EL FARO
El agente, destinado en la comisaría de Motril, observó que la mujer ya presentaba una coloración de piel azulada, que no podía respirar y que llevaba sus manos hacia la garganta
Un agente de la Policía Nacional libre de servicio salva la vida a una mujer que se había atragantado y que llegó a perder el conocimiento debido a la falta de oxígeno. La señora se recuperó en el lugar y no llegó a necesitar asistencia médica.
El policía hizo que la mujer regurgitara el bolo que le impedía respirar
El suceso tuvo lugar el pasado domingo día 16 en un establecimiento de hostelería situado en Almuñécar donde se encontraba el policía, libre de servicio, junto con su familia. En un momento dado, observó un alboroto de personas junto a una de las mesas del local al mismo tiempo que un joven, muy nervioso, pedía ayuda, dado que su acompañante, una mujer de alrededor de 30 años, se estaba asfixiando con un trozo de comida que le obstruía las vías respiratorias. El joven llegó a verbalizar que su acompañante se estaba muriendo.
El agente, destinado en la comisaría de Motril, observó que la mujer ya presentaba una coloración de piel azulada, que no podía respirar y que llevaba sus manos hacia la garganta, por lo que, de inmediato, inició la maniobra de Heimlich al mismo tiempo que indicaba al joven que llamara a los servicios de emergencias para que se personaran en el lugar.
Previamente, tanto su acompañante, como otra persona más, también presente en el establecimiento, intentaron liberar la obstrucción, aunque no lo consiguieron. La actuación del policía con la realización de la citada maniobra, hizo que finalmente, la mujer regurgitara el trozo de alimento que le impedía respirar y por la que llegó a perder la consciencia desvaneciéndose en manos del agente, debido a la falta de oxígeno. Ya liberada la vía respiratoria y una vez extraído de la boca el alimento regurgitado, la víctima recuperó espontáneamente la consciencia y los signos vitales.
Una vez estabilizada, su acompañante se encontraba hablando por vía telefónica con los servicios sanitarios, quienes le indicaron que debían hablar con ella al objeto de comprobar su situación, manifestándoles ésta que un hombre que había en el lugar le acababa de salvar la vida, que se estaba asfixiando y pensaba que se moría y que ya estaba bien. Tras comprobar el policía nacional que la mujer se encontraba en perfecto estado, abandonó el lugar.