un único paso de misterio que ha tenido una muy buena acogida entre el público, pues permite ver desde distintas ópticas la imagen de Cristo Yacente y su Madre absorta en su dolor detrás y con el símbolo que la identifica, la cruz desnuda de la que prende el sudario. Y a fe que ha ganado en grandeza, monumentalidad, porte y elegancia, con lo que se han podido evitar los problemas que suscitaba la carencia de hermanos portadores para sus antiguos pasos procesionales y, muy particularmente, para su titular mariana, que lo hacía sobre varal malagueño.

Con la puntualidad de que siempre ha hecho gala, la procesión efectuaba su salida desde la casa hermandad a las 19:30 hrs, momento en el que un antiguo hermano de la cofradía, Antonio Lorenzo, acompañado del actual hermano mayor, Reinaldo Tarragona, hacía tocar el portón con los tres consabidos golpes que llaman al cortejo a salir a la calle. De seguida comenzaba a desplegarse el mismo, abriendo paso la cruz guía, impresionante obra en madera y orfebrería que corona en plata el acrónimo INRI,  cuyas siglas en latín representan a “Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum” y que vienen a significar “Jesús Nazareno Rey de los Judíos”. Flanquean este emblema dos faroles de frente de procesión y dos banderines con el escudo corporativo, que dejan paso al grupo joven que portan significativos elementos pasionistas tales como las escaleras, la lanza del Longinos, cruces y las típicas estampas de los titulares que son repartidas entre el público. Se disponen junto a ellos las dos largas filas de hermanos de luz tocados con los colores propios de la corporación,  hábito y túnica de color negro y capillo y cíngulo amarillo. Portan en sus manos los típicos farolillos de que han hecho gala desde su fundación, aunque este año han sido reformados y van ensamblados de forma fija en las picas.

Marcha en el centro de la fila, “la Chía”, figura clásica que se hacía presente en los cortejos fúnebres para anunciar la muerte, y que va ataviada con el típico traje de cola de color negro y tocado de plumas en su cabeza, quedando escoltada por dos bocinas que eran las que en tiempos antiguos insuflaban sus estridentes sonidos. Sigue a ella el estandarte de la antigua sección del Cristo Yacente, confeccionado en terciopelo de color negro que deja ver en su centro el rostro del titular que fue pintado por el pintor Ramón Portillo. El estandarte va escoltado por dos mazas y dos banderines con el escudo corporativo bordado en su centro y que dan paso a la extensa guardia romana que este año supone una auténtica innovación y que pertenece a la Asociación Aguaviva, promotora de la representación de  “La Judea”. En realidad se trata de una vuelta a sus orígenes, ya que en 1961 la cofradía de la Soledad asombró a los motrileños con una sección de similares características para recordar a las tropas imperiales que acompañaron a Jesús en su pasión y muerte. La guardia romana da paso a las comisiones representativas de este año de 2023, que encabeza el jefe del Cuerpo de Bomberos y la Agrupación de Protección Civil y el cuerpo de la Guardia Civil, ambos hermanos mayores honorarios de la cofradía. Siguen a estos las corporaciones invitadas, concretamente la cofradía de Jesús de Pasión y la Divina Pastora, con todos sus miembros portando báculos presidenciales. Y tras ellas, la presidencia oficial que ostenta la alcaldesa de la ciudad, Luisa Mª García Chamorro, y los mandos del cuerpo de la Guardia Civil.

El estandarte de la Virgen de la Soledad marca ahora la antigua sección penitencial mariana, que va flanqueada por dos mazas y que da paso al amplio tramo de la sección del cuerpo de camareras en traje de mantilla. Finalmente, la representación eclesiástica que ostenta su consiliario, D. Antonio Rodríguez Hervás, que acompaña al cortejo hasta la iglesia de Capuchinos, donde se ve obligado a abandonarle para dar preparación a los actos de la Vigilia Pascual. Junto a él, la presidencia propiamente corporativa con su hermano mayor, Reinaldo Tarragona, la vicepresidenta, María Luisa Prieto, y la hermana en hermandad Loli Almendros, todos con varas presidenciales.  Le siguen el cuerpo de ciriales, que son auténtico estreno de este año y que presentan por primera vez el escudo corporativo labrado en metal plateado. Finalmente, el paso de misterio en el que se muestra al pueblo la imagen de la Virgen de la Soledad y, a sus pies, el Santísimo Cristo Yacente sobre su túmulo cubierto con un sudario y dispuesto de forma sesgada lo que mejora enormemente la visibilidad al público que contempla ese imponente cuerpo llagado y desclavado de la cruz. Y, junto a él, con enorme gusto estético, los emblemas pasionistas de la corona de espinas y los tres clavos, que se muestran sobre el sudario y casi en el frontal del paso.

Sobre la canastilla del antiguo paso de la titular mariana, se alza la Virgen en su Soledad, imagen de autor desconocido que pudo ser salvada de la destrucción en la guerra civil. La impresionante figura exhibe sus manos y dedos entrelazados para revelar su estado de introspección y dolor, el mismo que refleja su rostro, dulce, pero sufrido y doliente. La Virgen ha sido ataviada por su vestidor, Jesús Ortega Fernández, de la misma forma que el exorno floral y porta el tradicional manto de salida bordado en oro, saya blanca de tisú y toca de sobre manto bordada. Igualmente, fajín de general en tono rojo con sus característicos borlones dorados. Respecto a su tocado ha sido realizado a tablas de tul y rematado por un encaje de bolillo. A sus pies, la impresionante imagen de Cristo Yacente que deja desde distintos puntos de vista las heridas y los múltiples restos de sangre que cubren todo su cuerpo. Va el paso iluminado por dos hurricanes en la parte central del paso y cuatro candelabros en dos alturas en la trasera que son los que engrandecían el antiguo trono del “Tumbaillo”. El paso de misterio estrena este año su cuerpo de costaleros y el propio de capataces, que queda compuesto por Javier Salgado en su labor de dirección  y Juan Miguel Benavides, José Molina, Juan Castro y Miguel Caparros como asistentes.

Cierra finalmente el cortejo la banda de cornetas y tambores Nuestro Padre Jesús de la Sentencia de Almuñécar que dirige el maestro Luisma Franco Medina y que ha desplazado para la ocasión a sesenta y cinco componentes que han hecho vibrar con sus sones y escogidas marchas el paso del cuerpo de costaleros y el gusto del público aprestado en las aceras. Esta joven banda de la vecina ciudad sexitana, allá por donde va, es signo de buen hacer, buena sintonía, perfecta armonía y calidad suprema en su interpretación, lo que equivale a todo un lujo tenerla presente en la ciudad de Motril. La banda acompañó la salida del paso de misterio a los sones de la “Marcha Real”, para continuar con la marcha “Requiem”, original de Bienvenido Puelles, que pretende engrandecer la salida del cuerpo de Cristo en el cortejo sacro. Ha seguido luego interpretando “Madre”, de Raúl Rodríguez Domínguez, que realza con sus ritmos el paso de la Dolorosa. Seguidamente, “Jesús”, original de su director, Luisma Franco, que está dedicada a Ntro. Padre Jesús del Gran Amor Despojado de sus Vestiduras de Almuñécar. Impresionantes han sido, igualmente, los sones al paso de tribuna oficial, donde se han dejado escuchar “Azotes”, original de Jorge Martín Puerto para la Banda de Las Cigarreras,  “El Perdón de Dios”, igualmente obra de su director y que está dedicada a Nuestro Padre Jesús del Perdón de Motril, “Soledad de San Pablo” y  “Sentimiento Gitano”, original de Raúl Rodríguez. Culmen de su interpretación ha sido la entrada en plaza de España, donde la banda ha interpretado “Antes del Amanecer”, que es propia de la banda” y, justamente frente a la iglesia de la Encarnación, “Al Cristo de mi barrio”, que es estreno de esta temporada de 2022-2023.

El itinerario dispuesto para este año por la junta de gobierno de la cofradía marca sensibles diferencias con respecto a años anteriores al disponer un pequeño recorrido por su barrio e incorporar nuevas calles que han engrandecido el paso procesional. Así, partiendo de la casa de Hermandad, ha continuado por calle Santa Ana, Manuel de Falla, Pio XII, Rambla de Capuchinos, Santísimo, Era, Carretas, Rambla Capuchinos, Fundición, Nueva, Teatro, Bustamante, Cruz Verde, Gaspar Esteva, Emilio More, Díaz Moreu, Romero Civantos, Plaza de España, Trinidad, San Rafael, Catalanes, Javier de Burgos, Marques de Vistabella, Bustamante, Matadero Viejo, Nueva, Avda. de Andalucía, Rodríguez Acosta, Panamá, Cuevas, Santa Ana, para proceder aquí al encierro en la casa de Hermandad, momento que se ha podido verificar a las 0:15 hrs de la ya madrugada del domingo de resurrección.

Momentos emotivos del recorrido procesional han sido muy numerosos, destacando primeramente la salida del paso de misterio desde su casa hermandad, que ha sigo granjeado de un intenso rociado de pétalos de flores. También el paso por la iglesia de Capuchinos, donde justamente desde la reja de la residencia San Luis una residente en silla de ruedas, Concha Ramón, ha cantado una sentida saeta a los titulares. Ya frente a la que es su santa casa, el paso ha sido enfrentado para recibir la ofrenda de flores que le ha ofrecido una comisión de hermanos de la Divina Pastora, que igualmente ha sido secundada por otras de personas particulares. También resaltar el paso solemne por carrera oficial a los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de la Sentencia y la pedida de venia ante el presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Manuel Terrón. Precisamente, este día se encontraban presentes en la tribuna los medios de comunicación locales que han sido invitados expresamente por la amplia cobertura que están dando a la Semana Santa motrileña. Concretamente han ocupado su lugar de invitados José Manuel González Arquero en representación de EL FARO, aunque también en su calidad de antiguo capataz del paso de Cristo Yacente, y José Santiago, coordinador del programa “A Golpe de llamador”, de Onda Cero y el especial Semana Santa de Tele Motril. Finalmente, destacar el momento del encierro, donde el cuerpo de camareras  ha configurado una escolta de honor a la Virgen, en un acto que ha contado, como es habitual, con una gran presencia de público.

Foto: Paulino Martínez -Cronista Gráfico Oficial de la ciudad de Motril-

Buen cortejo, pues el organizado por la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad para este año, que ha asombrado por el exorno de su paso de misterio y el buen orden y disposición a lo largo de todo el recorrido procesional. Todavía queda una nueva oportunidad para ver en la calle a la titular mariana, pues en el mes de septiembre tiene aprobada una salida extraordinaria con motivo de la organización del setenta y cinco aniversario de su corporación cofrade.

Foto: Paulino Martínez -Cronista Gráfico Oficial de la ciudad de Motril-

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