Domingo A. López Fernández
CUARESMA 2023: SALOBREÑA PREGONA LAS EXCELENCIAS DE SU SEMANA SANTA
Fiel a su cita anual, el pasado sábado, 11 de marzo, el auditorio “Villa de Salobreña” se convertía en el escenario ideal para pregonar las excelencias de la Semana Santa de la villa salobreñera. Es éste un acto que todos los años convoca de forma oficial la Agrupación de Cofradías de Semana Santa y al que asisten la totalidad de las juntas de gobierno de las corporaciones establecidas en la localidad, feligreses de la parroquia, vecinos y visitantes, con el fin de adentrarse espiritualmente en el tiempo cuaresmal que vivimos en estos días y preparar sus almas para las fechas de conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Contrariamente a lo verificado en ediciones anteriores, este año no ha intervenido la Banda de Música Municipal con su tradicional repertorio de marchas procesionales, bellos y armoniosos sones que anticipan los buenos momentos que se han de vivir en las calles viendo desfilar las imágenes que reciben culto en sus respectivas iglesias. Como novedad, este año, el preámbulo del pregón ha estado protagonizado por la “Coral Villa de Salobreña”, conjunto músico-vocal fundado en el año de 1992 que cuenta ya con una muy buena fama ganada con el día a día de sus intervenciones en la comarca de la costa, así como en varias provincias andaluzas y encuentros corales como los realizados en Los Realejos (Tenerife), Aranda de Duero (Burgos), Vitoria (Álava) e, incluso, fuera de nuestras fronteras como puede ser Péronne (Francia) o Alhucemas (Marruecos).
El inicio del pregón tenía fijada su hora de comienzo para las 20:00 hrs de la tarde y, con puntualidad, se verificaba éste accediendo al escenario quien fuera presidente de la Agrupación de Cofradías, Francisco Blanco Ruiz, para dar los saludos de rigor a la alcaldesa de la ciudad, María Eugenia Rufino, la concejala de economía Belén Aparicio, hermanos mayores, cofrades y vecinos allí congregados. Excusaba, igualmente, la presencia de la Banda de Música Municipal por el hecho de andar organizando el primer certamen de bandas que tendrá lugar en la villa el día 25 de marzo y en el que van a participar la propia de Salobreña, la de Nª Sª del Carmen de Calahonda y la de la villa de Alfacar. De seguida, daba paso a la actuación de la Coral que dirige Eusebio Pita, y que con sus magistrales voces han interpretado los cánticos de “Jesu Rex Admirabilis” original de Giovanni Pierluigi da Palestrina, “Kyrie” y “Osacrum Convivium”, de Tomás Luis de Vitoria. Finalizada su intervención, su presidente, Pedro de la O Vilchez, recibía de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa una placa de reconocimiento por su actuación.
Con el acostumbrado receso de rigor, accedía hasta el escenario el presentador del pregonero, Victoriano J. Pérez Mancilla, salobreñero de pro y profesor de universidad adscrito al departamento de Historia y Ciencias de la Música, quien además ha sido pregonero de la Semana Santa de Salobreña en el año 2010. El presentador, en sus primeras palabras, ya dejaba inmerso en el auditorio la gran amistad que le une al pregonero, amigo de la infancia, del que quiso destacar “la bondad y el espíritu de entrega que tiene” en su labor sacerdotal. Entrando de lleno en sus apuntes biográficos destacó que de niño vivió en la calle Faldas del Castillo, muy cerca de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que en palabras del presentador “no fue simple casualidad, sino la muestra del sendero que, con los años” habrá de completar el pregonero como ministro de Dios.
Pasó el presentador a recordar la relación de ambos con la iglesia, en la que desempeñaron las tareas de monaguillos con el querido y añorado párroco D. Francisco Lombardo y su participación en las procesiones que solían encabezar con la cruz parroquial y los ciriales.
De Francisco José Mingorance, dijo que ha cursado la diplomatura de Graduado Social en Granada, que consigue terminar en el año de 1994, el mismo en el que decide entrar en el Seminario de Mayor de San Cecilio de Granada, completando los estudios de Teología en el año 1999. El hoy pregonero será ordenado presbítero por el Ilmo. Sr. D. Antonio Cañizares, arzobispo de Granada, el día 12 de diciembre del mencionado año. Pocos días después será ordenado párroco de Gualchos, Lújar y Rubite. De aquí, en el año de 2004, es trasladado a las parroquias de Puerto Lope, Moclín y Tózar y, en 2009, pasará a ser coadjutor de la parroquia de San Juan de Ávila de Granada. En 2018 será nombrado Delegado de Pastoral de Juventud y miembro de la Comisión de Liturgia del Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal, entre otros diversos cargos. Hoy en día desempeña su labor pastoral en la parroquia de San Francisco de Sales de Granada, además de ser profesor y capellán de diversos colegios granadinos y conventos.
Victoriano Pérez Mancilla ponía fin a la semblanza biográfica del pregonero con tiernas palabras, esas mismas que brotan espontáneamente del corazón para agradecerle su amistad y brindar a los cuatro vientos que Francisco José Mingorance es “un ejemplo vivo de bondad, compromiso y entrega al prójimo y, por eso, los que hoy te acompañamos estamos felices…, por habernos puesto en nuestras vidas”.
Presentador y pregonero se fundían al momento en un fuerte abrazo para, a continuación, dar principio a su discurso. Y lo hizo en su preámbulo con un versículo del evangelio de San Juan, cuyo texto refiere que “tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna” (Jn 3, 16), que es bastante edificador de los momentos que estamos viviendo como preparación a la semana santa. Como sacerdote, puso igualmente una duda existencial que se puede hacer todo mortal, ¿dónde está Dios? ante la serie de catástrofes que actualmente se dan el mundo? Pues bien, afirmó que el mundo en que vivimos nos lo ha regalado Dios para vivir en paz y armonía, con felicidad, y lo hemos convertido en lugar de sufrimiento. Con un ruego a Dios para que ponga fin a la maldad, daba una salutación a la que es su Virgen y Patrona, Nuestra Señora del Rosario.
Ya de lleno en el pregón Francisco José Mingorance procedía a los saludos de rigor. Concretamente, al presidente de la Agrupación por designarle para este cargo, “pues soy salobreñero por los cuatro costados, orgulloso de la tierra que me vio nacer, crecer y en la que disfruto cada vez que vengo especialmente en la época estival. Salobreña es ese paraíso terrenal que uno lleva en el corazón y que proclamo con entusiasmo allí por dónde voy”. También al párroco de Salobreña, D. Jorge Nieto, por la favorable acogida de su designación, al presentador y amigo de la infancia, a D. Francisco Lombardo, modelo de entrega sacerdotal al pueblo y su mentor en los tiempos jóvenes y, como no, a la coral por poner la nota musical al pregón.
La primera parte de su discurso va dedicada a su infancia en los días previos a la semana Santa, en la que colaboraba en la preparación de las andas en el salón parroquial, siempre emocionado y con prisas para no perderse ningún detalle. Y en ello tuvo un momento de recuerdo a salobreñeros que han hecho mucho por su semana santa: Gabriel Márquez y José Olivares, ya fallecidos, Paco Sánchez, Julio Espín, Emilia, Mari Charo y Mercedes Armada, ambas fallecidas, pues según afirmó, la Semana Santa es lo que es gracias a aquellos que vivieron su fe de forma sencilla y honda y de los que han sabido coger el relevo a lo largo de los años “para mantenerla viva”. Siguió hablando a los presentes de forma dogmática y echando mano a profetas y citas bíblicas que redundan en el significado de las fechas que vivimos, pues como bien reconoció “cada uno de los rostros, posturas y escenas que vemos en nuestras calles durante estos días santos son ni más ni menos que el Evangelio visualizado. Imágenes que han ayudado a los sencillos a profundizar en su fe”.
Con intención y fuerza espiritual, se adentraba en el recorrido espiritual de la Semana Santa Salobreñera principiando con el viernes de Dolores, inicio de la fiesta mayor en Salobreña. Con ella recordaba como de niño se quedaba en la iglesia para querer ver vestir a la Virgen y como las mujeres que lo hacían no lo permitían. Hoy entiendo su postura, dijo, una imagen “una imagen no es un maniquí de escaparate de una tienda de ropa. Representa a una mujer que se deja desnudar no sólo físicamente sino también en su dolor”. Y por ello al contemplar a la Virgen recordaba las palabras del libro de las Lamentaciones: “Vosotros, los que pasáis por el camino, mirad y ved si hay dolor semejante a mi dolor”.
Las procesiones de Semana Santa están ya aquí con el Señor de la Humildad, que efectúa su salida el martes santo. Una imagen, dijo, que impone verla en la noche en la que Cristo nos convoca a vivir nuestra vida de cristianos con la humildad. Para el pregonero, Nuestro Señor de la Humildad nos muestra cómo el ser humano es tan soberbio que sienta en el banquillo de los acusados a todo un Dios, que lo creó y le dio la vida, y lo juzga según sus criterios egoístas, interesados y carentes de objetividad. Y Dios se deja atar, escupir, golpear por aquellos a los que él ama sin que de sus labios salga una palabra de reproche. La historia refiere que la imagen fue donada a la parroquia por la muerte de un joven salobreñero en la guerra civil, gesto que muestra una perdida humana, pero no una pérdida de fe.
El miércoles santo en Salobreña muestra al Nazareno y la Virgen de la Esperanza, verdadero rostro de la humanidad. De pequeño recordaba el pregonero que era cuando comenzaban los desfiles procesionales con el Señor de la Humildad, o Señor atado a la columna, Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, imágenes que envolvían a los salobreñeros en la atmósfera de la pasión y el amor a Dios. Y con nostalgia trajo a la mente de todos a la figura de Loli Palomino, encargada de vestir la imagen. Afirmó con intención que las calles cambiaban en aquel entonces su fisonomía al paso de las tres imágenes, días en los que llegaban los primeros turistas y se notaba en el ambiente el olor a clavel e incienso. La procesión, dijo, es una “catequesis visual y plástica que hace que te traslades a las tierras de Israel donde ocurrieron los acontecimientos”.
Y recordó, asimismo, como al principio todo era muy sencillo y como se fue enriqueciendo con los desfiles de penitentes, mujeres de mantilla y todo el ajuar que acompaña un desfile penitencial.
Siguiendo con el recorrido procesional de la Semana Santa de Salobreña le toca ahora el turno al Santísimo Cristo de la Humillación “Ecce Homo”. Afirmó que es una imagen de reciente incorporación, razón por la que no se encuentra en su recuerdo, pero aun así reconocía que “impone verla”. Ese paso majestuoso permite ver la imagen por la parte baja del pueblo con grandiosidad y elegancia gracias a los hombros de sus portadores. Y por eso el pregonero confiere ahora a todos ellos un homenaje por dejarse literalmente la piel portando a Cristo y a su Santísima Madre cada Semana Santa. Por eso, no puede menos que destacar el tesón, la ilusión, ganas y, sobretodo, fe de todos los que aúnan esfuerzos para que nuestras tradiciones y vivencias cristianas sigan adelante.
Llegando al Jueves Santo, afirmó que comienzan las celebraciones del Triduo Pascual y con ello la procesión del Cristo del Perdón. Una imagen que es impresionante y con una carga simbólica inconmensurable. Según cuentan los mayores, el impresionante crucificado se salvó de la destrucción en la guerra civil, aunque le amputaron los brazos, que fueron escondidos para que la imagen se pudiese conservar. Y así ha llegado hasta nosotros y que fue procesionada hasta la plaza del antiguo ayuntamiento en acto de desagravio para exhortar al pueblo el perdónde todo lo que había acontecido en la guerra civil. Desde entonces, dijo, lleva el nombre del Cristo del Perdón. Tuvo, asimismo, un recuerdo al Padre Lorenzo Palomino, sacerdote mártir caído en la villa por su fe, y según afirmó, ninguna muerte queda en vano, y en este caso “la sangre de los mártires es semilla de cristianos”.
En el mismo día del Cristo del Perdón tiene lugar la procesión de San Juan Evangelista y María Santísima de las Penas. Recordó el pregonero que en su memoria de niño no aparecía ninguna imagen de la Virgen en este día, por lo que es de agradecer que el Jueves Santo tenga una talla de la Madre de Cristo. María Santísima de las Penas, dijo, nos recuerda el dolor de una madre por el hijo de sus entrañas. La tristeza de ver cómo el amor que él siempre demostró a todos no es correspondido de la misma manera. “Tengo sed”, le dijo Jesús a la Samaritana. Sed de tu amor de nuestro amor y por ello afirmó que en María descubrimos a aquella que amó a Dios con una vida entregada a Él
El viernes santo es el día del Santo Sepulcro, jornada en la que la plaza de la iglesia se convierte en un hervidero de gentes. En ella es difícil compaginar el silencio dentro del templo donde se encuentra el Santísimo, con el ir y venir de los hermanos del Santo Sepulcro. En su mente quedan aquellos años en los que personas como Concha Corral, Pepa Venegas y su hermana Encarna, Antoñita, Gertrudis, Encarnación y todas las demás
que perseveraban por mantener el orden y el silencio en el templo. Eran como aquellas mujeres que seguían al Señor y que hasta el final le estuvieron preparando con aromas para su sepultura. Recordó, igualmente, que muchas de estas mujeres han expresado su sentir a través del canto de la saeta para acompañar a Cristo y su Madre por las calles. Como no recordar a su tía Adela y a Eliseo Alabarce, ejemplos vivos de los muchos que han cantado al “Amor más grande” por las calles del pueblo. También quiso trasladar a los presentes que el perteneció a esta cofradía hace ya muchos años y siente su alegría de ver que este año ha sido elegido como cartel de la Semana Santa de 2023, pues la imagen nos ayuda a descubrir que Cristo murió por nosotros.
Y cerca del Santo Sepulcro le sigue, a pocos metros, la imagen de San Juan Evangelista, efigie tallada por el imaginero Domingo Sánchez Mesa que recuerda al pequeño grupo de los Apóstoles y al más querido por el Maestro, tal es así que la tradición lo llama “el discípulo amado”. Significativamente, Juan es el testigo privilegiado de numerosos momentos en la vida de Cristo. Es el discípulo más joven y el más unido a María, por ello afirmó que no es de extrañar que Jesús se la encomendase como Madre al pie de la cruz.
El pregonero culmina este recorrido procesional por la villa de Salobreña con la estación de fe de Nuestra Señora de la Soledad, que pone el punto y final a la Semana Mayor de forma sobria y serena. Tras el bullicio de la procesión oficial, pasadas las doce de la noche, las calles se oscurecen y se silencian. A María, dijo, “se la despoja de todo porque ya ha sido despojada de lo más importante: su Hijo. Y se la acompaña en su dolor, un dolor que expresa bellamente el himno de vísperas que rezamos en la liturgia de las horas el quince de septiembre”. Es un paso único, dijo, que protagonizan las mujeres del pueblo. Mujeres que han sido las que verdaderamente han impulsado el anuncio del evangelio allí donde han estado, pues no se puede olvidar que el acontecimiento más importante de la fe, la Resurrección de Cristo, se le confió precisamente a una mujer, María Magdalena, el “Apóstol de los Apóstoles”, que es quien anunciará la vida nueva del Resucitado.
El pregonero concluye ya su discurso invitando a vivir la Semana Santa admirando el amor de Cristo que dio su vida por la humanidad, pues como bien dice el evangelio de San Juan, “nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”.
Finalizada su palabra, los aplausos inundan todos los rincones del auditorio, para dar lugar a la entrega de una placa de reconocimiento al pregonero del año de 2023. Tras ello, el pueblo presente no tiene arrojo en bajar hasta el escenario para felicitar a este hijo del pueblo que les ha encandilado con sus palabras, con su discurso teológico y con sus vivencias en el que es su lugar de cuna. Innumerables, pues la felicitaciones que no cesaron de prodigarse durante largo tiempo. Tras ello, minutos más tarde, tenía lugar una cena de confraternidad en la que el presentador del pregonero recibió, igualmente, una placa de reconocimiento. Fue éste, un momento distendido en el que el pregonero, hermanos de las hermandades y todo aquel que quiso sumarse al acto pudieron departir con sencillez y emoción momentos de afecto y cercanía con un hombre del pueblo que sigue la palabra de Cristo y que hace grande el nombre de Salobreña allá por donde va.