Domingo A. López Fernández
Fotos: EL FARO
El nuevo paso de misterio emociona con las imágenes de los Apóstoles durmientes
Lunes santo, segundo día oficial de la semana santa motrileña. La conmemoración de la pasión y muerte de Cristo continúa con la expectación propia que le confieren las hermandades, círculos cofrades y el pueblo en general, así como los primeros visitantes que se dejan ver ya en la ciudad para disfrutar de unas cortas vacaciones. Este día es conocido en Motril con el nombre de “El Huerto”, pues renombra la que es salida penitencial de la cofradía La Oración de Nuestro Señor de la Humildad en el Huerto de los Olivos y María Santísima de la Victoria. Se ve, desde luego, gran animación en las calles y una sosegada espera en los hermanos del Señor de la Humildad, que en la mañana visitan y dan los últimos toques a los pasos ya preparados bajo la carpa erigida en el interior del patio del Colegio de San Agustín. Este año tiene como novedad la vuelta a sus orígenes, la vuelta a la salida penitencial por la puerta que da acceso al colegio desde la calle Muralla, pues tras inaugurar su partida el año pasado desde el pórtico de la iglesia, la junta de gobierno ha tenido a bien trasladarla ahora al que fue su primitivo emplazamiento. La modificación ha caído bastante bien en los círculos cofrades de la ciudad, pues según comentan, permite la organización del cortejo con comodidad en su interior, además de conferirle la seguridad plena en su caminar. Por lo demás, ambiente festivo y radiante, con temperatura más que agradable, más de 20º en la mañana, sin nubes en el horizonte y con total ausencia de viento, lo que augura una gran presencia de público en el desfile del día y, lo que es más, la permisibilidad de que el paso mariano va a poder lucir con total expectación su candelería sin temor al posible apagado de sus velas, como así ha sido.
La Cofradía de “El Huerto” efectuaba con puntualidad su salida penitencial, que estaba prevista para las 19:00 hrs de la tarde. En ese momento, Antonio Ruiz Blanco, prioste de la corporación, permanecía acompañado de D. Jesús Ángel Sainz Verano, su anterior consiliario, a la espera de hacer cumplir el horario establecido. Con puntualidad, el padre agustino recoleto, golpeaba con sus tres consabidos toques el portón del Colegio de San Agustín, enseñoreado para la ocasión con un cortinaje de color granate en toda su extensión y estando presente el escudo de la cofradía que distingue al lunes santo motrileño. Impresionante ha sido la acogida del público apostado en las aceras para ver salir esta estación de penitencia que recobra sus orígenes y en la que ha sido prácticamente imposible transitar a lo largo de la calle Muralla.
Al momento, el portón del patio agustino ha quedado abierto, momento en el que ha salido a la calle la cruz guía flanqueada por dos hermanos de la corporación portando los faroles de escolta y tocados con hábito penitencial con los colores propios de la sección cristífera, túnica de color blanco y capillo de color rojo. Inmediatamente le han seguido las dos filas de nazarenos portando cirios, quedando en su primer tramo la sección del grupo joven revestidos de hábito blanco y capelina de color granate, portando en sus manos pequeñas cruces de madera y la peculiar seña de identidad de la corporación, la rama de olivo. La segunda sección del tramo viene encabezada por el estandarte de la cofradía confeccionado en terciopelo granate que muestra en su ovalo central el rostro de la primitiva imagen cristífera pintada por su autor, D. Manuel González Ligero. Tras él, el estandarte representativo de la asociación “María de los Sagrarios” que con una gran historia tras de sí fue fundada por la orden agustina en la iglesia de la Victoria. A continuación, el libro de reglas flanqueado por dos varas, a los que sigue la representación del Cuerpo de Bomberos de la ciudad, en su calidad de hermanos honorarios, y que ostenta el jefe del parque, D. Jesús Gabriel Rodríguez Martín en traje de gala. Asimismo, la representación oficial de la cofradía que compone el hermano mayor, David Merino Padial, junto al hermano cofrade Luis Villar, ambos en traje penitencial, y el Padre Agustino Jesús Ángel Sainz Verano con hábito de la orden agustina.
Siguiendo el orden del cortejo, se dispone a continuación el cuerpo de acólitos que portan el juego de cuatro ciriales que se estrenan en este año, que son donación de hermanos y que han sido realizados en el taller de orfebrería “Aragón y Pineda”. Preceden éstos al hoy impresionante paso de misterio en el que figura la escena en la que el Ángel Egudiel le ofrece al Señor de la Humildad el cáliz reconfortador en el pasaje del Huerto de los Olivos. Ambos titulares aparecen rodeados de las imágenes de los tres Apóstoles durmientes, San Pedro, San Juan y Santiago, que han sido realizadas por el escultor pontanés Jesús Gálvez Palos y que constituyen el auténtico estreno de este año. Viste el titular la llamativa túnica de color azul que fue bordada en oro por el bordador malagueño Samuel Cervantes Cordero, figurando los Ángeles Durmientes con los ropajes que ha realizado la hermana de hermandad María José Blanco López.
El paso va comandado en su labor de capataz por José Javier Carrasco Castilla y José Peña Lozano, asistidos como contraguías por Ignacio Fernández Jódar, Alejandro Rodríguez y David Molina Hodar. Cierra finalmente la sección cristífera la Asociación Musical Arroquia Martínez, de Jódar (Jaén), que por quinto año consecutivo acompaña al paso de misterio. Se trata de una banda que dirige el maestro Alberto Justicia Soriano que ha desplazado para la ocasión a casi un centenar de componentes y que ha brillado con luz propia con los sonidos de sus composiciones. Su música se caracteriza por un corte clásico, muy parecido al de la Agrupación Musical Virgen de los Reyes y que se ha dejado sentir con fuerza en marchas como “Sagradas Escrituras”, o “Consuelo gitano”, original del compositor Antonio Velasco Rodríguez. Ya de corte propio han sonado igualmente “El Legado”, de Manuel Alejandro González Cruz, “Por Amor condenado”, de Manuel Jesús Guerrero Marín, “Amor en Santa María la Blanca” o “Alma Mater”, música en general que viene a definir la calidad de sus actuaciones.
La sección mariana de María Santísima de la Victoria aparece abierta por la cruz parroquial y ciriales, seguida de numerosos niños del Grupo Joven tocados con hábito penitencial de color blanco y capelina en terciopelo de color azul, portando pequeñas cruces de madera en sus manos. El tramo penitencial viene representado por los hermanos de luz, ataviados con el hábito propio y capillo de color azul. En su centro, el estandarte mariano, bordado en oro, con óvalo central que representa a la titular mariana. Seguidamente, el cuerpo de camareras de la Virgen que da paso al guion corporativo, Junto a él, la representación oficial de la cofradía, que ostenta la camarera mayor, María José Blanco López, junto a Rosario Maldonado Sánchez, también camarera y Encarnación Merlo, ésta última invitada por turno. Igualmente, el consiliario de la cofradía, Padre Antonio Manuel Martín Blanco, que ya precede al cuerpo de ciriales, y que al igual que en el paso de misterio, son en su conjunto un estreno de este año. Inmediatamente detrás, el paso de María Santísima de la Victoria, espléndidamente ataviada por su vestidor, Antonio Ruiz Blanco, y que luce para la ocasión la saya de color rojo que fue bordada por el granadino Francisco Estarli en el año 2003. Como nota curiosa fue ésta con la que procesionó en la última salida penitencial desde el patio del colegio de San Agustín.
El paso de palio va comandado en labores de capataz por Francisco Pérez Lozano, asistido en las labores de contraguía por Víctor Manuel Sánchez Gutiérrez y Ricardo Martín Rodríguez. Cierra la procesión la Banda de Música “Las Golondrinas” de Vélez Málaga, que lo hace por cuarto año consecutivo. Buena actuación la de esta agrupación que dirige el maestro Aitor Travé Capilla, que ha contado para la ocasión con sesenta componentes que han hecho vibrar su música con marcha de corte mariano muy alegre, a las que se han sumado igualmente otras más fúnebres y solemnes. Destacan en ello composiciones muy familiares tales como “Amargura”, “Siempre la Esperanza”, o “Estrella de mi fe”. En total, un completo repertorio de treinta y ocho marchas que han sido muy bien acogidas por el público presente. Particular mención merece el paso mariano en su entrada a carrera oficial, que lo ha hecho a los sones de “Señor de San Román”, de Emilio Muñoz Serna, para seguir con “Venga de frente”, original del compositor Francisco José Carrasco Benítez y, ya en tribuna, “La Esperanza de María”, e “Hija de Dios” que por sus sones y ritmos han marcado el lucimiento de la cuadrilla de costaleros.
El itinerario dispuesto por la junta de gobierno de la cofradía para este año ha sido totalmente novedoso con respecto a anteriores ediciones, de forma que partiendo desde el patio del colegio de San Agustín ha seguido por calle Muralla, Jardinillos, Carrera, Tecla, Cruz Verde, Gaspar Esteva, Emilio More, Díaz Moreu, Romero Civantos, Plaza de España, Trinidad, San Rafael, Catalanes, Canalejas, Cardenal Belluga, Plaza de la Libertad, Jazmín, Cañas, Rambla del Manjón, Señor de Junes, Ruiz, Avda. San Agustín, Zapateros, Muralla y desde aquí proceder al encierro. Impresionante ha sido, desde luego, la salida de la cofradía a la calle, pero, igualmente, el regreso, con una calle Muralla atestada de gente que ha asistido a la entrada del paso de misterio cuando las manecillas del reloj daban las 0:20 hrs de la madrugada. Ese mismo público devoto ha admirado igualmente la entrada del paso mariano soberbiamente movido por su cuadrilla de costaleros a remanso de la música que ha hecho sonar con fuerza la Banda de Música Las Golondrinas cuando eran las 1:10 hrs de la madrugada, aderezada, además, con el rasgado sonido de una saeta dedicada a la titular mariana del lunes santo motrileño.