Domingo, 8 de enero de 2023
Antonio Gómez Romera
EN EL 37 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA ACADEMIA DE LAS ARTES Y LAS CIENCIAS CINEMATOGRÁFICAS DE ESPAÑA (AACCE)
Tal día como hoy, hace 37 años (miércoles, 1.986), se crea la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España (AACCE), al amparo de la Ley de Asociaciones, hecho que acontece en la reunión que se celebra en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, que se encuentra enclavado en la calle del Marqués de Casa Riera, nº 4. La Academia es una institución de derecho privado con personalidad jurídica propia, constituida con carácter indefinido con la intención de impulsar la promoción del cine español, defender a sus profesionales y analizar la situación de la industria y del propio cine español. Según sus estatutos, se trata de una asociación de carácter no lucrativo y declarada de utilidad pública en la que se integran profesionales dedicados a las distintas especialidades de la creación cinematográfica, y regida por los principios de democracia, pluralismo, integración, transparencia y participación.
La Academia Española se crea 59 años después de la Norteamericana (“Academy of Motion Picture Arts and Sciences”, 1.927), 40 años después de la Mexicana (“Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas”, 1.946), 39 después de la Británica (“British Academy of Film and Television Arts”, 1.947), 23 años después de la Italiana (“Accademia del Cinema Italiano”, 1.963), 11 años después de la Francesa (“La Académie des Arts et Techniques du Cinéma”, 1.975), 17 años antes de la Alemana (“Deutsche Filmakademie”, 2.003) y 25 años antes de la Portuguesa (“Academia Portuguesa de Cinema”, 2.011).
Prólogo
En unos momentos inciertos para el futuro del cine español, el productor Alfredo Matas Salinas (Barcelona, 1.920 – 1.996) convoca el martes, 12 de noviembre de 1.985, en el madrileño Restaurante “O’Pazo” (Calle de la Reina Mercedes, 20 – Chamartín) a un grupo de conocidas personalidades de la cinematografía para debatir los temas que les preocupan y buscar soluciones. Participaron los directores Luis García Berlanga (Valencia, 1.921 – Pozuelo de Alarcón, Madrid, 2.010) y Carlos Saura Atarés (Huesca, 1.932); los directores de producción Marisol Carnicero Bartolomé (Berlangas de Roa, Burgos, 1.950) y Tedy Villalba Rodríguez (Madrid, 1.935 – 2.009); los actores José Sacristán Turiégano (Chinchón, Madrid, 1.937) y Charo López Piñuelas (Salamanca, 1.943); los montadores Pablo González del Amo (Madrid, 1.927 – 2.004) y José Luis Matesanz (Madrid, 1.930); el guionista Manuel Matji Tuduri (Madrid, 1.940), el compositor Ángel José Nieto González (Madrid, 1,942), el director de fotografía Carlos Suárez Morilla (Oviedo, 1.946 – Gijón, 2.019) y el decorador Ramiro Gómez y García de Guadiana (Madrid, 1.916 – 2.003). De la reunión sale el germen de una asociación, avalada por 87 firmas de profesionales que dará lugar, 2 meses después, al nacimiento de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Es indicativo señalar que Alfredo Matas Salinas, marido de la actriz Amparo Soler Leal (Madrid, 1.933 – Barcelona, 2.013), recibió en 1.994 la Medalla de Oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Y que el 22 de diciembre de 1.997 se constituirá la “Fundación Alfredo Matas”, para la promoción y estímulo de jóvenes actores, directores, realizadores y, en general, de profesionales dedicados al cine.
Sobre la Academia
La Asociación está inscrita en el Registro Mercantil de Madrid y tiene su sede en la madrileña Calle Zurbano nº 3. El órgano supremo de la Academia es la Asamblea General, que nombra a los miembros de las Comisiones de Especialidad y a la Presidencia y decide por mayoría simple de votos presentes o representados. Se reúne con carácter ordinario en los meses de octubre, noviembre o diciembre de cada año para la aprobación del presupuesto correspondiente al año siguiente, y dentro de los 6 primeros meses de cada año, para la rendición de cuentas del ejercicio anterior. Los cargos de Presidente y Vicepresidentes, forman una sola candidatura y se eligen para un mandato de 4 años. El primer Presidente de la Academia fue el productor, guionista y director cinematográfico burgalés José María González Sinde (Burgos, 1.941 – Madrid, 1.992). Y, 12 años después, en 1.998, la actriz Aitana Sánchez – Gijón se convertirá en la primera Presidenta.
La Academia está compuesta por más de 1.800 miembros (numerarios, supernumerarios, de honor y asociados) y son fundadores, entre otros: Carlos Saura Atarés, Jaime Chávarri de la Mora (Madrid, 1.943), Pedro Almodóvar Caballero (Calzada de Calatrava, Ciudad Real, 1.949), Gonzalo Suárez Morilla (Oviedo, Asturias, 1.934) y Ana Belén (Madrid, 1.951). Y, junto a ellos, los ya fallecidos: Rafael Azcona Fernández (Logroño, 1.926 – Madrid, 2.008), Juan Antonio Bardem Muñoz (Madrid, 1.922 – 2.002), José Luis Boraú Moradell (Zaragoza, 1.929 – Madrid, 2.012), Mario Camus García (Santander, 1.935 – 2.021), Jaime Camino Vega de la Iglesia (Barcelona, 1.936 – 2.015), José Luis Dibildos Alonso (Madrid, 1.929 – 2.002), Teo Escamilla Serrano (Sevilla, 1.940 – Matanzas, Cuba, 1.997), Fernando Fernán Gómez (Lima, Perú, 1.921 – Madrid, 2.007), Alfredo Landa Areta (Pamplona, Navarra, 1.933 – Madrid, 2.013), Basilio Martín Patino (Lumbrales, Salamanca, 1.930 – Madrid, 2.017), Emiliano Piedra Miana (Madrid, 1.931 . 1.991), Elías Querejeta Gárate (Hernani, Guipúzcoa, 1.934 – Madrid, 2.013) y Paco Rabal Valera (Águilas, Murcia, 1.926 – Burdeos, Francia, 2.001).
La actual Junta Directiva está compuesta por el Presidente, Fernando Méndez-Leite Serrano (Madrid, 1.944), 2 Vicepresidentes, o 3, si el Presidente así lo decide: Rafael Portela Freire y Susi Sánchez Abellán. Además, un Secretario, y 2 Vocales por cada una de las 15 Comisiones de Especialidad, que son en concreto: Animación (Iván Miñambres Urquijo y Julio Díez), Dirección (Javier Balaguer Blasco y Juan Vicente Córdoba), Dirección Artística (Javier Alvariño Hernández y Juan Pedro de Gaspar), Dirección de Fotografía (Josep María Civit Fons y Tote Trenas), Dirección de Producción (Josep Amorós Caubet y Yousaf Bokhari), Diseño de Vestuario (Clara Bilbao León y Pepe Reyes), Documental (Antoni Folguera Amorós y Valérie Delpierre), Efectos especiales (Pau Costa Moeller y Félix Bergés), Guión (Lola Salvador Maldonado y Virginia Yagüe), Interpretación (Mariano Venancio Torres y Amparo Climent), Maquillaje y Peluquería (Miren Karmele Soler Bontigui y Sylvie Imbert), Montaje (Pablo Blanco Somoza y Teresa Font), Música (Juan Carlos Cuello Grasa y Luis Hernández Ivars), Producción (Carlo D’Ursi y María Luisa Gutiérrez) y Sonido (Cristian Amores Villalba y Juan Ferro). Las elecciones a Comisiones de Especialidad se celebran cada 2 años en Asamblea General, y en ellas se renueva al 50% de los componentes de las mismas por un periodo de 4 años. El Gerente, nombrado por la Junta Directiva, participa en sus reuniones, con voz pero sin voto.
El mandato del Presidente y de los Vicepresidentes dura 4 años, pudiendo ser reelegidos por un máximo de 2 mandatos consecutivos. La Academia ha contado con dos Presidentes de Honor: el director Luis García Berlanga y la diseñadora de vestuario Yvonne Blake (Mánchester, Reino Unido, 1.940 – Madrid, 2.018). Las Patronas de Honor de la Fundación Academia de Cine son las actrices Ana Belén y Mercedes Sampietro Marro (Barcelona, 1.947). La Academia de Cine tiene carácter no lucrativo y ha sido declarada de Utilidad Pública. Su funcionamiento y actividades están sufragadas por la aportación de las cuotas de sus propios asociados, completadas por patrocinadores, colaboradores y ayudas institucionales. Concretamente, el Organigrama interno está compuesto por: Gerencia – Dirección de patrocinios y Premios Goya – Administración – Departamento de Comunicación – Gestión de datos – Actividades de la Fundación Academia de Cine – Desarrollo e Investigación. Respecto al personal externo, lo forman: un asesor informático, un diseñador gráfico, un responsable de redes sociales y personal de limpieza. Han ocupado el cargo de Presidente: José María González Sinde (1.986 – 1.988), Fernando Trueba (1.988), Antonio Giménez Rico (1.988 – 1.992) Fernando Rey (1.992 – 1.994), Gerardo Herrero (1.994), José Luis Borau (1.994 – 1.998), Aitana Sánchez – Gijón (1.998 – 2.000), Marisa Paredes (2.000 – 2.003), Mercedes Sampietro (2.003 – 2.006), Ángeles González – Sinde Reig (2.006 – 2.009), Eduardo Campoy (2.009), Álex de la Iglesia, (2.009 – 2.011), Enrique González Macho (2.011 – 2.015), Beatriz de la Gándara (2.014), Antonio Resines (2.015 – 2.016), Yvonne Blake, (2.016 – 2.018), Mariano Barroso, (2.018 – 2.022) y Fernando Méndez-Leite (2.022 – actualidad).
Colofón
Para finalizar mi articulito de hoy, recojo el testimonio de Luis García Berlanga (1.921 – 2.010) (“Cuadernos de la Academia: Doce (Historia de la Academia, 1.986 – 1.998)”. Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Madrid, 1.998): Según el genial director cinematográfico, “Mis recuerdos sobre el nacimiento de la Academia son pocos, pero creo que suficientes, dado que su gestación fue relativamente corta, sino en el tiempo, sí en su articulación como empresa común de los cineastas. Históricamente, había habido intentos de constituirla, entre los que recuerdo sobre todo, el de José Antonio Rojo, pionero en esta idea. Pero la Academia actual, pienso que surge del encuentro que como presidente de la Filmoteca tuve con Enrique Tierno Galván, al que solicitamos algún local que viniese a ser una especie de casa o club de los cineastas. Tierno, como alcalde, nos puso en contacto con el profesor Enjuto, en aquel momento administrador de los terrenos y pabellones de la antigua Feria del Campo, y éste, con una generosidad manifiesta, nos dejó escoger el pabellón que considerásemos más adecuado para intentar congregar a toda la profesión. El acuerdo obligaba a que el disfrute del edificio fuera claramente global, no pudiendo cederlo a ninguna organización sindical ni tampoco a asociaciones sectoriales. Escogimos el Pabellón de Alicante, porque el grupo que iniciamos esta operación, de los que recuerdo a Julián Marcos y Antonio Gómez Rufo, creíamos que era el más adaptable a nuestras necesidades, elección confirmada más tarde por Conchita Fernández Montesinos y Antonio Artero, dibujando ella un anteproyecto del que salían dos salas de proyección y suficientes recintos para conferencias, aulas de trabajo, salas de reunión, etc. Sólo nos quedaba, pues, lograr que la gente del cine se mentalizase para constituir una asociación colegiada e interprofesional que sirviese de base para la firma del protocolo de entrega del edificio. Pero uno no ha nacido para gestor. Tampoco el resto del equipo que habíamos formado logró que nadie se interesase en el proyecto, así es que pasó el suficiente tiempo para perder el hermoso regalo que se nos había hecho. Afortunadamente, en ese período una de las personas contactadas para llevar adelante el proyecto se interesó vivamente por la idea y nos prometió intentar en su momento la puesta en marcha de la Academia, pues así habíamos empezado a llamar a nuestra anhelada asociación profesional. Me estoy refiriendo a Alfredo Matas. Su promesa se concretó unos años más tarde, convocándonos a un grupo de cineastas a un almuerzo, para plantear seriamente la constitución de la Academia. De esta reunión recuerdo los nombres de José Sacristán, Charo López, Carlos Saura, Manuel Matji, José Nieto, Tedy Villalba, Marisol Carnicero, Carlos Suárez, Ramiro Gómez, Pablo del Amo y José Luis Matesanz, y si olvido alguno no será por falta de afecto, pues todos éramos, además de cineastas, amigos. Naturalmente hubo discrepancias, incluso quien no veía la utilidad de la Academia, pero de allí salió ya el nombre completo, mimético de Hollywood, y también allí mismo se empezó a trabajar para que el 8 de enero de 1986 se firmase el Acta Fundacional, con el hombre que consideramos era el más adecuado para presidir la institución, José María González-Sinde. Lo que sigue a esta fecha ya es catalogable; quizá, en todo caso, deba añadir, nuevo fracaso mío, la gestión que hice con Fernando Chueca, presidente del Instituto de España, para que nuestra recién nacida criatura entrase con todas las demás Reales Academias en esta egregia institución. La respuesta fue que nuestros numerarios académicos superaban amplísimamente la media de cincuenta miembros del resto de academias colegiadas en el Instituto. Pero, creo, estaréis todos de acuerdo, preferimos aumentar nuestro censo, aún a costa de perder ciertos honores”.