LA COFRADIA DE LA HUMILDAD INAUGURA LOS DESFILES DE SEMANA SANTA EN SALOBREÑA

Domingo A. López Fernández

Fotos: El Faro

Sentido cortejo de “Cristo atado a la columna” por el casco viejo de la villa

Con tiempo espectacular, sol radiante y una Salobreña casi festiva, en la que se muestran con palpable evidencia familias enteras que se encuentran ya en la villa para disfrutar de unas cortas vacaciones, tenía lugar el martes santo la primera procesión de penitencia con la que se inauguran los desfiles de semana santa. Es este enclave urbano un lugar privilegiado por la naturaleza que le hace espectacular, con un castillo árabe en lo alto del promontorio sobre el que se alza y, donde desde lejos, se atisba con belleza plástica la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario, sede canónica de la mayor parte de cofradías penitenciales establecidas en la villa. Un lugar, pues, de raigambre morisca, de calles estrechas y sinuosas, en las que balcones y ventanas casi hacen rozar los pasos en su lento discurrir por los itinerarios prefijados por sus respectivas juntas de gobierno

El momento inaugural de la semana santa salobreñera tiene su punto de partida, como se ha indicado, en el martes santo, jornada en la que en la tarde tiene lugar la salida penitencial de la cofradía del Santísimo Cristo de la Humildad, conocido popularmente como “Atado a la columna”. Sobre él, un conocido cofrade salobreñero, Joaquín Suárez, hacía pública su amor y esperanza por este día inaugural afirmando que “el mejor traje que debemos llevar puesto se llama Humildad, y su sastre es Dios”.

Este año, como novedad, la junta de gobierno de la cofradía ha retrasado media hora su partida desde el pórtico de la iglesia, aunque con el cambio de hora, se ha podido apreciar con grandeza este único momento en el que el Señor Atado a la Columna sale desde la iglesia parroquial. Con puntualidad, la devota imagen, obra del escultor almuñequero Benito Barbero, cruzaba el dintel de la puerta lateral del templo casi arrastrando y sin las tradicionales potencias para obviar cualquier deterioro a su titular. Siguiendo la tradición, el Santísimo Cristo de la Humildad ha aflorado a la calle a los sones de la “Marcha Real” que ha interpretado la Banda de Cornetas y Tambores «Nuestro Padre Jesús Nazareno» de Huelma (Jaén) que hoy le acompaña. Y ha sido aquí, donde le han sido impuestas, de nuevo, las potencias, atributo que viene a significar la plenitud de la gracia y la omnipotencia y la omnisciencia del Hijo de Dios

Con la expectación propia del momento, se ha puesto en marcha el cortejo sacro abriendo su cabeza la cruz guía, seguida de hermanos de luz ataviados con los colores propios de la corporación, hábito blanco y capa y capillo de color amarillo. Le sigue el estandarte corporativo, confeccionado en terciopelo de color negro y apliques dorados, figurando en su centro la imagen titular pintada. Se ha dispuesto, a continuación, el cuerpo de mantillas portando velas en sus manos y las distintas representaciones de las cofradías establecidas en la villa. A continuación, el cuerpo de acólitos que ha sido cedido para la ocasión por la cofradía de María Santísima de las Penas y San Juan Evangelista, figurando el estreno de un incensario que ha sido donado a la cofradía por el hermano Basilio Campoy Martín. Tras los acólitos se ha dispuesto el paso de Cristo Atado a la Columna. Marcha éste espléndidamente exornado sobre un friso de “statice” morado, figurando en sus esquinas llamativos lirios y cuatro jarrones colmados de claveles rojos, así como el mencionado “estatice morado”. Además, en sus esquinas, cuatro hachones de cera igualmente roja iluminan tenuemente la imagen titular. Este año, como estreno indicativo, merece la pena destacar el bordado de los faldones laterales, que han sido donados por dos hermanos y confeccionados por hermanas de la cofradía.

Marcha el paso a las órdenes de su tradicional capataz, Samuel Puertas, asistido en labores de contraguía por Francisco Aguilar. Finalmente, cierra el cortejo la mencionada Banda de Cornetas y Tambores «Nuestro Padre Jesús Nazareno» de Huelma, que este año interviene por primera vez.

El itinerario dispuesto por la junta de gobierno de la cofradía ha partido desde la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, para continuar por calle Torre, Gloria, Agrela, Antequera, Carmen, Cochera, Puerta de la Villa, Muralla, Perejil, Plaza del Museo, Bóveda, Martín Recuerda, Estación, Plaza de la Iglesia y, desde aquí, proceder a su clausura en el templo. Fiel a su estilo, la cofradía solicitaba la venia en la calle Torre, justo a la espalda de la iglesia, verificándose el paso por tribuna a las 9:15 hrs, momento en el que el hermano mayor, provisto de su libro de reglas, ha solicitado la firma y permiso del presidente de la Agrupación y del resto de autoridades. Momentos de gran espectacularidad han sido, sin duda, ese paso por la tribuna, el transito del cortejo a la salida de la calle Carmen y, sobretodo, el paso por la calle Perejil, donde los hachones del trono de Cristo casi rozan los balcones de las casas. Igualmente, las “petalas” acaecidas en la mencionada calle Carmen y en la Bóveda, tanto a la entrada como a su salida, quedando en todo momento el paso de Cristo muy arropado por los vecinos de la villa.

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Clausurada la procesión, el hermano mayor, Nestor Donaire Pedrosa, dedicaba unos minutos a EL FARO, para mostrar su satisfacción personal por el transcurrir del paso y agradecer la atención dispensada por el periódico digital en estos momentos. Aprovechando la oportunidad, agradecía a todos los “hermanos cofrades el acompañamiento del cortejo, a la cuadrilla de costaleros que gracias a su esfuerzo y categoría sacan cada año al Cristo de la mejor manera que saben y “rezando con los pies”, a la Banda de Cornetas y Tambores  del Nazareno de Huelma por poner sus sones a nuestro martes santo, así como a Samuel y Fran por dirigir y guiar el paso por las estrecha calles del casco antiguo. Y, en general, a todos esos hermanos cofrades que trabajan todo el año para que esto sea posible, junto a las cofradías de Salobreña por su apoyo y ayuda, y a todos los fieles  que nos arropan cada martes santo cuando nuestro Señor de la Humildad está en la calle”.

Buen debut, pues de la primera cofradía penitencial en la villa, que el miércoles santo verá como otras dos corporaciones salen a la calle para gratificar la devoción de los salobreñeros, la del Santísimo Cristo de la Humillación y la de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Esperanza.

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