La Guardia Civil detiene a 10 personas por cultivar más de 44 toneladas de marihuana en zonas boscosas

EL FARO

  • Los presuntos autores cortaban árboles y arrasaban con la masa forestal de la zona que ocupaban, con el fin de llevar mangueras y hacer llegar el agua a los cultivos, desplazarse con mayor facilidad entre plantaciones y mantener los secaderos de los cogollos
  • Las plantaciones se dividían en nueve macro cultivos de difícil acceso, teniendo incluso que llegar a ellos a través de embarcaciones por el agua, desde donde fueron trasladados algunos de los detenidos
  • Todos los detenidos han ingresado en prisión provisional

La Guardia Civil, en el marco de la Operación Periculum, ha detenido a 10 personas e investigado a otras dos como presuntas autoras de cultivar más de 44 toneladas de plantas de marihuana en zonas boscosas del Pirineo Aragonés.

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de marzo de 2022 gracias al descubrimiento por agentes de la Guardia Civil de varias plantaciones de marihuana cultivadas en parajes recónditos y casi inaccesibles de las comarcas del Sobrarbe y la Ribagorza en la provincia de Huesca.

En total se han intervenido nueve macro cultivos que sumaban un total de 44.382 plantas de marihuana. Todos tenían un patrón idéntico respecto al modus operandi utilizado por los presuntos autores para su vigilancia y cuidado.

Ocultos en campamentos para vigilar las plantaciones

Cada plantación permanecía atendida por dos o tres personas que se encontraban ocultos en el bosque en campamentos perfectamente camuflados. Estos individuos eran los encargados del cultivo y mantenimiento de las macro plantaciones a través de extensos sistemas de riego. Incluso contaban con generadores y balsas para conseguir almacenar el agua que extraían de embalses cercanos.

En todo momento los cuidadores mantenían un nivel de alerta máximo, con varias vías de escape a través del bosque para huir de los agentes en caso de ser descubiertos. En alguno de los campamentos habían instalado rudimentarios sistemas de alarma que daban aviso ante la posible presencia de algún extraño.

Estas personas llegaban a pasar hasta seis meses viviendo en estos campamentos al contar con abastecimiento de alimentos, gas, artículos básicos y material de trabajo para mantener las plantaciones.

Para crear estos campamentos base y las zonas de cultivo, los presuntos autores cortaban árboles y arrasaban con la masa forestal en la zona que ocupaban para hacer llegar el agua, desplazarse con mayor facilidad entre las plantaciones o para fabricar y mantener secaderos de la marihuana cosechada.

Apoyo de la Unidad Aérea de la Guardia Civil

A lo largo de varios meses los agentes fueron completando la investigación recabando datos de los presuntos autores y las macro plantaciones. En algunas ocasiones caminando por bosques durante varios kilómetros dada la difícil ubicación de los cultivos.

Los investigadores requirieron puntualmente la colaboración de la Unidad Aérea de la Guardia Civil con el fin de sobrevolar la zona y poder concretar la ubicación exacta y la extensión de los cultivos y los campamentos. En el momento de explotación de la operación se necesitó el apoyo del Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil para el transporte por embalses de guardias civiles y así acceder con mayor celeridad. Asimismo, también se hizo uso de embarcaciones de la Guardia Civil por agua para trasladar a los detenidos y retirar el material incautado.

44 toneladas y 10 detenidos

En total han sido intervenidas 44.382 plantas de marihuana en nueve macro cultivos con 20 campamentos donde vivían los detenidos desmantelados. También se han incautado once balsas de agua, dos generadores, cinco bombas de agua, teléfonos móviles y múltiples herramientas dedicadas al cultivo, cuidado, secado y envasado de la droga.

Hay 10 varones detenidos, los cuales el Juzgado Único de Boltaña ha decretado su ingreso en prisión provisional y dos personas investigadas, las cuales se encuentran en paradero desconocido con orden de búsqueda y detención, como presuntos autores de delitos de pertenencia a organización criminal y contra la salud pública por cultivo y tráfico de drogas.

En la operación Periculum han intervenido casi un centenar de agentes de distintas unidades de la Guardia Civil de Huesca.

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