José Manuel González/EL FARO
Los efectos de estas bajas temperaturas se pueden notar en los cultivos del aguacate, chirimoya, en cosecha, y también para la níspola que está en fase de engorde del fruto
La nieve ha vuelto a caer en la zona alta de Almuñécar. En la finca municipal de Peña Escrita ha amanecido el manto blanco, aunque en esta ocasión la cota fue inferior.
Desde la entrada al complejo, a unos 800 metros, ya se apreciaba esta mañana el citando manto blanco y a medida que ascendía, hasta los 1.000 metros en el vial interior se constataba aún más cantidad.
Y es que ayer martes, se llegó a medir en la Vega de Almuñécar la temperatura más baja en este invierno cuando la media rondó los 7 grados, con una máxima de 13,9 grados que alcanzamos al mediodía pero durante la madrugada el termómetro bajó hasta casi los cero grados, algo no visto desde hacía muchos años.
Efecto en los subtropicales
Este frío ha puesto en alerta a los agricultores de subtropicales, tanto para la chirimoya como para el aguacate, que están en cosecha.
El presidente del Consejo Regulador de la Chirimoya, Antonio Rodríguez, ha manifestado que “estas temperaturas pueden tener un efecto en el chirimoyo porque, por un lado, se está en la poda, y por otro, aún nos queda la segunda flor para la primavera y ahí si será posible que afecte. No obstante, hasta dentro de unos días aún no se podrá evaluar. No hay que olvidar que el cultivo de la chirimoya es muy sensible tanto al exceso del frío como del calor”, dijo.
Antonio Rodríguez también se mostraba solidario con los agricultores de la níspola en Lentegí donde ayer sorprendió con una fuerte granizada cuando el fruto está en pleno engorde “y ahí se si notará”, aseveró.