Paco, te llevamos guardado en el corazón
Paco, desde que nos dejaste he dejado pasar unos días adrede. Al enterarme de tu fallecimiento, fui incapaz de ponerme a despedirte de inmediato, como suelo hacer con otros que nos van dejando. Vinieron muchos recuerdos en esos momentos, con emociones que me llevaron a sensaciones insuperables, tal vez por la edad que ya tenemos, o precisamente por eso.
Cierto que desde tu injusto accidente no he contactado contigo.
No he podido ir a verte por no querer aceptar tu inactividad en todos esos años.
Quería hacerlo en esta plataforma que es nuestro El Faro sin el sentimentalismo y facilones acercamientos que se suelen hacer hacia una persona cuando fallece. Ya no quiero dejar pasar más tiempo sin decirte este adiós público. No puedo hacerlo como mandan los cánones de un escrito público porque tú has sido y eres especial, querido Paco.
Tan solo pretendo enumerar lo que se me ocurre para destacar tu valor en la sociedad que tan ingeniosamente plasmabas en tus viñetas. Has sido top en el humor gráfico nacional, junto a nombres como Forges, Mingote, Máximo, Chumy Chúmez, El Perich, El Roto o Peridis y te has rodeado con ellos en medios como Mundo Diario, Por favor, Interviú, El Jueves…. Has sabido ofrecer en tu obra la mejor y mayor cultura por tu ingenio y visión de la sociedad en que has vivido con la originalidad de tus dibujos y por la contundencia de tus ideas desde una formación limitada y autodidacta por los años en que te tocó vivir. Así, tus caricaturas son ya material histórico imprescindible para entender los tiempos en que tú has sido testigo.
Has sido protagonista en exposiciones antológicas como la del museo de ABC, o en la sede de la Unesco en París; además del reconocimiento en la Olimpiada de Humor de Valencia y el Premio Mingote; has sido miembro de la Academia de Bellas Artes y de premios también has llenado tu alforja de méritos. Has hecho una condensación de tu obra en libros como «La España de Martínmorales» y «La guerra de los golfos».
Y de todo ello, nos sentimos orgullosos los que hemos podido estar cerca de ti. Pero, sin duda, el mayor premio te lo ha dado tu compañera Magdalena.
En cuanto a recuerdos y anécdotas, el abanico es muy amplio; pero como los Mandamientos, los resumo en dos: tu amor por El Faro y a Motril, y el que has tenido por tu querida Alpujarra. Afortunadamente para tí, los dos los has podido cumplir: Has visto tus dibujos de humor en El Faro antes que en ningún otro medio (aunque este hecho alguno se lo atribuye sin rubor) y has vivido en la Alpujarra.
Seguiría hablando de ti en El Faro, quien también te dio el primer galardón como fue el «Faro del Oro» del año 1983, pero lo haré desde mi mente porque te llevo guardado en mi corazón.
‘La tinta de…’, sección de «martínmorales» en EL FARO