Voluntarios rescatan una red fantasma en el P.N. de Cabo de Gata

EL FARO

Se denomina redes fantasmas a todos aquellos aparejos de pesca, anzuelos, hilos de pescar, nasas o redes, entre otros, que, por accidente o intencionadamente, quedan abandonados en el mar, provocando la muerte, mutilación o atrapamiento, de muchas especies

Voluntarios rescatan una red fantasma en el P.N. de Cabo de Gata (EL FARO)

El pasado 29 de enero, para conmemorar el Día Mundial de la Educación Ambiental, una veintena de comprometidos ciudadanos, de 9 colectivos ambientales de la provincia de Almería y dos empresas, participaron en una actividad de voluntariado para retirar una red fantasma que llevaba unos 20 años enterrada en la arena de la playa del Parque Natural de Cabo de Gata Nijar, junto a la Rambla del Pocico.

Se denomina redes fantasmas a todos aquellos aparejos de pesca, anzuelos, hilos de pescar, nasas o redes, entre otros, que, por accidente o intencionadamente, quedan abandonados en el mar, provocando la muerte, mutilación o atrapamiento, de muchas especies durante cientos de años, ya que los materiales con los que están elaborados son resistentes y duraderos.

Según un informe de Greenpeace, el 10 % de las basuras marinas, unas 640.000 toneladas, corresponden a las redes pérdidas o desechadas, provocando la muerte de unos 136.000 mamíferos marinos, tortugas, focas y aves. Datos orientativos, ya que aunque los pescadores tienen la obligación de informar de las coordenadas donde han perdido la red, de muchas de ellas, al ser ilegales, no se tienen noticias. Como tampoco se puede saber el número exacto de animales que mueren por su causa.

En este caso, la red de deriva desenterrada, y retirada recientemente por los operarios de limpieza del Ayuntamiento de Almería, medía, aproximadamente, por el número de boyas y flotadores, unos 4 km de longitud y en ella encontraron los huesos de al menos un calderón común y un pequeño delfín, que bien podría ser listado o común. Los restos de estos cetáceos se llevaron a la Universidad de Almería, donde se están analizando para saber cuántos ejemplares había realmente y sus especies.  

Este tipo de redes, también llamadas cortinas de la muerte, fueron prohibidas por la Unión Europea en 2002, pero su desaparición definitiva se prolongó por una moratoria hasta 2013. Sin embargo, países como Marruecos, Francia e Italia la siguen utilizando, ya que tienen una gran eficacia en la captura, son fáciles de manejar, pero no son nada selectivas y muchas especies caen accidentalmente.

Estas redes son grandes muros que pueden alcanzar 35 metros de altura, y 20 km de profundidad, con una luz de malla de entre 18 y 24 cm, por lo que los grandes mamíferos no pueden escapar una vez que se encuentran con ellas, enredando la red en su afán de escaparse e inutilizándola, por lo que los pescadores ilegales prefieren abandonarlas a la deriva.

🎥Vídeo resumen de la actividad desarrollada

Historia de la red

Los grupos conservacionistas encontraron esta red hace tres años, en una de las numerosas limpiezas que organizan por las playas de Almería durante el año. Unos flotadores sobresalían en la arena y sin saber a lo que se enfrentaban, decidieron quitar la red. Iniciativa que fue imposible llevar a cabo porque carecían de las herramientas necesarias.

No obstante, al encontrar restos de cetáceos, avisaron a las autoridades que se comprometieron a retirarla, pero no cumplieron con su compromiso y los temporales volvieron a enterrarla. Por eso, en esta ocasión, una vez pasada la pandemia y pudieron organizar el operativo, volvieron con palas, más voluntarios y vehículos cuatro por cuatro, para desenterrarla del todo, una acción que llevó unas cinco horas de trabajo coordinado.

Pescadores artesanales del P.N. de Cabo de Gata Níjar, colaboraron en las tareas de rescate y contaron que esta red llegó a la playa 20 años atrás, en vísperas de la celebración de la Romería en Honor de la Virgen del Mar, que se realiza en la Ermita de la playa de Torregarcía. Para no desmerecer la festividad,  las autoridades la enterraron en la playa, con boyas, flotadores y batería, para iluminar su posición, incluida, y vertieron sacos de cal, que no se preocuparon de abrir, para evitar los malos olores.

Con esta acción, los grupos conservacionistas han querido poner de manifiesto el peligro para la biodiversidad que acarrean estas redes y aparejos fantasmas, y sobre todo, la importancia de la colaboración y participación ciudadana y de las administraciones para solucionar este tipo de delitos ambientales. Juntos somos más fuertes.

Las asociaciones y empresas organizadoras de esta acción son: Ocean Clean Project, Ecologistas en Acción, El árbol de las piruletas, Grupo Ecologista Mediterráneo, PROMAR, Movimiento Trinchera, Greenpeace, Pescartes, Recuperemos la Playa de La Cañada, Salud más natural y Sama 2005.

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